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Los partidos que no tienen candidato propio a la Presidencia de la República se juegan su suerte, por no decir su futuro. El objetivo fundamental es ser gobierno, dicen ellos, para plantear sus propuestas e incidir en el manejo del país en favor de los ciudadanos. Para los críticos, no es más que una negociación estratégica para no quedarse por fuera en la repartición burocrática del poder en los próximos cuatro años. Lo cierto es que las últimas horas entre los conservadores y en el Partido de la U han sido agitadas, con llamadas telefónicas, muchas reuniones y, sobre todo, muchas especulaciones.
Aunque los más urgidos parecían ser los azules y ayer se esperaba que en reunión de su Directorio Nacional se llegara a un consenso sobre a quién van a apoyar entre Iván Duque y Germán Vargas Lleras, no hubo humo blanco. Al final se optó por dejar para la próxima semana la decisión. Además, una norma interna que obliga a que sea la Convención del partido la que defina ese tipo de coaliciones está atravesada en el camino, pero según el senador Efraín Cepeda, al no tener candidato, el Directorio tiene esa potestad. Todo indica que los conservadores prefieren esperar a ver cómo serán los resultados de las próximas encuestas para no equivocarse y, de pronto, montarse en el bus perdedor.
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Al cierre de esta edición comenzaba a escucharse la versión de que Juan Carlos Pinzón, candidato presidencial independiente y con pasado en las toldas conservadoras, habría aceptado ser fórmula vicepresidencial de Vargas Lleras, lo cual no significa asegurarse el respaldo del partido. El plazo para hacer cambios en dicha fórmula se vence hoy. Como se sabe, hace ocho días presentó al exministro Luis Felipe Henao, uno de sus hombres de confianza, como compañero de campaña, quien no tendría problemas para hacerse a un lado ante la conveniencia política de tener a alguien que sume apoyos en la cerrada lucha por el poder.
En la U, mientras tanto, ayer corrieron rumores de una supuesta reunión del expresidente y líder del Centro Democrático Álvaro Uribe con varios de los electos congresistas del partido, oriundos de la Costa Caribe. Ya su director, Aurelio Iragorri, dijo que cualquier determinación que se tome en materia de respaldo para las presidenciales se hará en bancada y que esperarán al menos hasta después de Semana Santa para decidir. Eso sí, la condición que han puesto para sumar ese respaldo es el apoyo a los acuerdos de paz. Además de Duque y Vargas Lleras, la U no descarta a Sergio Fajardo.
Por cierto, hablando de la Coalición Colombia —la de Fajardo con los Verdes y el Polo Democrático—, comenzó a abrirse paso una posible alianza con Carlos Caicedo, el exalcalde de Santa Marta que compitió con Gustavo Petro por la nominación presidencial el pasado domingo en la izquierda, que ya está en primeras exploraciones. Antonio Sanguino es el encargado de dichos acercamientos y en la Coalición siguen insistiendo en la necesidad de concretar una unión con el mismo Petro y con Humberto de la Calle, si se quiere sobrevivir en la primera vuelta.
Así las cosas, las horas por venir serán claves de cara al reacomodo del ajedrez político frente a la elección presidencial. Cada quien está moviendo sus fichas y analizando con qué candidato conviene irse. Al fin y al cabo, de lo que se trata es de ser poder o, hablando en términos del deporte ciencia, algo así como de ser alfiles del gobierno 2018-2022.