Vladimir Nabokov firmó sus novelas en ruso con el seudónimo de V. Sirin.
Foto: Ilustración de La Che
Había partículas de polvo gravitando en el destello de luz que entraba por la ventana. Viejas lámparas, herbarios de flores silvestres, baúles llenos de ropa. Y muchos, muchos libros. Los libros que la abuela compró en otra época para las clases de Ciencias Naturales de su hija, permanecían guardados en el altillo de la casa. Esos libros cautivaron al joven Nabokov, quien una mañana salió de la habitación exhibiendo el orgullo de un oficial condecorado. Las manos llenas con la Natural History of British Butterflies and Moths, Butterflies of...