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Durante una hora, Welles con actores que hacían de científicos y de periodistas que relataban en directo el 30 de octubre de 1938 cómo una nave marciana aterrizaba en Grover's Mill, Nueva Jersey, y comenzaba la invasión de Estados Unidos, siendo Nueva York su primera parada.
La emisión, sin anuncios, se interrumpía de forma pautada para dar a conocer a los oyentes las últimas novedades de la invasión marciana de la Tierra y la destrucción que los alienígenas iban causando a su paso.
A través de la radio, un medio de comunicación que entonces tenía una penetración y un poder de convocatoria similar al que hoy en día tiene internet, muchos estadounidenses tuvieron miedo, aunque no tantos como inicialmente se creía y al día siguiente reportó la prensa sensacionalista.
"La radio era mucho más de lo que hoy es internet. A los ojos del público, internet tiene la reputación de no ser fiable y de ser irresponsable. La radio, en cambio, era lo máximo en aquel entonces: oías voces reales y noticias reales", dice el profesor Victor Navasky, fundador del diario The Nation y profesor en la Universidad de Columbia, en Nueva York.
La emisión de Welles no pretendía más que ser un entretenimiento previo al día de Halloween, sin embargo, ayudó a hacer un nuevo periodismo y se convirtió en un modelo de estudio sobre cómo inducir a la histeria de masas.
La radio "era también algo universal, ya que todo el mundo estaba conectado, por eso tuvo ese impacto", agregó Navasky.
Un estudio universitario posterior cifró en torno al millón de personas quienes creyeron que realmente Marte atacaba la Tierra y numerosos periódicos indicaban los días posteriores que sólo unos pocos se lo tomaron en serio.
Ese día mucha gente escuchaba otra emisión ‘The Chase and Sanborn Hour', en la cadena de la competencia la NBC, que tenía una audiencia mucho mayor que el programa literario de Welles y del que eran protagonistas un popular ventrílocuo de la época, Edgar Bergen, y su marioneta Charlie McCarthy.
Navasky aseguró que en la emisión de Welles, probablemente "hubo alguna información incorrecta, pero hasta 'La guerra de los mundos' nadie había hecho algo parecido, ni había tenido una repercusión internacional".
Aunque al principio de la emisión se advirtió de que era un programa de ficción, muchos no lo filtraron por el estilo trepidante, las interrupciones constantes dando boletines informativos, la falta de anuncios y la música en los sesenta minutos que duró.
Welles, prosiguió el profesor universitario, consiguió que mucha gente creyera algo que no era real y que tuvieran miedo en un período en el que los peligros eran grandes y que fuera inmediatamente anterior a la Segunda Guerra Mundial.
"La radio era realidad: la gente confiaba en ella. Y tenía una especie de monopolio para gestionar la realidad, ya que no había televisión ni internet, así que quienes buscaban una manera de entretenerse y también de informarse encendían la radio", agregó Navasky.
La narración de Welles actualmente es un clásico de la radio estadounidense que hacía parte de la serie dramática ‘Mercury Theatre on the Air' que emitía la cadena CBS y tenía una audiencia en torno a 1,7 millones.
El guión estuvo elaborado por Howard Koch, uno de los escritores habituales de la Casa Blanca de entonces, y era una adaptación de la novela de ciencia ficción del mismo título de H.G. Wells, que este año cumple también su 110 aniversario y que ha inspirado películas como ‘El Día de la Independencia', ‘Mars Attacks!' y ‘La Guerra de los Mundos', protagonizada en 2005 por Tom Cruise.
George Orson Welles fue un actor, director, guionista y productor estadounidense que realizó algunas de las películas más recordadas del siglo XX, entre las que destacan Citizen Kane. La Guerra de los Mundos' hizo que Wells alcanzara la cima del éxito.