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Hernando Orley García Vásquez no sobrevivió al atentado que hicieron en su contra. En la tarde del sábado, el candidato del Centro Democrático a la Alcaldía de Toledo (Antioquia), municipio ubicado a unos 168 kilómetros al norte de Medellín, fue atacado con una escopeta en una zona de la vereda de Morales, a 40 minutos del casco urbano de Toledo. Eso es lo que hasta el momento saben las autoridades. García Vásquez falleció cuando era trasladado en helicóptero hacia la capital antioqueña y su muerte se suma a las de otros cinco candidatos que han perdido la vida en medio de la campaña electoral por el poder regional.
En el pueblo hay tensión y la misma noche del sábado los seguidores de García Vásquez protestaron en la estación de Policía para exigir justicia, con pequeños forcejeos entre los ciudadanos y agentes, en medio de señalamientos a otros candidatos que están en la contienda. El Centro Democrático, partido que apoyó esa aspiración política, también pidió celeridad, mientras que la Defensoría del Pueblo señaló en un comunicado que “la sociedad debe reflexionar sobre el daño que le hacen a la democracia la estigmatización y la polarización”.
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La Gobernación de Antioquia ofreció desde ayer una recompensa de $30 millones para obtener información que permita dar con los responsables del crimen, mientras que la Policía confirmó la creación de un grupo especial integrado junto con miembros del Ejército y la Fiscalía, que tendrá dedicación exclusiva a ese caso.
De acuerdo con la alerta temprana electoral que publicó la Defensoría del Pueblo la semana pasado, 36 municipios de Antioquia presentan algún tipo de riesgo electoral por la incidencia de grupos armados ilegales. Diecisiete están en riesgo extremo, que son Yondó, Cáceres, Cañasgordas, Caucasia, Dabeiba, El Bagre, Ituango, Zaragoza, Peque, Remedios, Segovia, Tarazá, Uramita, Valdivia, Urrao, Frontino y Bello. Y si bien Toledo no es parte de los 36 municipios reseñados, este nuevo hecho deberá hacer que las autoridades vuelvan sus ojos hacia esa población.
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Con la muerte de García Vásquez ya son seis aspirantes a las elecciones los que han sido asesinados desde el 27 de julio, fecha en la que se cerraron las inscripciones de candidaturas. El pasado 1° de septiembre, en un atentado con fusiles y granadas, mataron a Karina García, candidata a la Alcaldía de Suárez (Cauca), y Yeison Obando, candidato al concejo de ese mismo municipio. El 19 de agosto fue hallado sin vida el cuerpo de Luis Eduardo Caldera Villamizar, quien era aspirante al Concejo de San Jacinto del Cauca (sur de Bolívar), desaparecido días antes.
El 12 de agosto fue Nelson Enrique Gaviria García, candidato al Concejo de Betania (Antioquia), quien fue interceptado cuando se desplazaba en un taxi por desconocidos que le propinaron varios disparos y lo mataron. Y el 3 de agosto, Silvio Alonso Álvarez, candidato por el Centro Democrático al Concejo de Versalles (Valle del Cauca), fue hallado muerto en la vereda Arabia con un impacto de bala. Estos hechos, incluso, ya han motivado propuestas, como la del senador Gustavo Petro, para que no se realicen las elecciones en los sitios en donde la violencia está a la luz del día en la contienda. “Ni las elecciones de Suárez ni las de Toledo se deben realizar, ninguna elección es válida si han asesinado a uno de los candidatos participantes”, comentó el congresista en Twitter.
Contexto: Uno de cada tres municipios en Colombia está en riesgo electoral por grupos armados
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