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Desde cuando se conocieron los resultados de las elecciones legislativas del pasado domingo, mucho se ha hablado de lo que viene en términos de alianzas. Toda suerte de vaticinios han surgido sobre las decisiones que los candidatos con mayor opción de pasar a una segunda vuelta presidencial estarían dispuestos a tomar con tal de no quedarse atascados en los comicios del próximo 27 de mayo. Unos, invitan a los sectores de la denominada centroizquierda a tomarse un tinto y, por qué no, a renunciar a sus egos triunfalistas a favor del “bien común”. Así, se han propuesto alianzas entre el liberal Humberto de la Calle y el candidato de la Coalición Colombia, Sergio Fajardo, pero ambos ya han dicho que irán solos a primera vuelta.
(Lea: ¿Qué tan complicado es que los candidatos presidenciales hagan alianzas?)
De la Calle, porque la ley 1475 de 2011 es clara en que los resultados de las consultas populares son obligatorios. Eso, en términos prácticos, significa que si retira su candidatura tendrá que pagar a las autoridades electorales el monto que costó la consulta que lo eligió como candidato en noviembre pasado. Es decir, $40.000 millones . Y Fajardo, porque viene trabajando a partir de los resultados de las encuestas de intención de voto, en las que aparece punteando. El tercer candidato de ese sector, el exalcalde Gustavo Petro, quien sí lidera los sondeos, ha sido el más interesado en establecer esos lazos para evitar que la derecha se imponga en Colombia, según personas afines a su campaña.
Del lado de la derecha, también con amplias posibilidades de llegar a la segunda vuelta presidencial, están el candidato de la coalición Uribe-Pastrana, Iván Duque, y su fórmula vicepresidencial, Marta Lucía Ramírez. Y el principal triunfador en las elecciones legislativas del domingo, Germán Vargas Lleras, cuya votación superó los dos millones de sufragios. Pero, ¿qué pasa con los partidos que no tienen candidato? ¿Hacia qué lado se van? ¿Serán capaces de inclinar la balanza hacia uno u otro sector? El partido del presidente Juan Manuel Santos, la U, y el Partido Conservador aún no definen al candidato que apoyarán pero, indudablemente, como lo ha dicho el senador de la U, Roy Barreras, serán definitivos para los resultados de las presidenciales. Y esta semana es crucial para comprometer apoyos.
(Lea: Marta Lucía Ramírez llama al partido Conservador a apoyar a Iván Duque)
Hoy, en la sede del partido de los azules se realizará una junta parlamentaria, entre congresistas actuales y electos, para definir cuál camino tomar. Y el panorama no está fácil. En primer lugar, porque el presidente de la colectividad, Hernán Andrade, siempre jugó del lado del santismo. Eso le valió que los godos, al menos en un principio, se volcaran a favor de los proyectos para implementar el Acuerdo de Paz. Pero su postura no era la misma de toda la colectividad, al punto que al final, varios terminaron votando en contra o ausentándose del Legislativo. El segundo factor se deriva de los resultados del domingo.
El mayor elector resultó siendo el cordobés David Barguil, quien saltó de la Cámara al Senado con 139.147 votos y quien se ha caracterizado por ser una voz crítica al gobierno Santos. Y no sólo eso. Su inclinación política la tiene clara: apoyará al candidato Germán Vargas Lleras en su carrera hacia la Casa de Nariño. La disyuntiva adicional está, finalmente, en que el candidato del uribismo eligió a la conservadora Marta Lucía Ramírez como su fórmula vicepresidencial y, de hecho, ella misma le pidió ayer a la bancada que los acompañara en las elecciones de mayo. El lío es que todo este tiempo la exministra ha venido criticando de manera vehemente a los parlamentarios azules, al punto de haber renunciado a su partido. ¿La perdonarán?
Por los lados de la U, las parlamentarias, más que una derrota, por la pérdida de curules, fueron vistas como un triunfo, pues respondieron con más de 1´800.000 votos a quienes auguraban la muerte de un partido, el descenso a su mínima expresión, menos de diez escaños en Senado. Y no fue así, hoy tienen 14 senadores y 25 representantes en la Cámara. Una fuerza nada despreciable por la que se babean los aspirantes a la Casa de Nariño. Por eso, hoy y mañana los parlamentarios de la U, actuales y electos, se reunirán a puerta cerrada para evaluar la jornada electoral y su futuro inmediato, pues tras las elecciones a Congreso se convirtieron en una de las fuerzas determinantes para las presidenciales. “Con estas águilas que hay en el partido, nada es descartable”, explicó un parlamentario para ilustrar la disyuntiva actual: apoyar la candidatura de Germán Vargas Lleras o deslizarse hacia el uribismo.
“Lo de Vargas es una gran opción, pero siento que no hay unanimidad en torno a ese camino. Porque hay heridas; los Char sacaron tres senadores y golpearon a los electores costeños, y eso tiene a algunos ardidos. Lo otro son las encuestas: los parlamentarios ven que Vargas cae, y la política lo que persigue es el poder”, continuó en su análisis. Las reuniones de los próximos días buscarán acordar el apoyo a un candidato o definir un mecanismo para que los aspirantes puedan cautivar a los miembros de la U. En abstracto todo suena bien, pero lo claro es que el camino de la colectividad del presidente sólo tiene dos rumbos: o apoyar al exvicepresidente Vargas o irse con Iván Duque. “No se le olvide que este partido es el da la U, y no por una alusión a la universidad. Nació como la base electoral de Álvaro Uribe. En estos términos lo más probable es que nos acojamos al plan ‘mesi’, que consiste en tomar una decisión mes y medio antes de las elecciones, es decir, sobre el 15 de abril, este partido habrá destapado sus cartas”. Ahora, los partidos afines a la derecha tienen la sartén por el mango, y con más de tres millones de votos –sumados– se convierten en la cereza del pastel.