Una película sobre un torero al que le cuesta matar
La frase que titula esta entrevista es de la película “Pepe Cáceres”, un filme basado en la vida de este torero colombiano. El filme se estrenará el próximo 19 de enero en todas las salas del país. Camilo Molano Parra y Sebastián Eslava, directores de la película, hablaron para El Espectador sobre el rodaje y la investigación para esta historia.
Laura Camila Arévalo Domínguez
Esta película es sobre la vida, la construcción de una labor y un carácter para afrontar una profesión. También es una historia sobre superación. Es decir, el toreo no es el foco…
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Esta película es sobre la vida, la construcción de una labor y un carácter para afrontar una profesión. También es una historia sobre superación. Es decir, el toreo no es el foco…
Sebastián Eslava (director, protagonista e hijo del personaje en el que se basa la historia, Pepe Cáceres): la gran motivación para hacer esta película es la de un hijo que se quiere conectar con su papá. De un hijo que quiere entenderlo. A veces me cuesta explicar por qué y de dónde sale eso, y es que también me gusta que tenga su misterio, pero fue una necesidad profunda de querer conectarme con él, de querer contar su historia más allá de que a la gente le guste o no el toreo, que yo creo que sí tiene grandes fascinaciones: esta figura mitológica de un hombre enfrentándose a un animal de este tamaño que por su naturaleza embiste a matar. Hay muchos mitos sobre el toreo, que a los toros les hacen cosas antes de salir al ruedo, por ejemplo, pero todo esto es mentira. Lo digo por experiencia. En la película hay una imagen muy poética en la que hay un toro en un potrero. El animal podría salir para cualquier parte, no tendría que embestir, nadie lo está acosando, pero él va detrás del movimiento de este trapo rojo, entonces todas esas cosas tienen mucha fascinación. Cuando fui por primera vez a una corrida de toros, tenía 13 o 14 años (nunca tuve nada que ver con los toros, mi mamá hizo su vida aparte y no se relacionó con la tauromaquia), pues vi lo que estaba pasando con el torero y el toro y me dieron ganas de estar allá dentro. Se trataba del movimiento estético que tenía el torero, un poco femenino, y del toro con esta fuerza para embestir, y del torero no luchando contra él, sino recibiendo esas embestidas con suavidad. Fascinante. Todo esto se juntó con la necesidad de contar la historia de mi padre y conectarme con él.
Camilo Molano: la historia es la historia, lo que ha sucedido, ha sucedido, y hay maneras de mirar la historia. Uno podría cerrar los ojos frente a unos capítulos de la evolución cultural del ser humano, o podría entenderlos, acercarse a ellos y tomar una decisión propia sobre cuál es su postura frente al tema a, b o c. Esta película es una biografía sobre un hombre que nació en unas condiciones de ausencia absoluta, de carencia, abandono, dificultad, como tantas otras en este país, y que tuvo la suerte y valor de abrir una puerta, entrar y desarrollarse al máximo hasta convertirse en una leyenda nacional. Ver a Pepe (Cáceres) como un ser humano que tuvo dificultades y retos, y que tomó decisiones. Es también un homenaje que se realizó después de 10 o 15 años de trabajo de su hijo Sebastián Eslava.
Sebastián, ¿cuánto tiempo se demoró investigando y escribiendo el guion? ¿Cómo se llevó a cabo esta investigación?
S. E. Mi papá murió cuando tenía dos años. Podríamos hablar mucho tiempo sobre esto, pero te diría que, desde el momento en el que salió la idea, mi familia colaboró mucho con este proyecto de película. Todas las personas que quisieron a mi papá, estuvieron listas para contar las historias. Grabé esas conversaciones, que arrancaron por todas esas historias del toreo, sus éxitos, etc, pero les costaba un poco entrar en el ser humano. Después de la tercera hora comenzaban a contarme sus secretos, su picardía, su parte humana desde la niñez hasta que se convirtió en un hombre. En ese camino apareció mi coequipero, Camilo Molano Parra. La idea inicial era que él produciría y yo actuaría, pero en el camino nos dimos cuenta de que debíamos dirigirla y escribirla junto a un equipo de trabajo: Fernando Arévalo, María Clara Torres, Ricardo Aponte, Camilo De La Cruz. Todas estas personas, Camilo y yo, escribimos el guion.
El parecido físico con su padre es evidente, pero ¿qué diría con respecto a la personalidad? ¿Cómo le fue con estos descubrimientos sobre su padre a medida que fue investigando?
