Unos cuantos gramos de indiferencia, y sal al gusto

¿Cuánta levadura se necesita para hacer el pan de los que no lo pueden comprar? Se cocina el ajiaco; el pato a la naranja; el sudado de pollo; el crème brûlée; la mazamorra. Y, también, se cocina el hambre.

Gira, conformado por las colombianas Gina Savino y Gina Collazos (Savino cantante, Collazos bailarina), y el percusionista argentino Rafael Lozina, es el colectivo artístico que, complementado con el trabajo de dramaturgia de Carolina Ribón, llega a temporada en La Factoría L’Explose con «Una Receta Cualquiera», una obra digna de estos tiempos post Covid que necesitan recordar que el hambre, en el planeta que nos dieron para vivir -y malvivir-, es una pandemia infame de números escandalosos. Inauditos.

¡Oh, là là! Está tan rica la cena de seis ceros a la derecha, que lo más importante es presumirla en Instagram. Y allí están Collazos y Lozina tomándose selfies con comida de plástico mientras Savino canta un bossa nova, que con bossa nova es que se marida la cena que cuesta un salario mínimo por comensal. La ironía es que el portugués esconde al oído la impactante realidad de Favela, que Antônio Carlos Jobim y Vinicius de Moraes escribieron para contar la historia de las barriadas pobres, ninguneadas, que no tienen nada pero quieren cantar.

Le invitamos a leer: Entre gaitas y otros cuentos

Pasaron a la historia los pañuelos rojos en las puertas de los hogares colombianos que con éstos clamaban hambre en la pandemia. Fueron estos, también, los que empezaron a gestar esta puesta en escena inicialmente en cabeza de Lozina y Collazos. Lo fueron, también, los gritos callejeros de hambre que en el encerrón de cuarentena de 2020 se escucharon en Armenia, el barrio de la localidad de Teusaquillo que la bailarina y el músico compartían.

La obra de Gira expone que la apatía de una sociedad saciada está a un paso de volverse cinismo, y por eso nos espeja en forma de varieté radial; de reality show; de aquí pasa todo pero no pasa nada; de desgracia que grita su verdad ante nosotros, los impasibles.

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«Una Receta Cualquiera» no viene a hablar del hambre, que del hambre ya hablan las noticias y las estadísticas. Viene a hablar de nuestro egoísmo; de nuestra negligencia taimada ante el que tiene hambre; de nuestra hipocresía.

Sobre los artistas

Gina Savino se destaca por ser una de las cantantes más importantes de la escena del jazz en Colombia, con una trayectoria en música improvisada que la ha llevado a cantar en Festivales de Jazz alrededor del mundo, y le mereció en 2009 el Premio Nacional de Jazz Vocal organizado por la Orquesta Filarmónica de Bogotá.

Gina Collazos es bailarina y coreógrafa. Con la Compañía de Danza Contemporánea Periferia ha bailado en escenarios en Polonia, Lituania, India, Tokyo y Vietnam, entre otros. Es Maestra de Técnica de Jazz en la carrera de Artes Escénicas en la Universidad Javeriana.

Le puede interesar: Ana María Bustamante: “La poesía es el lenguaje esencial” (Letras de feria)

Rafael Collazos es músico multiinstrumentista e investigador. Se formó en el Conservatorio Amadeo Roldán de La Habana, Cuba. Además de ser intérprete, se ha dedicado al análisis y transcripción de toques afrocubanos para batería.

¿Cuánta levadura se necesita para hacer el pan de los que no lo pueden comprar? Se cocina el ajiaco; el pato a la naranja; el sudado de pollo; el crème brûlée; la mazamorra. Y, también, se cocina el hambre.

Gira, conformado por las colombianas Gina Savino y Gina Collazos (Savino cantante, Collazos bailarina), y el percusionista argentino Rafael Lozina, es el colectivo artístico que, complementado con el trabajo de dramaturgia de Carolina Ribón, llega a temporada en La Factoría L’Explose con «Una Receta Cualquiera», una obra digna de estos tiempos post Covid que necesitan recordar que el hambre, en el planeta que nos dieron para vivir -y malvivir-, es una pandemia infame de números escandalosos. Inauditos.

¡Oh, là là! Está tan rica la cena de seis ceros a la derecha, que lo más importante es presumirla en Instagram. Y allí están Collazos y Lozina tomándose selfies con comida de plástico mientras Savino canta un bossa nova, que con bossa nova es que se marida la cena que cuesta un salario mínimo por comensal. La ironía es que el portugués esconde al oído la impactante realidad de Favela, que Antônio Carlos Jobim y Vinicius de Moraes escribieron para contar la historia de las barriadas pobres, ninguneadas, que no tienen nada pero quieren cantar.

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Pasaron a la historia los pañuelos rojos en las puertas de los hogares colombianos que con éstos clamaban hambre en la pandemia. Fueron estos, también, los que empezaron a gestar esta puesta en escena inicialmente en cabeza de Lozina y Collazos. Lo fueron, también, los gritos callejeros de hambre que en el encerrón de cuarentena de 2020 se escucharon en Armenia, el barrio de la localidad de Teusaquillo que la bailarina y el músico compartían.

La obra de Gira expone que la apatía de una sociedad saciada está a un paso de volverse cinismo, y por eso nos espeja en forma de varieté radial; de reality show; de aquí pasa todo pero no pasa nada; de desgracia que grita su verdad ante nosotros, los impasibles.

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«Una Receta Cualquiera» no viene a hablar del hambre, que del hambre ya hablan las noticias y las estadísticas. Viene a hablar de nuestro egoísmo; de nuestra negligencia taimada ante el que tiene hambre; de nuestra hipocresía.

Sobre los artistas

Gina Savino se destaca por ser una de las cantantes más importantes de la escena del jazz en Colombia, con una trayectoria en música improvisada que la ha llevado a cantar en Festivales de Jazz alrededor del mundo, y le mereció en 2009 el Premio Nacional de Jazz Vocal organizado por la Orquesta Filarmónica de Bogotá.

Gina Collazos es bailarina y coreógrafa. Con la Compañía de Danza Contemporánea Periferia ha bailado en escenarios en Polonia, Lituania, India, Tokyo y Vietnam, entre otros. Es Maestra de Técnica de Jazz en la carrera de Artes Escénicas en la Universidad Javeriana.

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Rafael Collazos es músico multiinstrumentista e investigador. Se formó en el Conservatorio Amadeo Roldán de La Habana, Cuba. Además de ser intérprete, se ha dedicado al análisis y transcripción de toques afrocubanos para batería.