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El actor estadounidense Sean Penn, ganador de dos Óscar y respetada figura de Hollywood, multiplicó las iniciativas por fuera del mundo del cine, en solidaridad con Haití, para denunciar los efectos del cambio climático... o para entrevistar al capo del naroctráfico Joaquín "El Chapo" Guzmán.
Como integrante de la "brat pack", una camada de jóvenes actores que renovó Hollywwood en los años 1980, y marido en esa década de la superestrella Madonna, Penn atrajo la atención del público mucho antes de que ganara las estatuillas doradas por sus papeles en el drama "Río Místico", en 2003, y la biografía "Milk", en 2008.
Pero su labor humanitaria y su compromiso político no han sido los de un actor que solo busca aparecer en los grandes medios de comunicación.
Una semana después del devastador terremoto de 2010 en Haití, Penn viajó al empobrecido país centroamericano. Se instaló en una pequeña tienda de campaña, con una pistola Glock a su lado por razones de seguridad, y repartió medicinas, cargó pesadas bolsas de arroz y lavó pisos.
El grupo sin fines de lucro que fundó, J/P Haitian Relief Organization, ahora emplea a más de 300 trabajadores.
Cinco años antes, tras el huracán Katrina, que arrasó la ciudad de Nueva Orleans, Penn atravesó las zonas anegadas para ayudar a las poblaciones afectadas. "Exhibiendo una mezcla de valentía, altruismo y temeridad", trasladó a nado a gente atrapada en sus casas hacia zonas más elevadas, destacó la revista Vanity Fair.
En 2012 estuvo en Pakistán para socorrer a las víctimas de otras devastadoras inundaciones.
A menudo, Penn ha desatado controversias. Fue duramente criticado por haber visitado Irak en diciembre de 2002. Dos meses después pagó 56.000 dólares por la publicación de una columna en The Washington Post en protesta por la proyectada invasión estadounidense a ese país, que se concretaría en marzo de 2003 por iniciativa del presidente George W. Bush.
Niño mimado de los sectores anti-establishment, se reunió en 2007 con el presidente venezolano Hugo Chávez, acérrimo adversario de Bush, en Caracas, y el presidente cubano Raúl Castro le concedió la primera entrevista dada a un extranjero.
Entre los mejores
Hoy Penn es visto como uno de los mejores actores y cineastas. El director de "Milk", Gus Van Sant, llegó a llamarlo "el Marlon Brando de nuestra generación".
Ganó su primera nominación al Óscar en 1995 por la película "Dead Man Walking", en la que encarna a un detenido en el corredor de la muerte, y obtuvo nominaciones por "Sweet and Lowdown" (1999) y por su papel de padre con problemas mentales en "I am Sam" (2001).
Cuando recibió el Óscar por su interpretación de Harvey Milk, el político homosexual de San Francisco asesinado por un colega, Penn defendió los derechos de los gays.
Un año antes, declaró al diario francés Le Monde que las temporadas de premios son habitualmente una ocasión "para recompensar la manipulación y el muy buen márketing".
Más recientemente, se movilizó para denunciar los efectos del cambio climático y estuvo en París en diciembre durante la conferencia de la ONU COP21.
Con "Into the Wild" (2007) fue saludado por la crítica por su talento como director de esta road-movie sobre un joven idealista que abandona todo para irse a vivir solo en contacto con la naturaleza.
"No podemos depender de los gobiernos"
Penn debutó junto a Tom Cruise en "Más allá del honor", en 1981, pero a diferencia del actor de la saga de "Misión imposible" jamás apostó a ser "el muchachito lindo de la película". En Estados Unidos se hizo conocer por su papel en la comedia de culto "Picardías estudiantiles" (1983), en la que interpreta a un adolescente de pésimo rendimiento escolar.
A Penn se lo ha vinculado sentimentalmente con una pléyade de superestrellas. Tras su separación de Madonna, tuvo un tormentoso matrimonio y dos hijos con la actriz ganadora del Globo de Oro Robin Wright. También estuvo vinculado con Scarlett Johansson y Charlize Theron.
La fundación haitiana del carismático actor organizó el sábado en Beverly Hills, California, una velada de recaudación de fondos en la que participaron numerosas estrellas del espectáculo.
Penn subió al escenario varias veces, pero en ningún momento mencionó la entrevista clandestina que le realizó en octubre a Joaquín "El Chapo" Guzmán.
El evento atrajo a celebridades, desde el expresidente Bill Clinton hasta los actores Leonardo DiCaprio, Mark Ruffalo, Patricia Arquette y su exesposa Madonna, quien interpretó una canción con un ukelele, subastado luego en 300.000 dólares, y dijo que a Penn lo había amado "desde el momento en que lo vio".
Penn habló a su vez con pasión sobre la muerte de un joven de 15 años en Haití al que le habían negado el tratamiento médico que necesitaba.
"No podemos depender de los gobiernos", dijo, retomando una de sus habituales prédicas.