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El director Klych López, recordado por trabajos como "La ronca de oro" y "Fugitivos", está a punto de finalizar su ópera prima, "Siempreviva". La película, basada en la obra del dramaturgo Miguel Torres, tiene previsto su estreno en las salas de cine nacional durante el segundo semestre de este año, justo para conmemorar los 30 años de la toma del Palacio de Justicia, por lo que el equipo de producción lanza la campaña "crowdfunding" y así financiar la etapa final del filme.
Ana Piñeres, vicepresidenta y productora ejecutiva de CMO Producciones (productora del largometraje), explica película es "independiente con matices políticos que toca tangencialmente un hecho muy importante para la historia de nuestro país", por lo que "empresas privadas prefieren abstenerse de apoyar películas que, con riesgo y sin tapujos, comprometa editorialmente su postura frente a esos hechos".
Así que para conseguir los recursos financieros que hacen falta, los productores decidieron realizar la campaña 'crowdfunding' en La chèvre, que según dice Piñeres "no es un mecanismo de financiación para cualquier proyecto", pero que se adapta justamente a "Siempreviva" por ser una "película que tiene elementos sociales, políticos y artísticos arriesgados".
"Es el tipo de película que no encuentran apoyo financiero tan fácil en fondos privados, pero que si "puede acceder a tocar almas e intenciones que se sumen a la causas, sin juzgar ni aleccionar, pero si poniendo sobre la mesa elementos de análisis, reflexión e inclusive incomodar a algunos sectores", enfatiza la productora.
Los interesados en colaborar con el equipo de "Siempreviva" pueden navegar este enlace (Lachevre.co) y leer los detalles de proyecto. Las donaciones pueden ser por cualquier valor, pero CMO Producciones ofrece "recompensas" por montos que van desde los $50.000 hasta los $3’.000.000.
"Siempreviva" narra la historia de Julieta, joven que algún día, anclada en las esperanzas de la madre, volverá a entrar por la puerta por la que salió para irse a trabajar la mañana del 6 de noviembre de 1985, día de la toma del Palacio de Justicia. Los hechos son narrados desde la perspectiva de seis habitantes al interior de una casa de inquilinato del barrio La Candelaria.