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La historia privada de Woody Allen es una reunión intrincada de ligaduras familiares que, en este fin de semana, se vio impactada por un testimonio: el de su hija adoptiva Dylan Farrow. En el blog de Nicholas Kristof en el New York Times, Farrow describió cómo el cineasta estadounidense abusó sexualmente de ella cuando tenía siete años. Farrow se refirió a un episodio en el ático de su casa, cuando Allen vivía con su madre, Mia Farrow, a mediados de los ochenta. (Leer Hija adoptiva de Woody Allen relata en una carta sus supuestos abusos sexuales).
El relato comienza por entonces. En 1980, Woody Allen decidió irse a vivir con Mia Farrow, actriz y protagonista de varios de sus filmes. Juntos adoptaron a tres niños, entre ellos Dylan, y tuvieron uno más, Ronan. La relación de Allen y Farrow duraría poco más de diez años, hasta que en 1993 Farrow reconoció en público lo que su hija le había dicho en privado: que Allen la había violado. El lío llegó hasta los tribunales en el momento en que la pareja peleaba por la custodia de sus hijos; sin embargo, nunca hubo una acusación formal por el hecho. En ese entonces, un informe médico dictaminó que Allen nunca accedió carnalmente a la menor; los abogados de Farrow aseguraron que el informe había sido incompleto y poco riguroso. No hubo una verificación. (Leer también Woody Allen rechaza acusaciones de abuso sexual de su hija adoptiva).
El hecho sucedió, de acuerdo con Dylan Farrow, así: su padre la llevó al ático y le pidió que jugara con un tren que circulaba por todo el lugar sobre sus carriles. “Entonces me asaltó sexualmente —dice Farrow en su carta, publicada el sábado—. Me hablaba mientras lo hacía, susurrando que era una buena chica, que era nuestro secreto, y prometiendo que nos iríamos a París y yo sería estrella de sus películas. Recuerdo que yo miraba el tren, concentrándome en él mientras recorría el ático. (…) Hasta donde recuerdo, mi padre me hacía cosas que no me gustaban. No me gustaba cuando me alejaba de mi madre y mis hermanas para que estuviera a solas con él. No me agradaba cuando ponía su dedo gordo en mi boca. No me gustaba cuando tenía que meterme en la cama con él mientras él estaba sólo en ropa interior”.
En la misiva, Farrow expresa que se siente culpable por no hablar antes y habla sobre los desórdenes alimenticios y psicológicos que desarrolló después de todo lo sucedido. Mia Farrow escuchó a su hija y grabó su testimonio. Sin embargo, Allen nunca fue procesado y el caso quedó apenas como una sombra en su vida privada. En octubre de 2013, Mia Farrow y sus hijos concedieron una entrevista a la revista Vanity Fair en la que hablaron, entre otras cosas, de su relación con Woody Allen. Y allí, Dylan refirió —aunque no del mismo modo detallado— cuanto sucedió con el reconocido director y escritor.
“Tengo miedo de él, de su imagen. (…) Hay mucho que no recuerdo, pero recuerdo lo del ático. Recuerdo lo que estaba vistiendo y lo que no. (…) Lo que me hacía sentir incómoda también me hacía pensar que era una mala chica, porque no hacía lo que mis mayores me decían (…). Estaba rota por dentro. Tenía que decir algo. Tenía siete años y lo hacía porque tenía miedo. Quería que todo acabara”. La contraparte aseguró que el recuerdo de la violación habría sido “implantado” en los recuerdos de Dylan. Allen no aceptó ninguna de las acusaciones, y hasta ahora no ha comentado nada sobre la carta.
El rechazo a Allen en la familia Farrow fue inmediato. Fletcher Previn, uno de los hijos adoptivos de Mia Farrow de su segundo matrimonio con André Previn, borró de las fotografías y videos familiares a Allen. Su nombre estaba relacionado a malos recuerdos. Y al mismo tiempo en que Allen peleaba la custodia de sus hijos, oficializó su relación con Soon-Yi Previn, casi 40 años menor. Todo habría sido en paz, salvo que Previn es una de las hijas adoptivas de Mia Farrow con Previn y salvo que Farrow encontró unas fotos de Previn desnuda en poder de Allen. Se casaron en 1997. André Previn, en entrevista con Vanity Fair, dijo: “Ella ya no existe”.
Ese matrimonio aceleró la desintegración de su relación con sus hijos. Allen tenía derecho a ver a uno de ellos, Moses; sin embargo, el menor de entonces 15 años prefirió alejarse de él. Y así sucedió con el resto. Ronan Farrow perdió comunicación con su padre y ha sido crítico hacia su imagen. Sobre la última entrega de los premios Globo de Oro, donde se le realizó un homenaje al cineasta, Farrow dijo en su cuenta de Twitter: “Me perdí el tributo a Woody Allen. ¿Hablaron de que una mujer afirmó en público que la acosó sexualmente cuando tenía siete años, antes o después de Annie Hall?”. Dylan Farrow aseguró que nunca ha sido llamada a declarar, y que cuando vio que honrarían a Allen en los premios “lloró histéricamente”.Hijo de Woody Allen critica homenaje a su padre en los Globos de Oro).
La madeja de la vida de Allen se enredó aún más en octubre del año pasado, cuando Mia Farrow aseguró que era “posible” que Ronan, único hijo biológica de ella y Allen, fuera en realidad hijo de Frank Sinatra, su primer esposo. Ninguna prueba de ADN ha sido realizada hasta el momento. Ronan dijo por Twitter que “es ‘posible’ que todos sean hijos de Sinatra”, sumando algo de ironía a la situación. Periodista y abogado, Ronan se ha mantenido alejado de Allen desde su niñez. (Leer también ¿Quién es el padre del hijo de Mia Farrow?).
En su carta, Dylan Farrow dice: “Hoy me considero afortunada. Estoy felizmente casada. Tengo el apoyo de mis increíbles hermanos y hermanas. Tengo una madre que encontró en su interior una fortaleza que nos salvó del caos que un depredador trajo a nuestra casa”.