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Cuando un familiar es problema para sobrevivir

Rubén Blades habla sobre la segunda temporada de esta serie que analiza la “descomposición de todo lo que nosotros vemos como normal, la caída de todos los esquemas, paradigmas de orden, administración y preocupaciones espirituales”.

Lilian Contreras
02 de abril de 2016 - 03:59 a. m.
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“El argumento más interesante que plantea esta temporada es, más allá de los imperativos morales, si hay miembros de tu familia que resultan un problema para sobrevivir”. Con estas palabras, Rubén Blades ofrece pistas sobre el argumento de la segunda temporada de Fear the Walking Dead, serie que narra cómo comenzó el apocalipsis zombi que explora el programa The Walking Dead.

Para el artista panameño, esta historia paralela, inspirada también en el cómic de Robert Kirkman, supera el aspecto de diversión, ya que analiza la “descomposición de todo lo que nosotros vemos como normal, la caída de todos los esquemas, paradigmas de orden, administración y preocupaciones espirituales”.

En 2010, AMC Networks estrenó la adaptación televisiva del cómic que hizo mundialmente famoso a Kirkman. Durante seis años, los fanáticos han sido testigos de cómo los personajes han tenido que migrar y adaptarse a un mundo en donde los muertos vivientes reinan y conquistan cada lugar que se cree seguro.

Tras consolidarse como el programa más visto de la televisión estadounidense (en marzo de 2015, 15,8 millones de espectadores vieron el final de la quinta entrega), The Walking Dead dio vida a una serie hermana y al canal AMC Latinoamérica (ya que la serie original la transmite Fox). Fue así como a mediados del año pasado se estrenó la precuela, Fear the Walking Dead, que cuenta el origen de los zombis en este mundo.

Un elenco totalmente diferente, pero también ubicado en Estados Unidos, tenía el reto de hacer creíble una historia en la que el espectador tenía más información que los protagonistas. Aunque los productores se empeñan en hacer series totalmente distintas (para cada una diseñan escenarios, armas y vestuarios diferentes), el guión comparte algo básico: hay que tenerles más miedo a los vivos que a los zombis.

Los guionistas han aprovechado al máximo esa premisa para crear diálogos en los que un personaje puede preguntarse si es mejor abandonar a un ser querido para poder sobrevivir.

Es por eso que Blades afirma que la descomposición de la familia es clave en esta temporada. “La familia es el símbolo de supervivencia y ahora te encuentras con ‘bueno, espérate un momento, creo que me iría mejor si no estuviera fulano aquí’. Entonces hay situaciones en las que es posible que para sobrevivir te encuentras mejor en manos de un extraño que con tu propia familia”.

Para el actor, quien en los años 70 y 80 desarrolló una exitosa carrera como cantante de salsa, esa situación “horrorosa” es la que va “moviendo el mundo que rodea esta serie”.

En la evaluación de la ley del más fuerte, la escala de valores se rige de acuerdo con la experiencia de cada quien. Daniel Salazar, el personaje que interpreta Rubén Blades, ya vivió un “holocausto, un período en el cual descubrió la maldad, la injusticia y la violencia en una edad muy joven”. Por eso su forma de asimilar el daño es diferente al resto, ya que considera que está preparado para enfrentar esta nueva debacle.

La situación de Travis (encarnado por Cliff Curtis) y Kim (Madison Clark) es otra, pues no han asimilado el cambio y ni siquiera consideran que pueda ser permanente. En palabras del panameño, ellos aún tienen en su cabeza el esquema de organización que los ha sostenido social y espiritualmente, por lo que todavía en esta entrega se preguntan si matar a una persona infectada (zombi) es lo correcto o si es mejor esperar a que la comunidad médica desarrolle una cura.

Ese estado de incertidumbre está reflejado en cada escena, pero no se discute “porque lo que sucede afuera (el apocalipsis) es tan increíble de considerar que ni siquiera se va a la discusión de por qué está pasando”.

Lo importante, ya se dijo, es sobrevivir e intentar saber qué hacer con la vida de la familia.

“Mi preocupación cuál es, la de Salazar, que sabe cómo son esas cosas y lo que producen en el cerebro humano, ya lo ha visto… Su enfoque es salvar a su hija. Ya falló con su esposa, ahora tiene que proteger a su hija”, recalca Baldes.

“De vez en cuando mostrará empatía, porque, claro, existe la necesidad de sentir que confiamos mutuamente, que quizá podemos depender de otros bajo ciertas condiciones, pero eso no va más allá del momento. Daniel no piensa que puede confiar en esta gente. En esta temporada todavía se le otorga eso, y para él no es fácil reconocerlo”, agrega.

La falta de confianza y esperanza no impide que Daniel Salazar aborde un yate junto a la familia de Travis y Kim (como lo muestra el afiche oficial de la segunda entrega) para huir del caos en el que está sumida la ciudad de Los Ángeles (Estados Unidos) por los bombardeos, el exceso de poder del ejército y los infectados.

“La salida al mar era necesaria, pero allí se estará el tiempo que te den las provisiones que hayas llevado contigo. Necesariamente vas a tener que regresar a tierra a buscar alimentación, municiones y medicina. Se va a ver que el mar es tan peligroso como la tierra firme”.

En una de las aproximaciones a tierra, los personajes de Fear the Walking Dead llegan a un lugar donde se habla español, por lo que el guión se desarrollará, en gran parte, tanto en inglés como en español, como ya lo hizo la serie Narcos, que la plataforma digital Netflix graba en Colombia. Así, el bilingüismo llega paulatinamente a la televisión estadounidense, algo que no preocupa al elenco, que está seguro de que la gente no se aburre de los subtítulos sino de una mala trama.

lcontreras@elespectador.com

Por Lilian Contreras

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