Varios agentes culturales en Argentina rechazan la Ley Ómnibus de Javier Milei
Este proyecto de ley pone en riesgo a organismos como el Fondo Nacional de las Artes (FNA), la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip), el Instituto Nacional del Teatro, el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) y el Instituto Nacional de Música (INAMU).
El presidente electo de Argentina, Javier Milei, ha propuesto, desde su campaña electoral, cambios importantes en diferentes sectores públicos de la nación. Con el proyecto de ley Ómnibus, enviado al Congreso por el Poder Ejecutivo Nacional, se proponen cierres de organismos públicos, recortes presupuestarios, y reformas que afectarán, entre otros, al Fondo Nacional de las Artes (FNA), que fue creado por decreto en 1958.
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Este proyecto propone derogar la “Ley del Libro”, que establece un precio único de venta al público (PVP), y la modificación de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip), además de derogar las leyes que garantizan el apoyo del Estado a la actividad teatral, recoge la TVP, Televisión Pública de Argentina.
Varios sectores y agentes culturales del país, se han pronunciado por medio de redes sociales, manifestando su rechazo contra este proyecto de ley, que fue firmado por el presidente y su gabinete este miércoles 27 de diciembre, y que en grandes rasgos pretende poner límites a las marchas, el traspaso de la Justicia Nacional a la Ciudad, la implementación del Juicio por Jurados; la declaración de la emergencia pública y económica hasta el 31 de diciembre de 2025 y el aval al Ejecutivo a privatizar 41 empresas estatales.
Desde el Instituto Nacional de Teatro, recoge el medio citado, indicaron que la eliminación se plantea “sin fundamentación, de manera arbitraria y sin el reclamo de ningún sector que demande esta derogación”, además: “El teatro es trabajo y, como tal, generador de miles de fuentes de empleo”.
Por otro lado, la Asociación Argentina de Teatro Independiente (ARTEI), indicó que “derogar la Ley Nacional del Teatro y forzar el cierre del INT (Instituto Nacional de Teatro) es una afrenta a la cultura y al trabajo de toda la comunidad teatral que por décadas se desarrolló alrededor de esta política de Estado que atravesó los más diversos gobiernos”.
En cuanto a la derogación de la “Ley del Libro”, que establece un precio a la venta unitario de las publicaciones, los principales afectados serán las medianas y pequeñas librerías, y editoriales independientes. Las cadenas y supermercados podrán vender libros a un precio similar o inferior, lo que supondría una amenaza para los negocios editoriales locales.
“La Fundación El Libro, institución integrada por la Cámara Argentina del Libro, la Cámara Argentina de Publicaciones, la Sociedad Argentina de Escritores; la Cámara de Librerías, Papeleras y Afines; la Federación Argentina de la Industria Gráfica y el Sector español de Libros y Revistas, manifiesta su total y absoluto rechazo a los proyectos de derogaciones de leyes fundamentales para el funcionamiento del valioso y admirado sistema cultural argentino”, indicó la Fundación El Libro, que organiza cada año la Feria del Libro en el país.
El presidente del Fondo Nacional de las Artes (FNA), Javier Torre, manifestó también su descontento por el posible cierre del organismo que ha brindado, por medio de becas y concursos, apoyo al desarrollo de artistas, gestores y organizaciones culturales. “El FNA es una entidad intachable, admirada internacionalmente, que guarda la obra y el espíritu de nuestros artistas e intelectuales. Es autárquico, lleno de la energía de nuestros jóvenes que han recibido su apoyo y su contención. Jorge Luis Borges, gran primer premio del FNA; Astor Piazzolla, Alejandra Pizarnik, Antonio Berni, Leopoldo Torre Nilsson, Leonardo Favio, Emilio Petoruti están inquietos en el paraíso, no queriendo escuchar esta triste noticia que ensombrecería a la Argentina”, recoge TVP de una entrevista realizada al director y escritor, por el periodista Daniel Gigena de La Nación.
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El financiamiento del FNA, surge del cobro del “dominio público pagante” a editoriales, productoras de cine y empresas que exploten comercialmente obras libres de derecho de autor, que de acuerdo con la legislación argentina, se obtiene después de 70 años del fallecimiento del autor. A pesar de que el organismo depende de la Secretaría de Cultura, antes ministerio, es autónomo y con autarquía funcional, administrativa y financiera.
