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La estatua del político australiano William Crowther, acusado de exhumar sin permiso los restos de un líder aborigen en el siglo XIX, amaneció este miércoles derribada y con los pies cercenados, horas antes de que un tribunal del sur de Australia aprobara la retirada permanente de la efigie.
”Todo llega”, señala una pintura roja en el pedestal de la estatua ubicada en un parque de la ciudad de Hobart, como se aprecia en las imágenes del incidente publicadas en las redes sociales. El acto vandálico se produjo horas antes de que el Tribunal Administrativo y Civil de Hobart, capital de Tasmania, anunciara su decisión de retirar de manera permanente la estatua de Crowther poniendo fin a años de debate.
🚨BREAKING NEWS
— Koori Mail (@koorimailnews) May 15, 2024
THE statue of William Crowther has been toppled this morning in Nipaluna Hobart.
Cut off at the ankles, the statue was loaded onto a truck at around 10am to the sound of cheers from locals who were there to witness the historic moment.
MORE to come. pic.twitter.com/4viQbSkdcq
Crowther, doctorado en medicina, ha sido históricamente acusado de exhumar sin permiso el cadáver del líder aborigen William Lanne, quien fue asesinado en 1869, y de haberle cortado la cabeza para ser utilizada en investigaciones científicas.
Según las denuncias de los defensores de los derechos del pueblo aborigen, el político colonial envió el cráneo de Lanne al Colegio Real de Ciencia, en Londres, y reemplazó la cabeza del indígena con la de otro cadáver, en un intento de ocultar su acción.
En 2022, el Consejo de la ciudad votó a favor de la retirada de la estatua, lo que provocó que asociaciones históricas llevaran esta decisión a los tribunales.
"La historia de lo que sucedió en Hobart durante el período colonial, incluidas las acciones de individuos como Crowther y otros miembros de la fraternidad médica de Hobart, es una parte importante de nuestra historia. Al retirar la estatua, creamos un espacio para contar una historia más amplia, profunda y veraz de nuestro pasado colonial", apuntó la alcaldesa de la ciudad, Anna Reynolds.
La alcaldesa también condenó, en un mismo comunicado, el acto vandálico sobre el monumento.“El vandalismo no tiende puentes, no construye buena voluntad, es ilegal y por eso es decepcionante que ocurra”, subrayó Reynolds, mientras las autoridades han abierto una investigación para encontrar a los responsables del ataque a la estatua.