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Históricamente estuvo controlada desde el punto de vista político por los liberales y conservadores y son célebres los relatos acerca de la dimensión que alcanzó la violencia partidista en la región. Incluso fue allí donde tuvieron origen importantes movimientos de reivindicación popular desde los Comuneros que se convirtieron en precursores de la independencia, hasta algunos de izquierda revolucionaria del Siglo XX que terminaron dando vida, por ejemplo, a la guerrilla del Eln.
Sin embargo, el clan de los Aguilar no tiene una vinculación directa con los partidos políticos tradicionales de la región. De hecho, su jefe, Hugo Aguilar es un coronel que se hizo célebre porque fue quien disparó la bala que segó la vida del jefe del Cartel de Medellín, Pablo Escobar Gaviria en 1993.
Casi una década después el coronel Aguilar ingresó a la política de la mano del Partido Convergencia Ciudadana, uno de los protagonistas de los escándalos por los nexos entre grupos paramilitares con dirigentes políticos. Aguilar aspiró primero a la alcaldía de Suaita, al concejo de San Gil, fue luego diputado por Santander y alcanzó a ser gobernador de ese departamento.
Fue destituido e inhabilitado por al Procuraduría y luego condenado por la Corte Suprema de Justicia bajo cargos de apoyo a los paramilitares. Con Aguilar preso el liderazgo político del clan fue asumido por su hijo Richard (también investigado por corrupción) y por Mauricio, actual senador investigado por parapolítica.