Alfonso Cuarón: “El Óscar le pertenece a México”
El director profundiza en la realización de su exitosa película “Roma”, habla sobre Yalitza Aparicio, compara este premio con otros galardones logrados con “Gravity” y aborda la presencia de Netflix como una sala de cine, sin sala.
Fabián W. Waintal
¿Qué significa el premio de “Roma”, en comparación con el anterior de “Gravity”?
Probablemente este premio tiene mucho más significado (que Gravity), porque se trata de una producción mexicana, con una historia en español, en blanco y negro, sobre un personaje que siempre fue invisible en el cine y la sociedad. Además, en todo mi trabajo es la que menos expectativas tenía porque no tiene el menor factor del Óscar.
¿Y el hecho de haber ganado el Óscar de la categoría Mejor película extranjera genera también cierto patriotismo?
El Óscar le pertenece a México, es una producción mexicana en un 100 %. Todo, por donde la veas es México. Y jamás hubiera ganado si no fuera por México.
Entre las nominaciones al Óscar había cinco suyas exclusivamente, pero otras habían sido para las actrices Marina de Tavira y hasta el sorprendente debut de Yalitza Aparicio. ¿Cómo fue el proceso para elegirlas?
Yo quería gente que se pareciera lo más posible a la gente original que yo había conocido. Y hubo algunos personajes muy difíciles de conseguir con la misma referencia gráfica. El casting duró un año y Yalitza Aparicio (que interpreta a Cleo) llegó al final. Se la veía muy fuerte y es importante porque sin eso no hubiéramos tenido una película. Apenas la conocí me di cuenta de que había sido la selección correcta. Pero la verdad, yo no sabía lo que estaba haciendo, porque la mayoría de los actores no eran profesionales, algunos nunca habían actuado. Pero ayudó el proceso de filmación en orden cronológico absoluto, porque fueron aprendiendo día a día sobre la historia.
¿Es verdad que en la dramática escena del parto de Yalitza, que tanto tiene que ver con el Óscar, ella nunca supo que el bebé nacería muerto?
Sí. Como estábamos filmando en orden cronológico, la escena anterior era donde la llevan a la sala de parto. Y yo la había ensayado sin Yalitza, con los actores que eran actores de verdad, con algo que hacen todos los días, pariendo doce bebés por día. Ellos sabían exactamente lo que estaban haciendo y cuando ya estaba todo listo, filmamos la escena. Pero Yalitza no sabía lo que iba a pasar. Ella pensó que teníamos un bebé vivo escondido debajo de la mesa; estaba entusiasmada en conocer al bebé. La reacción que mostramos fue la primera toma. En la segunda toma, la actuación también fue increíble y muestra lo buena actriz que es, pero la primera toma tuvo algo inmediato a pesar de ciertos temas técnicos y decidí que fuera la que nos quedamos.
¿Es cierto que había escrito el guion de “Roma” basado en la infancia de su propia vida, pero no se lo había querido mostrar a nadie?
Sí, el proceso de escribir el guion fue también muy corto. Fueron como tres semanas, pero el proceso más largo resultó el tiempo que me tomé en pensar cómo hacerlo. Yo quise ir directamente de mis recuerdos a las páginas, sin ninguna mancha.
¿Y cómo fue que decidió sumergirse tan profundamente en una historia sobre su propia infancia?
La primera vez que había pensado hacerla probablemente fue en 2006. Y no me apuré a hacer nada. Supongo que la respuesta es que había llegado el momento de filmarla, por la edad, tenía que hacerla. Supongo que ya no había encontrado más excusas para no hacerla.
¿Lo más difícil de todo el rodaje?
Lo más difícil fue evitar caer en los viejos hábitos, sin tratar de preconcebir demasiado ni controlarlo todo, buscando ciertas soluciones efectivas. No me preocupé, solo quise encontrar esos momentos. Lo más duro fue la combinación de entusiasmo y pavor que yo tenía cada mañana, tratando de sobrellevar el miedo que tenía hasta que llegaba al estudio, porque ya después también lo disfrutaba más.
