"Ahora el papel de los hombres es escuchar": Robert Redford
En la rueda de prensa de apertura del Festival de Sundance, el director aseguró que Hollywood está viviendo un "punto de inflexión" al ser preguntado por el movimiento "Time's Up" (Se acabó el tiempo) contra el acoso sexual a las mujeres.
EFE
Robert Redford considera que "ahora el papel de los hombre es escuchar y dejar que se oigan las voces de las mujeres y pensar sobre ello", en un proceso de cambio que llevará a una nueva situación en la industria del cine.
En la rueda de prensa de apertura del Festival de Sundance, que se abrió el jueves en Utah (EE.UU.), Redford aseguró que Hollywood está viviendo un "punto de inflexión" al ser preguntado por el movimiento "Time's Up" (Se acabó el tiempo) contra el acoso sexual a las mujeres, que comenzó en el mundo del cine y que se ha extendido a otros ámbitos.
"Los cambios son inevitables, a veces son positivos y a veces no", reflexionó el actor de 81 años, que resaltó que lo que está ocurriendo ahora dará "más oportunidades a las mujeres en el cine para tener sus propias voces y hacer sus proyectos".
En su opinión "está cambiando el orden de las cosas y las mujeres van a tener una voz fuerte y propia que antes no tenían porque estaban demasiado controladas por el dominio masculino, va a ser más equilibrado".
Ahora "las mujeres tendrán que tomar la iniciativa para hacer oír más sus voces y creo que es maravilloso (...) Es un buen momento", agregó el actor, director y fundador hace 18 años del Festival de Sundance.
Al respecto, la directora ejecutiva del Instituto Sundance, Keri Putman, se mostró orgullos de pertenecer al movimiento "Time's Up" y resaltó que "no se trata solo de unos cuantos individuos".
No es sobre los acosos cometidos por unos hombres concretos, "se trata de los sistemas de poder subyacentes".
"¿Quién obtiene financiación? ¿Quién consigue distribución? ¿Quién logra contar historias? ¿Qué historias contamos?", se preguntó Putman.
Es el momento de establecer una forma nueva de escuchar. "No creo que sea fácil, va a requerir un montón de esfuerzo, de conversaciones y de presiones", agregó.
Respecto a las informaciones sobre que al menos dos de los casos de abusos de los que se acusa al productor Harvey Weinstein se produjeron durante ediciones pasadas del festival, Putman aseguró que "Sundance, como institución, nunca contribuyó a ese comportamiento".
"Tenemos valores de respeto y tolerancia, apoyamos a artistas, defendemos la diversidad y la creatividad, muchas cosas que se oponen directamente a ese tipo de comportamiento. Quiero ser firme sobre este tema. Por supuesto, estas cosas que sucedieron durante nuestro festival nos ponen malos, pero no éramos en absoluto conscientes en aquel momento", añadió.
Y también apuntó a algunos cambios en la organización del festival, que este año ha publicado un código de conducta para los trabajadores y para los asistentes, con el objetivo de que se desarrolle en un ambiente "libre de acoso, discriminación, sexismo, amenazas o cualquier comportamiento irrespetuoso".
Además, en colaboración con el fiscal general de Utah, se ha abierto una línea telefónica para que cualquier persona pueda llamar para informar de alguien que viole el código.
Robert Redford considera que "ahora el papel de los hombre es escuchar y dejar que se oigan las voces de las mujeres y pensar sobre ello", en un proceso de cambio que llevará a una nueva situación en la industria del cine.
En la rueda de prensa de apertura del Festival de Sundance, que se abrió el jueves en Utah (EE.UU.), Redford aseguró que Hollywood está viviendo un "punto de inflexión" al ser preguntado por el movimiento "Time's Up" (Se acabó el tiempo) contra el acoso sexual a las mujeres, que comenzó en el mundo del cine y que se ha extendido a otros ámbitos.
"Los cambios son inevitables, a veces son positivos y a veces no", reflexionó el actor de 81 años, que resaltó que lo que está ocurriendo ahora dará "más oportunidades a las mujeres en el cine para tener sus propias voces y hacer sus proyectos".
En su opinión "está cambiando el orden de las cosas y las mujeres van a tener una voz fuerte y propia que antes no tenían porque estaban demasiado controladas por el dominio masculino, va a ser más equilibrado".
Ahora "las mujeres tendrán que tomar la iniciativa para hacer oír más sus voces y creo que es maravilloso (...) Es un buen momento", agregó el actor, director y fundador hace 18 años del Festival de Sundance.
Al respecto, la directora ejecutiva del Instituto Sundance, Keri Putman, se mostró orgullos de pertenecer al movimiento "Time's Up" y resaltó que "no se trata solo de unos cuantos individuos".
No es sobre los acosos cometidos por unos hombres concretos, "se trata de los sistemas de poder subyacentes".
"¿Quién obtiene financiación? ¿Quién consigue distribución? ¿Quién logra contar historias? ¿Qué historias contamos?", se preguntó Putman.
Es el momento de establecer una forma nueva de escuchar. "No creo que sea fácil, va a requerir un montón de esfuerzo, de conversaciones y de presiones", agregó.
Respecto a las informaciones sobre que al menos dos de los casos de abusos de los que se acusa al productor Harvey Weinstein se produjeron durante ediciones pasadas del festival, Putman aseguró que "Sundance, como institución, nunca contribuyó a ese comportamiento".
"Tenemos valores de respeto y tolerancia, apoyamos a artistas, defendemos la diversidad y la creatividad, muchas cosas que se oponen directamente a ese tipo de comportamiento. Quiero ser firme sobre este tema. Por supuesto, estas cosas que sucedieron durante nuestro festival nos ponen malos, pero no éramos en absoluto conscientes en aquel momento", añadió.
Y también apuntó a algunos cambios en la organización del festival, que este año ha publicado un código de conducta para los trabajadores y para los asistentes, con el objetivo de que se desarrolle en un ambiente "libre de acoso, discriminación, sexismo, amenazas o cualquier comportamiento irrespetuoso".
Además, en colaboración con el fiscal general de Utah, se ha abierto una línea telefónica para que cualquier persona pueda llamar para informar de alguien que viole el código.