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Valverde, el jugador que desparrama fútbol

Valverde comenzó a jugar en 2012 en el Club Atlético Peñarol, equipo que lo impulsó luego a ganar varios títulos y jugar en el Real Madrid.

Ana María Peralta Prieto
28 de diciembre de 2022 - 08:57 p. m.

Federico Valverde (izquierda) durante el partido que se disputó el 24 de noviembre entre Uruguay y Corea del Sur en el Mundial de Catar 2022.
Federico Valverde (izquierda) durante el partido que se disputó el 24 de noviembre entre Uruguay y Corea del Sur en el Mundial de Catar 2022.
Foto: AFP - Agencia AFP

Lo conocen como Pajarito, gracias a su destreza para moverse en el césped. Uno de sus goles más destacados fue con su equipo Real Madrid contra el Sevilla, donde después de un pase de Marco Asensio al extremo derecho del campo, anotó gol en el minuto 80:46. Federico Santiago Valverde es un reconocido jugador de fútbol uruguayo, quien con 24 años participó en su primer mundial: Catar 2022.

Valverde no es solo fútbol. Entre sus talentos ocultos está la cocina, sobre todo cuando se trata de los platos típicos de su país, como el tradicional sándwich de carne de lomo cocido con queso, jamón, tomate, lechuga, aceitunas y mayonesa, que es conocido como chivito, el choripán y el asado uruguayo. Según algunos de sus compañeros del equipo madrileño, es el que mejor cocina de todo el equipo. Siempre ha tenido varias facetas, no siempre soñó con patear un balón, cuando era pequeño quería ser DJ.

Pero tocar discos quedó en los anhelos y desde los 14 años le dio pie a su pasión por el fútbol. En 2012 comenzó a jugar en el Club Atlético Peñarol, equipo en el cual debutó por primera vez el 23 de julio de 2015, en donde logró anotar 8 goles en el mismo año, también ganó la Copa México de Naciones Sub-15, y en los dos años posteriores (2014 y 2015) logró ganar el Torneo de Clausura y el Torneo de Apertura, en donde fue el máximo goleador. Después de ser un jugador destacado en los diferentes torneos, el 4 de abril de 2015, el Real Madrid ofreció cinco millones de euros por el jugador. El 27 de agosto Valverde hizo su primer debut como suplente. En la temporada 2017-2018, luego de irse por un tiempo al Deportivo la Coruña, volvió al Real Madrid como titular indiscutible y renovó su contrato hasta 2027.

Lo caracteriza el esfuerzo, ya que tuvo que someter su cuerpo a varios cambios con respecto al entrenamiento y la alimentación, y aprendió a lidiar con las derrotas y los fracasos. Su excelente despliegue físico le permite, además de jugar su posición de mediocampo, ocupar diversas posiciones en el campo según se requiera. Así, juega entre líneas y elude los marcajes. Según Diego Alonso, el técnico de la selección, “es un jugador que desparrama fútbol cada vez que toca la pelota”, ya que ayuda a su equipo a tener más eficacia haciendo pases tensos y tomando muy buenas decisiones, que han llevado a su equipo a diferentes victorias frente a los rivales.

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Aunque los títulos sean lo de menos, el uruguayo ha recibido varios gracias a sus habilidades con el balón. El primero de ellos fue a nivel nacional en 2016 y con el Club Atlético Peñarol: el Campeonato Uruguayo. Luego, en 2018, a nivel internacional, obtuvo el título Mundial de Clubes con el Real Madrid, igual que el titulo Liga de Campeones en 2022 y Supercopa de Europa en el mismo año. En 2020 obtuvo otros títulos nacionales como la Supercopa de España y Liga Española. Y a pesar de los premios, el jugador no es una persona tan abierta al público como otras figuras. Es más bien tímido e introvertido, sobre todo cuando empezó su carrera profesional.

Según algunos, Federico Valverde, actualmente, es uno de los jugadores que tiene mayor calidad técnica y dimensión física, lo que hace que cueste cien millones de euros y se encuentre ubicado en el número 14 entre los 50 mejores futbolistas que disputaron la Copa Mundo en Catar 2022. Y allí jugó como sabe hacerlo. En el encuentro del 24 de noviembre contra Corea del sur, un minuto antes de culminar el partido, se arriesgó a lanzar el balón al arco desde una posición central, jugada que no resultó como el uruguayo deseaba, ya que el balón rebotó en el poste, pero a pesar de esto, logró sembrar temor en el equipo contrario, desparramando fútbol.

Por Ana María Peralta Prieto

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