S. E. A mi papá le tocó un mundo muy diferente al mío. Tuvo una infancia muy difícil, además de que se metió en una profesión en la que hay que tener un carácter muy fuerte. A él le tocó hacer cosas difíciles, aceptar momentos complicados. Tuvo que ser fuerte con mucha gente: abrir camino en un mundo como el toreo no es fácil, sobre todo en España. Él fue el primer colombiano que lo hizo. Tuvo que vivir el racismo. Le decían “El indio”, por ejemplo. Pero él jamás se dejó disminuir frente a los toreros españoles. Me pasó que cuando fui a España, los españoles se pusieron a llorar cuando me vieron. Mi papá tuvo que construirse ese carácter para poder pararse firme en la profesión que le tocó. En eso nos podemos distinguir, pero le agradezco que quiso cambiar el destino de sus hijos. Quiso que nosotros tuviéramos una vida diferente.
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C. M. Esa, en sí misma, es la película: descubrir la humanidad detrás del personaje. Habríamos podido hacerla sobre un superhéroe invencible, pero Pepe no fue eso. Estamos hablando de un humano lleno de cicatrices de todos los tipos, y en realidad intentamos no idealizarlo. La investigación fue fundamental porque entendimos el carácter de Pepe. Inicialmente, pensamos en un documental, pero descubrimos en la ficción el lenguaje perfecto y entendimos que así podríamos ir más allá de lo que fue Pepe Cáceres, para que además cualquier ser humano se relacionara con estas temáticas de superación, de obstáculos, de abandono y abuso. Para que se relacionaran con la posibilidad de convertirse en alguien importante y superar su dolor.
¿Cómo se tomaron las decisiones para que el enfoque fuera ese? ¿Cuáles fueron esas decisiones? E insisto porque las relaciones humanas y sus conductas son las grandes protagonistas aquí…
S. E: Fueron muchas decisiones. Por ejemplo, lo que sale en la película es cierto: mi papá siempre tuvo problemas para matar los toros. Perdió muchos triunfos porque le costaba matarlos. Hay entrevistas de él diciendo eso. Él sufría con el toro y la profesión lleva a eso: el momento cúspide del toreo es que el animal muera. Quisimos mostrar eso en la película porque él tenía un asunto pendiente o importante con la muerte. Con la muerte en general.
C. M: Pepe Cáceres sufre la cornada que termina matándolo, entrando a matar el toro. Desde que él inició su carrera, hasta que perdió la vida, tuvo una duda o una dificultad y esa fue la premisa que encontramos: qué tal si hacemos una película de un torero que le cuesta matar. Eso, que es real en el caso de Pepe, es algo muy humano a lo que nos enfrentamos en diferentes profesiones.
Hay frases e imágenes muy poéticas. Un personaje dice en algún momento: “La gente cree que le teme a la muerte, cuando en realidad le teme es a la vida”...
S. E: lo interesante es que muchas veces vives la vida como un cobarde o de una forma cobarde o tienes miedo a arriesgarte. El torero sí o sí debe arriesgarse y, de alguna manera, tiene a la muerte al frente. Lo que quiere decir eso es que, si nosotros le tuviéramos más miedo a la muerte, viviríamos de forma más plena.
¿La frase es suya? ¿Todas las escribió usted?
S. E: La frase es de la película.
C. M: se habla de escribir a dos manos o a seis manos, pero aquí realmente fueron dos, las de Sebastián, que tomó todo lo que el equipo de escritura puso sobre la mesa. Él plasmó todo en el papel y, claro, lo revisamos después, pero el control de las teclas fue de él. Ahora, sí es cierto que ahora vemos lo que hicimos y nos preguntamos ¿A mí se me ocurrió eso? ¿A quién se le ocurrió esa idea? Y lo que concluimos es que ya no importa. Nos alegra saber que todo fue idea de todos.
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Hay resistencia con respecto al toreo. ¿Qué le dirían a los que, por esa razón, le dirían que no a este filme?
C. M: El año pasado, en Colombia se produjeron 54 películas. Y ese es un récord para la industria, pero la afluencia del público fue una de las más bajas. Tal vez fue el año en el que menos personas vinieron a cine, así que lo que queremos decir es que ojalá se acerquen y le den una oportunidad a Pepe Cáceres, que no es un filme sobre el toreo, sino sobre la condición humana. Estará en más de 60 salas en todo el país. Será una buena oportunidad para sentir emoción, nostalgia. Es una película llena de colores.
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