Bolívar y Cartagena: un gobernador esperado, un alcalde sorpresa

Vicente Blel Scaff y William Dau Chamat llegaron a la Gobernación de Bolívar y a la Alcaldía de Cartagena, respectivamente.

Pedro Mendoza – Especial para El Espectador
28 de octubre de 2019 - 03:19 a. m.
Vicente Blel Scaff y William Dau.  / Cortesía
Vicente Blel Scaff y William Dau. / Cortesía

El proceso electoral en Bolívar y Cartagena dejó como gobernador a Vicente Antonio Blel Scaff, hijo del condenado para político Vicente Blel Saad, luego de lograr 377.092 votos, con el 97,24 % de mesas informadas. En Cartagena, por su parte, el nuevo alcalde es William Dau Chamat, quien con el 98,74 % de las mesas informadas, había obtenido 113.251

El nuevo gobernador de Bolívar está en el mundo de la política desde muy joven. Con 34 años de edad se presentó a las elecciones para ser el sucesor de Dumek Turbay y uno de los puntos que se destacan en su carrera fue su paso por el Concejo de la ciudad, además de su llegada a la Asamblea departamental con 18 años. Y tuvo uno de los momentos más críticos durante su campaña cuando se conocieron varios audios que relataban cómo se movían los hilos de la corrupción en Bolívar y Cartagena.

En ellos resultada involucrado su padre y esa fue la razón por la que el Centro Democrático le retiró su apoyo. “Sin ninguna justificación, hoy nuevamente me veo respondiendo por actos ajenos a mi persona, pero cercanos a mi familia. Las grabaciones y lo que ahí se escucha atenta contra el trabajo serio, honrado y responsable que, al lado de mi hermana (la actual senadora Nadia Blel Scaff), hemos realizado durante muchos años para hacer nuestro propio camino. Pero hay que afrontar con valor diciéndoles a todos, inclusive a mi padre, que no estoy dispuesto a que arranquen de forma irresponsable los sueños de tantas personas”, aseguró Blel Scaff en su momento.        

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El nuevo gobernador recibe un departamento que calcula una tasa de crecimiento anual del 2,27 %, de acuerdo con una proyección promedio periodo del 2015 al 2020. Un informe de la Cámara de Comercio de Cartagena indica que el PIB de Bolívar creció 4 % en 2017, dos veces más que el PIB nacional, alcanzando un valor de $32,3 billones (el segundo más alto de la región Caribe y séptimo del país). Los sectores con mayor aporte al PIB departamental fueron industria, construcción, alojamiento y servicios de comida, pero el mayor crecimiento se registró en el sector agropecuario. El mercado internacional generó un superávit en la balanza comercial, producto de un aumento en el valor de las exportaciones.

Avalado por el Partido Conservador, el Liberal, la U, la ASI y el Centro Democrático, pero sobre todo rodeado de toda la clase política tradicional que ha ostentado el poder en Bolívar durante décadas, Blel tendrá el reto de cumplir con su palabra y demostrarles a los bolivarenses si realmente tiene la capacidad de mantener su administración de prácticas corruptas o sí, por el contrario, se convertirá en uno más de una extensa lista.

Un alcalde sorpresa

Con un mensaje contundente en contra de la corrupción y la clase política tradicional, los cartageneros eligieron a William Dau Chamat, en contra de todos los pronósticos y encuestas que daban como ganador al cuestionado William García Tirado. Dau Chamat aspiró por el movimiento Salvemos a Cartagena. Es abogado de profesión y siempre se mostró muy activo en la campaña, con un estilo bastante irreverente.

En el debate de candidatos organizado por El Espectador en la ciudad heroica, el entonces candidato dijo que era el único aspirante que había denunciado a “los manatíes que se roban el 70 % de la ciudad, y acusó directamente a las familias García, Blel, Cáceres o Montes. “No soy político, no estoy acostumbrado a hablar en público, cada vez que me sentaba decía ‘¡!miércoles! por qué no dije esto, yo soy más un ejecutivo, de sentarme en un escritorio a pensar bien las ideas, no hablar ni disparar sin pensar primero’”, sostuvo.

En 1999, el nuevo alcalde de la ciudad fundo la veeduría ciudadana Corporación Cartagena Honesta. Su trabajo lo llevó a buscar asilo político en Estados Unidos en 2004, con la colaboración de la Escuela de Leyes de la Universidad de Columbia, y desde fue un constante contradictor de las decisiones que se tomaban en la ciudad. En el 2017 comenzó desde Estados Unidos el movimiento anticorrupción “Salvemos a Cartagena”, usando las redes de sociales como plataforma.  

Una de sus propuestas más populares fue la de prevenir actos de corrupción con un control de la contratación a través de lo que ha denominado “auditorías forenses”, “empleando la inteligencia artificial para quitarles el manejo a abogados y dueños de secretarías, de modo que un computador haga un trabajo más riguroso (…) Soy el único que tiene los cojones para acabar la corrupción”.

Dau Chamat tiene unos retos muy importantes al frente de Cartagena. La ciudad ha tenido 11 alcaldes en los últimos ocho años, cuatro fueron electos popularmente y siente en calidad de encargo. Según el más reciente informe de Cartagena Cómo vamos, ningún plan de desarrollo se ha ejecutado en su totalidad. “En 2018, se mantuvo la tendencia decreciente en los niveles de pobreza de la ciudad luego del aumento en 2016. Aun así, el 26 % de la población, es decir, más de 268 mil cartageneros, vive en condición de pobreza y el 3 %, lo equivalente a 35 mil personas, vive en la indigencia, convirtiendo a Cartagena, junto con Cali, en una de las ciudades más pobres entre las siete principales capitales de Colombia, así mismo, los ingresos promedio por habitante fueron inferiores en un 29,3% al salario mínimo mensual vigente de 2018, que fue de $869.453”, sostiene el informe. El primero de enero comenzará la prueba de fuego para Dau.

* Especial para El Espectador

Por Pedro Mendoza – Especial para El Espectador

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