Desde que Andrea Robin Skinner habló públicamente sobre los abusos sexuales de los que fue víctima, cuando tenía nueve años, por parte de Gerald Fremlin, el esposo de su madre, Alice Munro, y cómo la escritora la acusó de mentir y se puso en su contra; el mundo cultural se ha debatido y cuestionado sobre la imagen y su relación con la ganadora del Premio Nobel de Literatura.
Algunas de las personas del círculo más cercano de Munro han admitido en los últimos días que tenían pleno conocimiento sobre los abusos ejercidos que sufrió la hija menor de la autora. Entre ellos, Margaret Atwood, escritora y amiga íntima de la familia, quien se disculpó al afirmar que no tenía los “detalles” y para cuando lo supo, Munro ya sufría de demencia, por lo que no fue capaz de hablar con ella.
Tras las relevaciones, instituciones que rendían homenaje a la vida y obra de la Nobel de la Literatura se han reconsiderado su posición frente a las acusaciones, tal y como ocurrió con la Universidad Western, situada en Ontario, capital de Canadá, que decidió pausar una cátedra creada en su honor.
“En este momento, estamos pausando el nombramiento de la Cátedra Alice Munro en Creatividad mientras consideramos cuidadosamente el legado de Munro y sus vínculos con Western”, escribió Illeana Paul, decana interina de la Facultad de Artes y Humanidades de Western, en un comunicado.
De igual manera, Paul manifestó su apoyo y solidaridad con la hija de Munro. “Nos conmovió profundamente enterarnos de la experiencia de abuso sexual infantil de Andrea Robin Skinner. La Sra. Skinner tiene nuestro apoyo inquebrantable y nuestros pensamientos están con ella”, agregó en su declaración.
La Cátedra Alice Munro en Creatividad se introdujo por primera vez en 2018, con el objetivo declarado de “liderar la cultura creativa de la facultad de artes y humanidades, sirviendo como mentor y modelo”, además de crear un vínculo entre la universidad y la comunidad creativa local, según el sitio web de la universidad. Desde su creación, se ha rendido homenaje a tres escritores y este año la escogida fue Munro.
Asimismo, en la localidad de Clinton, donde la escritora vivió gran parte de su vida, está abierta a reconsiderar el monumento instalado en una de sus plazas en honor a la Premio Nobel de Literatura de 2013.