¿Y lo mejor?
Es interesante la discusión que se generó en México sobre el racismo y las trabajadoras domésticas. Están utilizando la historia como una conexión para conseguir leyes para la organización de trabajadoras domésticas, igual que en Estados Unidos. Eso es interesante, porque Yalitza es la primera representación en cine de una mujer indígena. Y ella entiende el valor simbólico que tiene. Es una discusión que necesitábamos plantear desde hace tiempo.
¿Qué opina sobre el otro debate detrás de “Roma”, con una película que Netflix se negó a estrenar en las salas más importantes de cine de Estados Unidos?
No estoy molesto con Netflix. Tampoco es que no quisieron estrenar en cine. La situación tuvo que ver con el mercado actual del cine extranjero y en blanco y negro. Ni siquiera se mencionó que fuera una producción mexicana en español y blanco y negro. Lo importante pasaba por el tema central de la historia. Y hoy me siento agradecido con Netflix. Es increíble. Llevaron nuestro cine al mundo. Y se vio mucho más de lo que hubiera sido en una sala de cine convencional. Es un sueño hecho realidad. Es algo que yo nunca había esperado.
¿Pero está de acuerdo que una película gane el Óscar sin pasar por una sala de cine?
Yo preguntaría cuántas salas de cine crees que hubieran mostrado una producción en blanco y negro, en español y sin estrellas. ¿Qué tan grande pudo haber sido el lanzamiento en un estreno convencional de cine? Yo tuve una mayor exposición de cine, mucho más grande. Todavía se está viendo. Eso es muy extraño para una película extranjera. Deberíamos comparar con otras producciones extranjeras que se estrenaron este año, si pudo verla tanta gente. Y después mirar la cantidad de territorios donde hoy se está viendo Roma.
¿Cree que Netflix bien puede ser una plataforma de cine, sin una sala cine?
Hoy existen interesantes directores de cine en plataformas diferentes, porque no tienen miedo de hacer ese cine. Y como Roma, yo espero que muchos otros puedan estrenar en una sala de cine y consigan mucha más exposición que yo. El año próximo habrá más o incluso este año con Scorsese. Veamos ese estreno de cine y volvamos a hablar.
¿Qué significa el premio de “Roma”, en comparación con el anterior de “Gravity”?
Probablemente este premio tiene mucho más significado (que Gravity), porque se trata de una producción mexicana, con una historia en español, en blanco y negro, sobre un personaje que siempre fue invisible en el cine y la sociedad. Además, en todo mi trabajo es la que menos expectativas tenía porque no tiene el menor factor del Óscar.
¿Y el hecho de haber ganado el Óscar de la categoría Mejor película extranjera genera también cierto patriotismo?
El Óscar le pertenece a México, es una producción mexicana en un 100 %. Todo, por donde la veas es México. Y jamás hubiera ganado si no fuera por México.
Entre las nominaciones al Óscar había cinco suyas exclusivamente, pero otras habían sido para las actrices Marina de Tavira y hasta el sorprendente debut de Yalitza Aparicio. ¿Cómo fue el proceso para elegirlas?
Yo quería gente que se pareciera lo más posible a la gente original que yo había conocido. Y hubo algunos personajes muy difíciles de conseguir con la misma referencia gráfica. El casting duró un año y Yalitza Aparicio (que interpreta a Cleo) llegó al final. Se la veía muy fuerte y es importante porque sin eso no hubiéramos tenido una película. Apenas la conocí me di cuenta de que había sido la selección correcta. Pero la verdad, yo no sabía lo que estaba haciendo, porque la mayoría de los actores no eran profesionales, algunos nunca habían actuado. Pero ayudó el proceso de filmación en orden cronológico absoluto, porque fueron aprendiendo día a día sobre la historia.
¿Es verdad que en la dramática escena del parto de Yalitza, que tanto tiene que ver con el Óscar, ella nunca supo que el bebé nacería muerto?
