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Quedan 12 días de campaña por la Presidencia de la República, en los que los candidatos se jugarán el todo por el todo. Finalizó ya el período en el que se cocinaron las alianzas. El candidato del uribismo, Iván Duque, se hizo con la mayoría de los apoyos de la denominada “maquinaria”. Consiguió el respaldo del voto cristiano, sumando la adhesión de Viviane Morales, Colombia Justa Libres y el MIRA. También logró que el Partido Conservador dejara en libertad a sus militantes y recibió en sus toldas a un grupo importante de parlamentarios. Por su parte, Germán Vargas Lleras materializó el respaldo del Partido de la U, de los congresistas conservadores que no se sumaron al Centro Democrático y de una parte del Partido Somos. Mientras tanto, Gustavo Petro, Sergio Fajardo y Humberto de la Calle han intensificado sus campañas en calles, plazas públicas y reuniones con líderes sectoriales para dar a conocer sus programas.
Las encuestas de la semana pasada coinciden, no tanto en porcentajes, pero sí en posiciones. Todas muestran a Duque en el primer puesto y a Petro en el segundo, y la mayoría muestra que la diferencia entre uno y otro es de unos ocho o 10 puntos porcentuales. A la vez registran un leve crecimiento en la favorabilidad de Sergio Fajardo, quien se mantiene en el tercer puesto y, en general, ronda los 15 puntos porcentuales. En la fotografía de las mediciones, Vargas Lleras aparece en cuarto lugar, con un leve repunte que le permitió salir del 7 % con el que aparecía ubicado en la mayoría de los sondeos, y ahora ronda el 10 %. Cierra la tabla de posiciones el candidato del Partido Liberal, Humberto de la Calle, que en las dos últimas semanas vivió horas de tensión en su partido por el rumor de una disidencia que estaría tocando las puertas del uribismo y del vargasllerismo.
Así pues, los aspirantes a la Casa de Nariño entran al tramo final de la campaña. Quedan ya menos de dos semanas para el día de la cita en las urnas y son estos los últimos días de actividades públicas. Por eso, lo que viene son los cierres de campaña. Los candidatos tendrán sus agendas atiborradas de actividades públicas. En un día pueden ir a tres ciudades, intensificarán su presencia en las calles buscando respaldos ciudadanos y cumplirán con los últimos debates presidenciales programados por los medios de comunicación. Bogotá, Soacha, Cali, Medellín, el Eje Cafetero, Cartagena y Barranquilla son los fortines electorales que protagonizarán en esta recta final. Actos multitudinarios que combinan los discursos “veintejulieros” con conciertos de reconocidos artistas o convocatorias realizadas por personalidades de la televisión, el fútbol o figuras públicas. Días intensos para consolidar apoyos en dos frentes de batalla: los votos de las estructuras políticas, tales como organizaciones, gremios o empresas, y conquistar los corazones de los indecisos o de los que se inclinan por el voto en blanco.
Estos últimos días también prometen la acentuación de la confrontación en las redes sociales. De hecho, la campaña de mentiras y ataques entre los candidatos parece haber tomado fuerza desde la semana pasada, con situaciones muy dicientes: la publicación de unas fotografías de chicas en bikini que se paseaban por El Rodadero, en Santa Marta, y que repartían publicidad del candidato Germán Vargas Lleras, o la denuncia pública de Gustavo Petro en Twitter, en la que compartía una serie de imágenes de lo que era una simulación de titulares falsos atribuidos a él, como uno en el que decía tener más seguidores que Jesucristo o que el arriendo de vivienda era un lujo y debía tener un impuesto del 25 %.
En el primer caso, Vargas Lleras acusó a gente cercana a Marta Lucía Ramírez, fórmula vicepresidencial de Iván Duque, de haber planeado una estrategia de desprestigio. “Es un montaje”, señaló el candidato. El segundo hecho no tuvo mayor repercusión por fuera de las redes sociales. En esta batalla campal de “campaña negra”, el más reciente episodio ocurrió el domingo, cuando personas cercanas a Vargas Lleras y Petro denunciaron una presunta guerra sucia por parte del uribismo, a través de la publicación de lo que sería un correo enviado por la asesora de comunicaciones de Duque, Gloriza Ramírez, en el que presuntamente se ordenaba viralizar una foto en la que aparecían Vargas, Petro y el presidente Juan Manuel Santos, con la idea de que había una alianza entre los dos. En respuesta, Ramírez señaló que se trataba de una “noticia falsa” y que ese correo “nunca se envió”. Aclaró, además, que su papel dentro de la campaña uribista se enfoca en medios de comunicación tradicionales y no tiene nada que ver con el manejo de las redes sociales.
No obstante, internet no puede pasar desapercibida, pues es el espacio en el que se ponen a rodar muchos de los temas de la agenda pública y que son hegemónicos en los discursos de los candidatos. Por ejemplo, la situación de crisis que se vive en la represa Hidroituango ha sido el caballito de batalla de varios de los aspirantes para atacar a candidatos como Vargas Lleras y Sergio Fajardo, así como también lo ha sido la crisis social, económica y política de Venezuela para lanzar ataques en contra de Petro. Y ni qué decir de todo lo que se ha inventado en contra de Duque. Lo cierto es que la agudización de las tensiones en la lucha por el poder está al rojo vivo, y a ello se suman otras restricciones, como la publicación de encuestas u otro tipo de estudios estadísticos o de opinión de carácter político o electoral durante la última semana (del 20 al 27 de mayo). En los últimos días los candidatos se sacarán chispas.