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El Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes ha otorgado a la Alcaldía de Villa Rica, Cauca, la resolución 277 del 19 de julio de 2024, declarando la Hacienda La Bolsa como Bien de Interés Cultural del Ámbito Nacional. Esta declaración busca asegurar la preservación del sitio, que funcionó como un importante centro esclavista en el norte del Cauca durante los siglos XVII y XIX.
Esta hacienda, construida en el siglo XVII por la Compañía de Jesús y posteriormente vendida a la familia Arboleda en 1688, se destacó por su uso en la explotación de personas esclavizadas. Entre los miembros de la familia Arboleda, Julio Arboleda, conocido como “El diablo blanco”, es uno de los más mencionados. Durante el siglo XIX, muchas personas esclavizadas que huyeron de la hacienda contribuyeron a la formación de varios municipios en la región, incluida Villa Rica, donde gran parte de la población actual se identifica como descendiente de aquellos que trabajaron en la hacienda.
El ministro Juan David Correa, durante una visita al lugar, enfatizó que la declaración representa un acto de reparación y reconocimiento de la historia de los afrodescendientes que sufrieron en el lugar. El historiador local Alfredo Viveros, durante el recorrido por el cementerio de La Bolsa, recordó las condiciones brutales enfrentadas por los esclavizados, quienes eran perseguidos y castigados severamente si intentaban escapar.
En 1998, la comunidad local solicitó oficialmente la declaración de la hacienda como Bien de Interés Cultural, con el objetivo de preservar la memoria histórica del lugar. Esta solicitud fue respaldada por la reciente decisión del Ministerio, que destaca la importancia del patrimonio como un elemento que incluye prácticas y recuerdos comunitarios, además de la arquitectura.
Actualmente, la Hacienda La Bolsa es en su mayoría de propiedad privada. La Alcaldía de Villa Rica ha comenzado los trámites para adquirir el terreno y convertirlo en un centro turístico y cultural. La alcaldesa María Dinas ha expresado la intención de utilizar el sitio para actividades de educación y memoria, promoviendo la paz y la reconciliación. Las actuales propietarias de la hacienda han presentado una carta manifestando su disposición a venderla a la Alcaldía para facilitar este proceso.