La Comisión Nacional de Bibliotecas Públicas (Conabip), el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) y el Instituto Nacional de Música (INAMU), también serán objetos de reformas que pretenden disminuir el porcentaje de su financiamiento por parte del Estado.
El presidente electo de Argentina, Javier Milei, ha propuesto, desde su campaña electoral, cambios importantes en diferentes sectores públicos de la nación. Con el proyecto de ley Ómnibus, enviado al Congreso por el Poder Ejecutivo Nacional, se proponen cierres de organismos públicos, recortes presupuestarios, y reformas que afectarán, entre otros, al Fondo Nacional de las Artes (FNA), que fue creado por decreto en 1958.
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Este proyecto propone derogar la “Ley del Libro”, que establece un precio único de venta al público (PVP), y la modificación de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip), además de derogar las leyes que garantizan el apoyo del Estado a la actividad teatral, recoge la TVP, Televisión Pública de Argentina.
Varios sectores y agentes culturales del país, se han pronunciado por medio de redes sociales, manifestando su rechazo contra este proyecto de ley, que fue firmado por el presidente y su gabinete este miércoles 27 de diciembre, y que en grandes rasgos pretende poner límites a las marchas, el traspaso de la Justicia Nacional a la Ciudad, la implementación del Juicio por Jurados; la declaración de la emergencia pública y económica hasta el 31 de diciembre de 2025 y el aval al Ejecutivo a privatizar 41 empresas estatales.
Desde el Instituto Nacional de Teatro, recoge el medio citado, indicaron que la eliminación se plantea “sin fundamentación, de manera arbitraria y sin el reclamo de ningún sector que demande esta derogación”, además: “El teatro es trabajo y, como tal, generador de miles de fuentes de empleo”.
Por otro lado, la Asociación Argentina de Teatro Independiente (ARTEI), indicó que “derogar la Ley Nacional del Teatro y forzar el cierre del INT (Instituto Nacional de Teatro) es una afrenta a la cultura y al trabajo de toda la comunidad teatral que por décadas se desarrolló alrededor de esta política de Estado que atravesó los más diversos gobiernos”.
En cuanto a la derogación de la “Ley del Libro”, que establece un precio a la venta unitario de las publicaciones, los principales afectados serán las medianas y pequeñas librerías, y editoriales independientes. Las cadenas y supermercados podrán vender libros a un precio similar o inferior, lo que supondría una amenaza para los negocios editoriales locales.
“La Fundación El Libro, institución integrada por la Cámara Argentina del Libro, la Cámara Argentina de Publicaciones, la Sociedad Argentina de Escritores; la Cámara de Librerías, Papeleras y Afines; la Federación Argentina de la Industria Gráfica y el Sector español de Libros y Revistas, manifiesta su total y absoluto rechazo a los proyectos de derogaciones de leyes fundamentales para el funcionamiento del valioso y admirado sistema cultural argentino”, indicó la Fundación El Libro, que organiza cada año la Feria del Libro en el país.
El presidente del Fondo Nacional de las Artes (FNA), Javier Torre, manifestó también su descontento por el posible cierre del organismo que ha brindado, por medio de becas y concursos, apoyo al desarrollo de artistas, gestores y organizaciones culturales. “El FNA es una entidad intachable, admirada internacionalmente, que guarda la obra y el espíritu de nuestros artistas e intelectuales. Es autárquico, lleno de la energía de nuestros jóvenes que han recibido su apoyo y su contención. Jorge Luis Borges, gran primer premio del FNA; Astor Piazzolla, Alejandra Pizarnik, Antonio Berni, Leopoldo Torre Nilsson, Leonardo Favio, Emilio Petoruti están inquietos en el paraíso, no queriendo escuchar esta triste noticia que ensombrecería a la Argentina”, recoge TVP de una entrevista realizada al director y escritor, por el periodista Daniel Gigena de La Nación.
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El financiamiento del FNA, surge del cobro del “dominio público pagante” a editoriales, productoras de cine y empresas que exploten comercialmente obras libres de derecho de autor, que de acuerdo con la legislación argentina, se obtiene después de 70 años del fallecimiento del autor. A pesar de que el organismo depende de la Secretaría de Cultura, antes ministerio, es autónomo y con autarquía funcional, administrativa y financiera.
La Comisión Nacional de Bibliotecas Públicas (Conabip), el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) y el Instituto Nacional de Música (INAMU), también serán objetos de reformas que pretenden disminuir el porcentaje de su financiamiento por parte del Estado.