Una iniciativa que pide preservar el patrimonio cultural ucraniano en Europa
La Comisión Europea validó este miércoles el registro de una Iniciativa Ciudadana Europea que pide nueva legislación para preservar el patrimonio cultural ucraniano en Europa y que deberá ahora lograr un millón de firmas de europeos para que Bruselas deba pronunciarse al respecto.
Los organizadores de la iniciativa piden, además de acciones para apoyar la integración de los refugiados ucranianos en la Unión Europea, medidas para “preservar la cultura, lengua, tradiciones y patrimonio en los países europeos”, creando una estructura continental de “centros de integración”, dijo la Comisión Europea en un comunicado.
Bruselas considera que la petición cumple las condiciones formales para su registro -esencialmente, que no sea contraria a los valores comunitarios, ofensiva o exceda las competencias de Bruselas- y abre el periodo para que los organizadores inicien, en los próximos seis meses, la recogida de un millón de firmas de al menos seis Estados miembros, apoyo que tendrán que recabar en el plazo de un año.
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Si lo logran, la Comisión tendrá que reaccionar y decidir si presenta una propuesta en la línea de la iniciativa, y en cualquier caso justificar si opta por no hacerlo.
Desde 2012, la Comisión ha recibido 128 solicitudes para registrar una Iniciativa Ciudadana Europea y 103 fueron consideradas admisibles, aunque sólo 12 lograron el millón de firmas necesario para que la Comisión Europea tuviera que pronunciarse.
Los organizadores de la iniciativa piden, además de acciones para apoyar la integración de los refugiados ucranianos en la Unión Europea, medidas para “preservar la cultura, lengua, tradiciones y patrimonio en los países europeos”, creando una estructura continental de “centros de integración”, dijo la Comisión Europea en un comunicado.
Bruselas considera que la petición cumple las condiciones formales para su registro -esencialmente, que no sea contraria a los valores comunitarios, ofensiva o exceda las competencias de Bruselas- y abre el periodo para que los organizadores inicien, en los próximos seis meses, la recogida de un millón de firmas de al menos seis Estados miembros, apoyo que tendrán que recabar en el plazo de un año.
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