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El cortometraje de una madre cartagenera sobre su hijo con autismo

En el marco del Festival Smartfilms, se presentó Mi mundo es azul, un cortometraje que explora la vida cotidiana de Óscar Samuel Torres Navarro, un niño con autismo que vive en Cartagena. En entrevista con El Espectador, Aida Navarro, directora del corto, compartió detalles sobre su trabajo y los nuevos proyectos que surgen a partir de esta experiencia.

29 de septiembre de 2024 - 03:00 p. m.
El 27 de septiembre de 2024 se realizó el estreno de "Mi mundo es azul", un cortometraje que aborda la experiencia de una madre y su hijo, quien está dentro del espectro autista. La proyección tuvo lugar en la sala 6 de Procinal en el Centro Comercial Bima en Bogotá.
El 27 de septiembre de 2024 se realizó el estreno de "Mi mundo es azul", un cortometraje que aborda la experiencia de una madre y su hijo, quien está dentro del espectro autista. La proyección tuvo lugar en la sala 6 de Procinal en el Centro Comercial Bima en Bogotá.
Foto: Aida Navarro Bermejo

Aida Navarro Bermejo es profesora de fotografía en la Universidad de Bellas Artes y Ciencias de Bolívar en Cartagena y madre de un niño con trastorno del espectro autista (TEA). Recientemente, dirigió el cortometraje Mi mundo es azul, el cual fue seleccionado entre más de 2.000 trabajos en la convocatoria del Ministerio de las TIC y el Festival Smartfilms, en la categoría “Redvolucionarias TIC”. Con este proyecto, Navarro buscaba visibilizar el autismo y compartir las lecciones y experiencias que ha vivido junto a su hijo, Óscar Samuel Torres.

El Trastorno del Espectro Autista (TEA) representa una forma singular de experimentar el mundo. Cada persona en este espectro vive su realidad de manera diferente, enfrentando desafíos y descubriendo talentos en diversas áreas. Algunas personas con esta condición tienen dificultades para comunicarse o comprender normas sociales; sin embargo, también se ha observado que sobresalen en campos específicos, como por ejemplo, la música o las matemáticas.

La historia de Aida Navarro y su hijo Óscar Samuel comenzó con el diagnóstico y el momento en que se enfrentaron a las complicaciones del sistema de salud. Al investigar más sobre el TEA, Navarro descubrió que cada niño en el espectro es único y que no todos pueden beneficiarse del mismo tipo de terapias ni recibirlas en un tiempo limitado.

Fue así que decidieron trabajar desde casa. Con la ventaja de ser docente, Navarro adaptó las estrategias pedagógicas que utilizaba en sus clases a la personalidad de Óscar Samuel. Su enfoque se basó en la observación y en el interés por conocer a fondo las preferencias de su hijo. “Fue un proceso de observación, de conocerlo y de aprender sobre sus gustos. También participé en talleres de arte y en terapias, adaptando lo que aprendía en el hogar. Por ejemplo, en una terapia para enseñarle sobre las emociones, nos mostraban caritas felices, tristes y enojadas. Pero yo decidí tomarle fotos a mi hijo haciendo diferentes expresiones y luego le mostraba cómo se veían esas emociones en él para que se reconociera como persona e individuo. En ese momento, dejó de hablar en tercera persona”, contó Navarro en entrevista para El Espectador.

¿Cómo es el día a día de Óscar Samuel?

Él estudia en las tardes. Busqué un colegio en ese horario para estar en las mañanas con él, pues mi jornada laboral empieza de 2 a 10 de la noche. En este momento Óscar Samuel ya hace sus tareas solo. En las mañanas le gusta leer. Entre sus libros favoritos están los del espacio. Y si hay un tema que le llama la atención, lo investiga en internet. El tema de la semana pasada se trató de los relieves continentales submarinos. Lo investigó tanto que la profesora le dijo que hiciera una maqueta para exponerle el tema a sus compañeros. A las seis de la tarde sale del colegio y lo recibe su hermano mayor de 22 años. Ya en la casa juega con su papá, ven películas, y se acuesta a dormir.

¿Y cómo es Óscar Samuel, cómo es su personalidad?

Es muy gracioso, cada vez más va entendiendo mejor el doble sentido. Le encanta el sonido de un avión, pero no soporta el ruido de un mosquito. Es un investigador, es muy curioso. Pero también es muy cariñoso. Un día me estaba oliendo la mejilla y me dijo “tú hueles rico, como a mamá”. Y otro día llegó y me dijo “te ves linda cocinando, porque llego y me da hambre”.

¿Cuándo decidieron hacer una película sobre el tema?

Yo hice una maestría en comunicación de las TIC. Y vi en Instagram una publicación sobre la realización de cortometrajes con celular. Reunida con mis compañeros de trabajo, supe que cada uno tenía un talento que contribuiría a este proyecto. Había un productor de audio, un diseñador gráfico, un camarógrafo y yo tenía una historia que contar y quería que la gente la conociera, pues es común que el autismo se tache de enfermedad o de rareza. Luego esa idea se hizo un guion fluido, libre. Yo le pregunté a mi hijo si quería participar y grabamos en lugares que a él siempre le han gustado.

¿Qué efecto ha producido en su círculo cercano haber creado esta película?

Nunca me imaginé que este trabajo fuera a impactar así. Yo comencé a publicar y en la primera semana distintas personas me contactaron a contarme historias de vida similares. Con la mayoría de las historias que me han contado siempre terminamos concluyendo que este trabajo sirve para educar a la sociedad, para que la gente cree espacios de diálogos sobre el tema. Esta semana me contactó una congresista de Perú y me invitó a charlar en algunas fundaciones. Nunca dimensioné hasta donde podríamos llegar.

Este es un impulso para seguir creando y para seguir contando historias. ¿Qué otros proyectos se han propuesto?

Primero nos gustaría trabajar con el cuerpo docente. Es común ver que algunos profesores no están en la capacidad de identificar, de trabajar o de incluir adecuadamente al estudiante con autismo en su proceso pedagógico. También me gustaría seguir trabajando con las redes. El Instagram de “Mi mundo es azul” lo voy a abrir a testimonios. Y seguiré con las charlas a las que me han invitado. Quisiera transmitirles a las personas que viven una situación similar, que todos los procesos son normales, el de negación, el de duelo, el de culpa. Pero lo mejor es decir es que es nuestro hijo y que merece todo el reconocimiento como el ser especial y único que es.

Hoy en día, ¿qué reflexiones tiene acerca del autismo?

Es difícil, claro que sí. Es difícil porque ninguna madre, ningún padre, quiere sentir incertidumbre sobre el futuro de su hijo. Pero en la medida que lo afrontas se empiezan a vivir experiencias maravillosas que puedes compartir con otras personas y que pueden ayudar a otras familias. Siempre es posible aprender a convivir con el espectro, y enseñarles a las personas a conocerlo.

¿El cine si ha ayudado a cambiar la percepción de la gente?

El cine es un arte lleno de sentimientos, de emociones que toca las fibras de las personas. Este trabajo ha logrado que la gente voltee a vernos, que nos llame, que se interesen en este tema.

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Norcy(nb3jh)29 de septiembre de 2024 - 11:36 p. m.
Que historia tan interesante. Ojalá sirva como una luz para aquellas familias que tienen niños autistas
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