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"Hace años que no me emociono con nada; me siento culpable desde hace mucho tiempo", dejó escrito Kurt Cobain en una nota póstuma para su hija Frances y su mujer Courtney Love, el que fuera víctima de su propio éxito, clasificado en el cajón de los genios atormentados y de los suicidas.
Lo cierto es que, drogadicto depresivo y víctima de su propio éxito, entre el 4 y el 8 de abril de 1994 se pegó un tiro tras inyectarse una sobredosis de heroína. La semana pasada, el Departamento de Policía de Seattle, Estados Unidos, facilitó a la opinión pública fotografías inéditas de la casa donde murió el líder del grupo Nirvana. (Ver galería Revelan nuevas fotografías del 'suicidio' de Kurt Cobain).
Su final, a los 27 años, le consagró como leyenda y como gran mártir de la historia del rock, después de una corta pero intensa carrera discográfica al frente de Nirvana.
El grupo originario de Seattle, en el estado de Washington (EE.UU.), encarnó la esencia del desencanto desgarrado del "grunge", música que vino acompañada de un movimiento estético y en la que también se movieron formaciones como Pearl Jam, Alice in Chains o Soundgarden.
Cinco años después de su desaparición, mediante más de cuatrocientas entrevistas, informes médicos, diarios personales y canciones inéditas, el periodista Charles R. Cross reconstruyó la biografía de aquel mito musical y la tituló "Heavier than Heaven" ("Más duro que el cielo").
En ella, el periodista de Rolling Stone y de The Rocket tuvo acceso a textos inéditos autobiográficos, fragmentos de las decenas de diarios que Kurt Cobain escribió y dibujó a lo largo de sus 27 años de vida.
En su nota póstuma, por ejemplo, describe a su mujer, Courtney Love, como "una diosa", "llena de ambición y de empatía", y a su hija, como una niña rebosante de amor y alegría que le recuerda "demasiado" a sí mismo de niño.
Cobain, que se hallaba convencido de que su falta le haría bien a ella, no quería enfrentarse al hecho de que su hija siguiese su senda y llegara a ser "una rockera siniestra, miserable y autodestructiva". (Ver galería Kurt Cobain sobrevive como ícono del "grunge").
Era, precisamente, en la infancia del artista donde Cross encontraba el origen de los rasgos de personalidad más característicos del cantante. Traumatizado por el divorcio de sus padres y sin un hueco afectivo y físico donde sentirse seguro en su adolescencia, el amor y el odio contra sus padres, Don y Wendy, marcará sus relaciones afectivas y su baja autoestima.
Alegre, cariñoso y dotado de talento para el dibujo, el Kurt Cobain niño interiorizó ese divorcio como "una hecatombe emocional" y sus efectos, la desaparición de "todo aquello en lo que confiaba", fue un punto de inflexión en su carácter, creciendo como un adolescente conflictivo y tendente a la evasión de la realidad mediante las drogas.
Tras varios años de cambios habituales de domicilio, Cobain comenzó a interesarse por el cine, los cómics y la música. Unas clases de guitarra que le impartió su tío Chuck, y que interrumpió por el bajo rendimiento de Kurt en los estudios, fue el detonante involuntario de tardes y tardes de ensayos, cerveza, ácidos y marihuana.
Ascensión meteórica
Luego vendría Nirvana y la rápida ascensión de este grupo. "Ojalá hubiera alguien a quien pudiera pedirle consejo. Alguien que no me hiciera sentir como un bicho raro por vomitar lo que llevo dentro y tratar de explicar todas las inseguridades que me vienen atormentando desde, eh, unos 25 años ya", escribiría Kurt en una crisis de soledad después de un concierto que congregó a miles de personas.
Cobain se quemó en los cinco años que duró su carrera musical, el tiempo que tardó Nirvana en convertirse en un grupo de impacto mundial.
Nirvana debutó en 1989 con "Bleach"; después vendría su primer triunfo "Nevermind" (1991), que popularizaría la canción "Smells Like Teen Spirit", en un himno para los adolescentes de la época. (Ver video de "Smells Like Teen Spirit").
En marzo de 1993 llegó "In Utero", título apropiado para un recién estrenado papá, como era Cobain, aunque este quiso haberlo titulado "Me odio y quiero morir". (Leer Nirvana reedita "In Utero" y presenta canción inédita).
Un año después se realizó el conocido "MTV Unplugged In New York", y el grupo inició una gira por Europa, aunque tras 16 conciertos Cobain comenzó a sentirse mal y la canceló.
Al poco tiempo intentó suicidarse en un hotel de Roma ingiriendo 60 pastillas de un potente narcótico. (Leer Cuando Kurt Cobain conoció a su ídolo: William S. Burroughs).
El referente de Nirvana se recuperó milagrosamente, solo para intentarlo de nuevo, esta vez con éxito, en su residencia de Seattle después de haber pasado un tiempo en una clínica de rehabilitación en California. La muerte de su líder fue un impacto que marcó el final de una generación, al modo del asesinato de John Lennon.
Veinte años más tarde, además de su inmenso recuerdo, de vez en cuando la que fuera su mujer, Courtney Love, nos devuelve la memoria de Cobain. Aunque tal vez no de la manera más adecuada.
Desde perder temporalmente la custodia de su hija a enfrentarse al desahucio por dañar la decoración de su residencia en Nueva York y no pagar el alquiler, Love se ha mostrado en este tiempo como una controvertida cantante, alguien con un pasado difícil.
Después de la desaparición de Cobain, Love gozó de gran popularidad en la industria musical a través de su banda Hole y firmó éxitos como "Celebrity Skin" o "Malibu". También se atrevió con el cine y obtuvo papeles importantes en películas como "The People vs. Larry Flint" (1996), por la que fue nominada a un Globo de Oro, y "Man on the Moon" (1999), ambas dirigidas por Milos Forman.
Sin embargo, en los últimos años Love ha aparecido sobre todo en los medios de comunicación por sus dificultades económicas y por sus problemas relacionados con el consumo de drogas.
Drogas y desolación
En realidad, las drogas resultan fundamentales para entender a Cobain, a Nirvana, al "grunge". Kurt Cobain comenzó a consumir opiáceos para combatir los fuertes dolores de estómago que padecía. En su generación, no como en la de los años 70, se conocían los efectos de la heroína. El nihilismo del "grunge" era consciente, así como su serenidad o imperturbabilidad tenía que ver con las consecuencias de tomar esa droga. (Leer también Cinco cosas que no sabía sobre Kurt Cobain).
"Lo tengo todo, todo. Y estoy agradecido, pero desde los siete años odio a todos los humanos en general (...). Gracias a todos desde lo más profundo de mi estómago nauseabundo y ardiente por sus cartas y suinterés en los últimos años. ¡Soy una criatura voluble y lunática! Se me ha acabado la pasión, así que, les recuerdo, es mejor arder que apagarse lentamente".
Así, con su última nota, llena de desolación y de un poso de amargura, recordaremos a Kurt Cobain, aquella leyenda musical que aún brilla como una estrella hoy en día. Aunque hace 20 años se extinguiera su llama.