Walt Whitman: el poeta del cuerpo (Plumas transgresoras)
Walt Whitman ha sido considerado por los estudios literarios como uno de los pioneros de la poesía moderna. Marcado por el humanismo, logró amalgamar la poesía sexual con tendencias románticas y crear una voz infractora y original.
Mónica Acebedo
“Nunca hubo más comienzo que ahora, ni más juventud o vejez que hay ahora; y nunca habrá más perfección que hay ahora, ni más cielo ni infierno que hay ahora”.
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“Nunca hubo más comienzo que ahora, ni más juventud o vejez que hay ahora; y nunca habrá más perfección que hay ahora, ni más cielo ni infierno que hay ahora”.
(Canto a mí mismo)
La mayoría de las personas tienen en su imaginario literario alguno de los versos de Whitman y la idea del poeta estadounidense más relevante de todos los tiempos. Aunque, posiblemente en su momento no fue considerado como tal, Walt Whitman le dio un vuelco a la poesía americana. Presentó una novedosa visión en el lenguaje poético; introdujo al hombre y a la mujer del común como sujetos de sus versos; innovó en la versificación de la naturaleza y el poder del cuerpo humano; hizo referencia a la estética urbana; puso a dialogar el concepto de democracia con la poesía y escandalizó a la sociedad con alusiones sexuales crudas y directas. Estas, entre muchas otras rupturas, hicieron de él una pluma sumamente transgresora y variada. Eberhard Kreutzer se refiere así al cometido de Whitman en la literatura americana: “De manera espontánea, el poeta se dirigía a sus congéneres, a la naturaleza y al cosmos, ensalzando de todas las formas posibles el principio procreativo de la vida e ilustrándolo en una amplia visión espacio – temporal.” (Historia de la literatura, La edad burguesa, V 5, Akal, 1993, p. 267).
En su obra maestra Leaves of Grass (aparecido por primera vez en 1855, modificado y actualizado por él mismo en varias ocasiones), Hojas de hierba, en la gran mayoría de las traducciones al español; el poeta se nutre de su propia sociedad y, sobre todo, de su momento histórico. De hecho, él mismo hizo referencia a su obra así: “Sé muy bien que mis Hojas no podría de ninguna manera haber surgido o haber sido creada o finalizada desde ninguna otra época que la segunda mitad del siglo XIX, ni en ningún otro país que no fuera la América democrática, y solo desde el triunfo absoluto de las armas de la Unión Nacional” (Walt Whitman, Una mirada retrospectiva a los caminos recorridos).
Sus poemas celebran, mucho antes del triunfo de la Unión Nacional, esa nueva nación libre y democrática. El poeta aplaude en lenguaje romántico la grandeza política, moral y verbal de América. Muchos de sus poemas resaltan el devenir de los Estados Unidos. Odiaba la esclavitud y probablemente sus versos anticiparon la horrenda guerra civil:
“Soy el esclavo perseguido... me estremezco con las
mordeduras de los perros, el infierno y la desesperación se apoderan de mí...
los tiradores tiran una y otra vez,
me aferro a los postes de la cerca... gotea la sangre
mezclada con el sudor de la piel,
caigo sobre las hierbas y las piedras, los jinetes espolean a los caballos renuentes y me
persiguen de cerca,
se ríen de mí en mis oídos que me zumban...
me golpean con saña en la cabeza con los mangos de los látigos.”
(Canto a mí mismo)
Walter Whitman nació el 31 de mayo de 1819 en West Hills, Long Island (Nueva York). Fue el segundo hijo de nueve. Su padre fue granjero descendiente de alemanes llegados en el siglo XVII. Cuando nació Walt, la familia decidió trasladarse a Brooklyn para que los niños de esa numerosa familia pudieran asistir a la escuela pública. A los once años empezó a trabajar como aprendiz de impresor y se familiarizó con el mundo de los libros. Regresó a Long Island y se convirtió en editor. Escribió varios relatos breves, todos con tinte político y luego, de vuelta en Brooklyn, se desempeñó como redactor en el periódico Brooklyn Daily Eagle. Escribió ensayos, artículos, crítica literaria y, sobre todo, poesía de variopinta temática. También trabajó como enfermero voluntario durante la Guerra civil estadounidense. En varias ocasiones tuvo dificultades económicas que mejoraron después de la séptima edición de Hojas de hierba, y una vida convulsa desde la perspectiva amorosa y de su orientación sexual, que sus múltiples biógrafos siguen tratando de determinar. Murió de neumonía el 26 de marzo de 1892.
En resumen, Walt Whitman fue uno de los poetas más relevantes de la literatura y ha sido considerado por los estudios literarios como uno de los pioneros de la poesía moderna. Marcado por el humanismo, logró amalgamar la poesía sexual con tendencias románticas y crear una voz infractora y original. Además, sus versos políticos, contestatarios y fundacionales rubrican una poesía transcendental, filosófica y realista al mismo tiempo. Se convirtió en referente de muchos escritores posteriores.
Cierro con otros de sus versos transgresores:
“El sexo lo contiene todo, cuerpos, almas,
significados, pruebas, purezas, manjares delicados,
resultados, promulgaciones,
canciones, órdenes, salud, orgullo, el misterio
maternal, la leche seminal,
todas las esperanzas, beneficios, donaciones,
todas las pasiones, amores, bellezas, delicias de la tierra,
todos los gobiernos, jueces, dioses, líderes del mundo,
a todos los contiene el sexo como partes de sí
mismo y justificaciones de sí mismo.”
(Hijos de Adán, “Una mujer me espera”)