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Tuvieron que pasar más de 200 años de vida republicana para que Silvia, un municipio al oriente del Cauca, donde históricamente ha habitado el pueblo misak, tuviera una gobernante mujer e indígena.
La historia de Mercedes Tunubalá se sumó a los hitos que se marcaron en la jornada electoral del pasado 27 de octubre. En esa población, de poco más de 32.000 habitantes, el 80 % son indígenas. Tunubalá consiguió 4.226 votos, suficientes para ser la cuarta administración misak consecutiva en el municipio, pero la primera encabezada por una mujer.
En Silvia viven unos 25.000 indígenas, organizados en siete resguardos. Es un pueblo tranquilo en medio de un departamento convulso. Su cicatriz histórica es la toma de las Farc al municipio en mayo de 1999. Esa herida se cerró y hoy lo que más preocupa a sus comunidades es el acceso a agua potable y el cuidado ambiental de su territorio.
La alcaldesa electa es economista de la Universidad del Valle. “Me tuve que endeudar para estudiar”, aseguró. Financió sus estudios con un crédito del Icetex y con la ayuda de sus papás, mamá Julia y taita Manuel, ambos agricultores. Además, tiene una especialización de gestión de proyectos de inversión de la Universidad Libre de Cali. En entrevista con El Espectador contó los pormenores de su campaña.
¿Por qué tomó la decisión de aspirar a la Alcaldía?
Fue una decisión comunitaria. En las comunidades indígenas trabajamos en procesos colectivos y llegamos a un acuerdo en asambleas. Simplemente me dijeron: “A usted le toca participar en las elecciones representando al pueblo misak”. Nuestro triunfo no es individual, sino de todo un pueblo. De un proceso que viene desde la Constituyente de 1991.
¿Cómo funcionan esas asambleas?
El cabildo de Guambia, que es la autoridad que representa la asamblea, convoca a una reunión para definir un tema determinado. En este caso era la parte electoral para ver si íbamos a participar, decir quiénes iban a ser los candidatos, etc. Ese es el procedimiento que se hace.
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¿A qué le atribuye su triunfo electoral?
Creo que el trabajo del pueblo misak no se puede negar. Eso es un proceso que no es solo coyuntural en la parte electoral, sino que es un camino que nosotros emprendimos hace tiempo: la lucha por la reivindicación de los derechos de los pueblos indígenas. Hoy hacemos historia en Cauca con gobernador afrodescendiente (Elías Larrahondo) y con Alcaldía indígena en Silvia.
¿Qué le dijeron las personas de su comunidad cuando se enteraron del resultado?
Mis papás me dieron un consejo: que cada vez que nosotros escalemos a diferentes espacios, más sencillos debemos ser. Ante todo la humildad, eso es lo que nos aconsejan los mayores.
¿Desde cuándo se interesó en la política?
Desde los años 70, cuando los mayores empezaron a encaminar mi proceso con la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos. En la misma época nos organizamos como pueblo misak para la reivindicación de derechos, siempre buscando formas de llegar a este tipo de espacios.
¿Cuál es el papel de la mujer en la comunidad misak?
El grado de machismo que hay en las comunidades indígenas y en la mía propia es grande. Esta reivindicación fue histórica, tanto para Silvia como para el pueblo misak, porque de alguna forma las mujeres han empezado a ejercer diferentes derechos.
¿Cuál sería su consejo para otras mujeres que quieren ocupar puestos de elección popular?
Nosotras las mujeres, unas a través de las luchas y otras a través del reconocimiento de derechos, hemos ganado espacios. A partir de ellos todas tenemos la capacidad de liderar procesos tanto municipales, departamentales y nacionales, y, por qué no, poder algún día tener una presidenta mujer. Hacia allá debemos apuntar.
¿Cuáles son los mayores desafíos que enfrentará?
Hay grandes retos para proteger a los grupos vulnerables. Nuestro programa está enfocado en ese sentido, teniendo en cuenta que el municipio de Silvia es uno de sexta categoría, donde esos sectores sociales tienen muy poca participación a nivel presupuestal. Nos enfocaremos en los adultos mayores, discapacitados, jóvenes, las mujeres y comunidades indígenas.
¿Cuáles son los temas más urgentes por solucionar?
En este momento nos preocupa un tema de salud mental. Nuestros jóvenes están encaminándose por otro lado. Hay consumo de sustancias psicoactivas. Nos preocupa mucho. Ese será el principal enfoque: hacer acciones por la juventud a través del deporte, de la identificación del talento, de poder apoyar desde el municipio a ese sector vulnerable.