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Aunque el deporte será el rey indiscutible en la capital francesa entre el 26 de julio y el 11 de agosto -y también del 28 de agosto al 8 de septiembre con los Juegos Paralímpicos-, París se ha esforzado por amenizar el camino hacia la cita olímpica con un programa compuesto por unas 2.500 actividades, el 80 % de ellas gratuitas, que entremezclan el deporte y lo cultural.
Ese matrimonio era especialmente importante para las autoridades francesas -y se espera que quede muy claro en la ceremonia inaugural, en su recorrido a lo largo del Sena-, que diseñaron unos Juegos integrados con los monumentos de París, en lugar de optar por llevarlos hacia las afueras.
“Francia tiene una historia muy importante con la cultura (...) Es un marcador de nuestra forma de vida”, explicó la coreógrafa francesa Dominique Hervieu, responsable de la denominada Olimpiada Cultural de París 2024, que agrupa todas esas actividades.
La mayor parte de los eventos de la Olimpiada Cultural, que arrancó en 2021, se han desarrollado ya, pero otros estarán aún disponibles para los 15 millones de visitantes olímpicos o se celebrarán precisamente compartiendo escenario con las pruebas deportivas.
Es el caso de los espectáculos de 'voguing' -un estilo de baile originado en la década de los 80 en Nueva York, ligado a las comunidades LGTBI+ racializadas y la denominada 'cultura ballroom'- con los que París 2024 celebrará la diversidad junto a la mismísima torre Eiffel, en una iniciativa inédita en la historia de los Juegos Olímpicos.
Allí, Vinii Revlon, una figura legendaria del vogue francés, convertirá el Parque de los Campeones del Trocadero -un espacio habilitado para que los atletas celebren las medallas con los aficionados- en un gran 'ball' con los colores de los Juegos el 1, el 6 y el 8 de agosto.
En el Parque de los Campeones habrá también otros espectáculos de danza y música para amenizar la espera hasta la llegada de los medallistas, al igual que en la 'Terrasse des Jeux' (Terraza de los Juegos), instalada junto al monumental edificio del Hôtel de Ville (Ayuntamiento) de París.
En las afueras de París, en el departamento de Seine-Saint-Denis también habrá grandes conciertos gratuitos para hacer honor a su papel de sede destacada (allí se encuentra la Villa Olímpica y varios de los recintos de las pruebas), como el que celebrarán la cantante Adèle Castillon y el rapero Gazo el 25 de julio, o el cantautor Slimane al día siguiente.
Los museos abiertos y fiestas en las casas de los países
Otro espacio de celebración serán las 'casas' que muchos de los países participantes tendrán en París, tanto para celebrar sus éxitos deportivos, como para ser simplemente punto de encuentro de los aficionados de cada nación.
Buena parte de ellas, como la de Francia, Canadá, Brasil, Colombia o Ucrania, estarán situadas en el enorme Parque de la Villette, en el noreste de la capital, donde los museos, bares y discotecas se han transformado para convertirse en esta suerte de embajadas deportivas.
Otros países han elegido otros puntos de la ciudad, como Estados Unidos, que ha tomado el céntrico palacio de la Bolsa de París, y en el caso español las celebraciones se harán en el Colegio de España, en la Ciudad Universitaria de París (sur).
Al margen de estas propuestas, no sería un verdadero evento parisino si excluyera a sus grandes museos.
Todos ellos tendrán sus puertas abiertas para acoger a los amantes del deporte y, aunque en citas como la de Londres el balance olímpico para los museos fue desfavorable, París espera que este 2024 ocurra todo lo contrario gracias a que buena parte de las pruebas se realizarán en el mismo corazón de la villa.
"Entre la plaza de la Concorde (sede de las pruebas de deportes urbanos, como el breaking o el skate) y el Louvre se puede ir a pie", recordó Hervieu, que espera que esa accesibilidad y el "prestigio" de las pinacotecas parisinas evite que las galerías de los museos queden casi desiertas.
De hecho, con espíritu de participación en los Juegos, buena parte de las instituciones culturales parisinas han dedicado sus exposiciones temporales estivales al deporte y al olimpismo.
Es el caso del Louvre, que es la pinacoteca más visitada del mundo y que tiene una muestra dedicada a indagar en los raíces de los Juegos modernos, de cuya creación fueron responsables muchas más figuras que el barón Pierre de Coubertin.
Otros, como el Petit Palais, han optado por repasar el papel del cuerpo y del movimiento en el arte y el de Orsay propone un viaje a la primera vez que París fue sede de los Juegos, en 1900.