Sí. Como estábamos filmando en orden cronológico, la escena anterior era donde la llevan a la sala de parto. Y yo la había ensayado sin Yalitza, con los actores que eran actores de verdad, con algo que hacen todos los días, pariendo doce bebés por día. Ellos sabían exactamente lo que estaban haciendo y cuando ya estaba todo listo, filmamos la escena. Pero Yalitza no sabía lo que iba a pasar. Ella pensó que teníamos un bebé vivo escondido debajo de la mesa; estaba entusiasmada en conocer al bebé. La reacción que mostramos fue la primera toma. En la segunda toma, la actuación también fue increíble y muestra lo buena actriz que es, pero la primera toma tuvo algo inmediato a pesar de ciertos temas técnicos y decidí que fuera la que nos quedamos.
¿Es cierto que había escrito el guion de “Roma” basado en la infancia de su propia vida, pero no se lo había querido mostrar a nadie?
Sí, el proceso de escribir el guion fue también muy corto. Fueron como tres semanas, pero el proceso más largo resultó el tiempo que me tomé en pensar cómo hacerlo. Yo quise ir directamente de mis recuerdos a las páginas, sin ninguna mancha.
¿Y cómo fue que decidió sumergirse tan profundamente en una historia sobre su propia infancia?
La primera vez que había pensado hacerla probablemente fue en 2006. Y no me apuré a hacer nada. Supongo que la respuesta es que había llegado el momento de filmarla, por la edad, tenía que hacerla. Supongo que ya no había encontrado más excusas para no hacerla.
¿Lo más difícil de todo el rodaje?
Lo más difícil fue evitar caer en los viejos hábitos, sin tratar de preconcebir demasiado ni controlarlo todo, buscando ciertas soluciones efectivas. No me preocupé, solo quise encontrar esos momentos. Lo más duro fue la combinación de entusiasmo y pavor que yo tenía cada mañana, tratando de sobrellevar el miedo que tenía hasta que llegaba al estudio, porque ya después también lo disfrutaba más.
¿Y lo mejor?
Es interesante la discusión que se generó en México sobre el racismo y las trabajadoras domésticas. Están utilizando la historia como una conexión para conseguir leyes para la organización de trabajadoras domésticas, igual que en Estados Unidos. Eso es interesante, porque Yalitza es la primera representación en cine de una mujer indígena. Y ella entiende el valor simbólico que tiene. Es una discusión que necesitábamos plantear desde hace tiempo.
¿Qué opina sobre el otro debate detrás de “Roma”, con una película que Netflix se negó a estrenar en las salas más importantes de cine de Estados Unidos?
No estoy molesto con Netflix. Tampoco es que no quisieron estrenar en cine. La situación tuvo que ver con el mercado actual del cine extranjero y en blanco y negro. Ni siquiera se mencionó que fuera una producción mexicana en español y blanco y negro. Lo importante pasaba por el tema central de la historia. Y hoy me siento agradecido con Netflix. Es increíble. Llevaron nuestro cine al mundo. Y se vio mucho más de lo que hubiera sido en una sala de cine convencional. Es un sueño hecho realidad. Es algo que yo nunca había esperado.
¿Pero está de acuerdo que una película gane el Óscar sin pasar por una sala de cine?
Yo preguntaría cuántas salas de cine crees que hubieran mostrado una producción en blanco y negro, en español y sin estrellas. ¿Qué tan grande pudo haber sido el lanzamiento en un estreno convencional de cine? Yo tuve una mayor exposición de cine, mucho más grande. Todavía se está viendo. Eso es muy extraño para una película extranjera. Deberíamos comparar con otras producciones extranjeras que se estrenaron este año, si pudo verla tanta gente. Y después mirar la cantidad de territorios donde hoy se está viendo Roma.
¿Cree que Netflix bien puede ser una plataforma de cine, sin una sala cine?
Hoy existen interesantes directores de cine en plataformas diferentes, porque no tienen miedo de hacer ese cine. Y como Roma, yo espero que muchos otros puedan estrenar en una sala de cine y consigan mucha más exposición que yo. El año próximo habrá más o incluso este año con Scorsese. Veamos ese estreno de cine y volvamos a hablar.