El relato de Iberoamérica contado a través de sus museos
Con la quinta versión de la Noche de los Museos, la capital de Colombia se convertirá en el epicentro de un encuentro en el que espacios museales de diferentes países iberoamericanos realizarán intercambios para mostrar el trabajo que realizan y cómo se tejen puntos de encuentro en la región.
Andrea Jaramillo Caro
En la noche del 8 de noviembre, Bogotá se convertirá en una red articulada de arte, cultura, historia y ciencia con la V Noche de los Museos y la II Noche Iberoamericana de Museos. Con programación cultural en diferentes localidades y cincuenta museos capitalinos participando, se pretende evocar el poder de estos recintos. Justamente ese fue el lema que acogió el Comité Internacional de Museos, ICOM por sus siglas en inglés, para celebrar este día en 2022.
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En la noche del 8 de noviembre, Bogotá se convertirá en una red articulada de arte, cultura, historia y ciencia con la V Noche de los Museos y la II Noche Iberoamericana de Museos. Con programación cultural en diferentes localidades y cincuenta museos capitalinos participando, se pretende evocar el poder de estos recintos. Justamente ese fue el lema que acogió el Comité Internacional de Museos, ICOM por sus siglas en inglés, para celebrar este día en 2022.
Año tras año desde 1977, el comité conmemora a estas instituciones por “el poder de transformar el mundo que nos rodea como lugares incomparables de descubrimiento, nos enseñan sobre nuestro pasado y abren nuestra mente a nuevas ideas”, y en Bogotá se ha reafirmado con este evento. Con la invitación de 30 espacios culturales de Cuba, Panamá, Ecuador, Bolivia, Paraguay, Uruguay y Portugal, la iniciativa liderada por la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte de Bogotá, el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural y el Museo de Bogotá proponen diálogos entre los temas y colecciones de la región iberoamericana.
Estas conversaciones, que se entablarán a través de diferentes actividades en espacios que acogerán a los invitados, llevan a pensar en cómo los museos y las temáticas que abordan, aportan a la creación de una narrativa de la ciudad, el país y la región iberoamericana y la difusión de esta.
De acuerdo con Alejandra Romero, gerente del Museo de Bogotá, la iniciativa de la Noche Iberoamericana de Museos fue creada por la institución que lidera junto con la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte y el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural. El evento se propuso con la intención de “tejer conexiones y crear narrativas de manera colectiva sobre las propuestas de los distintos museos. Lo que queremos es crear una sinergia cultural en el que las personas puedan tener acceso a los museos en un horario extendido, pero además de eso que tengan la oportunidad de conocer cuáles son las narrativas y las distintas acciones que se tienen en distintos museos de la región”.
La metodología propuesta para construir esos puentes fue el intercambio entre los museos iberoamericanos inscritos. Algunos ejemplos de las instituciones que recibirán estas visitas son el Museo del Vidrio de Bogotá con Yaku Parque Museo del Agua de Quito, en Ecuador, o la Fundación Gilberto Alzate Avendaño de Bogotá con la Fundación Texo para el Arte Contemporáneo en Asunción, Paraguay.
Mientras que en la primera edición de la Noche Iberoamericana de Museos apostaron por el diálogo en torno a la construcción de paz, este año quisieron resaltar los procesos que diferentes museos de la región llevan a cabo, de manera que los colombianos y turistas en la capital tengan un acercamiento a ellos a través de intercambio de colecciones, actividades educativas, digitales y proyecciones audiovisuales, entre otros.
De acuerdo con Romero, el objetivo es encontrar puntos de encuentro alrededor de “cómo los museos son espacios de diálogo y de reflexión de las relaciones que tejemos entre los seres humanos y de las relaciones que tejemos también con los sistemas vivos naturales que hacen parte de nuestro entorno. Pensando también en cómo son espacios de encuentro, de diálogo y de disfrute del patrimonio cultural, de las expresiones culturales y de los temas que resultan relevantes para la ciudadanía, para poder de aportar a la construcción de futuros con relaciones más justas”.
Para Olga Acosta, doctora en Historia del Arte y profesora de la Universidad de los Andes, es importante separar los conceptos de museos y colecciones. “Estas son entidades que albergan patrimonios, pero siempre han tenido una responsabilidad de construcción de memoria y son espacios con agenda. En lo que conozco, cualquier museo tiene una idea de su existencia y su por qué”, dijo.
Bogotá tiene aproximadamente 70 museos y, de acuerdo con Acosta, todos tienen algo por decir. “No son neutrales porque construyen narrativas de pasado y de presente”, aseguró. Si los museos son herramientas para construir futuros, compartir conocimientos entre instituciones, regiones y países se convierte en una necesidad para que esa imagen del futuro pueda armarse con los aprendizajes del pasado y el presente.
Para Romero, los diálogos que se tejen entre los museos participantes del evento “están muy anclados a ver el poder transformador de la cultura en la construcción de ciudad y de país”.
Acosta, por su parte, considera que los puntos de encuentro no solo se tejen juntando piezas de las colecciones de cada museo, porque a veces puede haber complicaciones en términos logísticos. Sin embargo, las conexiones entre museos iberoamericanos y la comunicación entre ellos se ha dado durante varios años en la medida en que “los museos se han pensado a sí mismos”.
Las conversaciones y la transmisión de conocimiento que se pueden lograr en espacios como estos en los que, además, los temas son tan amplios, se han visto beneficiadas por el papel que juega la tecnología en estos intercambios. Parte de los eventos previstos para la Noche Iberoamericana de Museos incluye video conferencias, lo cual, desde el punto de vista de Acosta, ofrece facilidades no solo en la comunicación, también en mostrar las colecciones a otros públicos.
Uno de los temas que Romero ha identificado como parte del proceso de organización de este evento fue “la descentralización de la cultura y las distintas posibilidades de expresiones y manifestaciones culturales que se dan en la región”. En la medida en que los museos invitados ofrecen visiones desde diferentes escenarios y con enfoques alternos que “no hablan solamente de una cultura hegemónica y que, además, involucra también las experiencias de las poblaciones que han estado invisibilizadas de los relatos de ciudad y de los relatos de nación”. Un ejemplo que ofreció se encuentra en el intercambio entre el Museo de la Ciudad Autoconstruida y uno de los museos ecuatorianos. De acuerdo con la gerente, esto permitió ver que “no hay experiencias tan distintas como nosotros creíamos, sino que todos nos unimos en este ejercicio de reconocer la cultura como un elemento transformador”.
Romero aseguró que espacios como la Noche Iberoamericana de Museos no solo permiten realizar este tipo de reflexiones, también facilitan el conocimiento sobre los procesos con los que estas instituciones están trabajando “en miras de transformar los estereotipos que se han construido históricamente, de transformar las nociones que se tienen en torno a la conciencia y a la relación que tenemos con nuestros entornos y con nuestros sistemas medioambientales. Creo que es maravilloso ver cómo toma lugar y cómo toma fuerza en una noche como esta”.