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A Lindsay Lohan le quedan menos de dos días para salir del centro de rehabilitación en el que ha pasado los últimos meses por decisión judicial, y lejos de alejarse unos meses de la opinión pública que ha seguido con tanta atención su último proceso de desintoxicación, la actriz está dispuesta a reconquistar al público estadounidense a través de una participación especial en el espacio de sobremesa de su amiga Chelsea Handler, a quien sustituirá en sus funciones de presentadora durante el programa que se emitirá el próximo 5 de agosto.
Poco después de debutar como anfitriona televisiva, la artista podrá desahogarse con el mundo sobre los numerosos escándalos que pueblan su trayectoria en una extensa entrevista con la famosa presentadora Oprah Winfrey, una larga conversación que, además, se verá acompañada de un documental especial sobre su vida dividido en ocho episodios y emitido por OWN, el canal de televisión que fundó la poderosa figura televisiva hace poco más de dos años.
Mientras prepara su regreso triunfal a la pequeña pantalla, Lindsay Lohan habría comenzado a esbozar un par de listas con nombres que dividirán a todos sus allegados y familiares en dos grupos bien diferenciados. En una de ellas se darían cita todas aquellas personas en las que puede confiar a la hora de mantener intacta su privacidad, mientras que en la otra quedarían relegados los miembros de su círculo personal que han decepcionado profundamente a la actriz o que -directamente- constituyen "negativas influencias" de las que la exniña prodigio querría mantenerse alejada. Como asegura el portal de noticias TMZ, Michael Lohan -su propio padre- podría haber sido desterrado de la esfera de confianza de la intérprete y formaría parte del colectivo de caídos en desgracia que se verá sometido a la purga de la actriz.
La nueva vida que pretende iniciar Lindsay Lohan comenzará tan pronto como abandone las instalaciones de la clínica Cliffside de Malibú, en las que ha estado recluida durante tres meses consecutivos como consecuencia de la dura sentencia judicial que recibió a principios de año, un revés en los tribunales asociado a un accidente de tráfico que la actriz se encargó personalmente de agravar cuando mintió a la policía sobre los detalles de lo sucedido.