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Basada en el libro Sobreviviendo a Escobar de Jhon Jairo Velásquez, testimonio directo del temible sicario del Cartel de Medellín conocido como “JJ” o “Popeye”, la exitosa serie dramática Sobreviviendo a Escobar: Alias JJ comienza su relato desde la decadencia de Pablo Escobar, en el momento en que Velásquez decide entregarse a la justicia hasta sus últimos años en prisión, mostrando las más importantes y relevantes acontecimientos que tuvo él durante su encierro.
La serie se estrena de manera exclusiva en cable y se suma al listado de series que presenta la pantalla de A&E. Secuela de “Pablo Escobar: el Patrón del Mal”, esta producción producción de Caracol TV cargada de violencia, acción, adrenalina, investigación y conspiraciones, narra lo que sucede tras la muerte del líder narcotraficante.
A raíz de este gran estreno, A&E realizó un evento virtual para la prensa de América Latina que contó con la participación de más de 150 periodistas de la región y de los principales actores de la serie.
Protagonizada por Juan Pablo Urrego (Los Graduados) en la piel de Velásquez, esta ficción, que sitúa su relato a partir de fines de los años 80 hasta el nuevo milenio, también narra la historia política y social de Colombia de aquella época durante la temporada del Narcoterrorismo y muestra cómo, mientras el cartel de Medellín se derrumba, el sicario número uno de Pablo Escobar lucha por sobrevivir, ganar respeto y subir en la jerarquía carcelaria. La vida en prisión de “Popeye” cambia con la muerte de Escobar ya que se ve obligado a unirse de manera estratégica con enemigos del pasado, reconocidos políticos y personajes de la vida pública para salvar su vida.
“Fue un reto muy grande interpretar a Jhon Jairo Velásquez Vazquez porque era un personaje que estaba vivo en ese momento, había acabado de salir de la cárcel. Era un personaje muy polémico, donde habían muchos sentimientos encontrados acá en Colombia”, aseguró Urrego en el evento.
Amparo Grisales, quien también estuvo en el evento, aseguró: “Nosotros hemos tenido nuestra propia historia terrorífica con estos personajes, pero yo creo que es importante desenmascararla y que la gente conozca y vea como han sido los hechos y mostrárselos. Yo no creo que debamos esconderla ni tapar el sol con un dedo. Yo creo que son personajes que a la gente le gusta ver qué fue lo que sucedió y por qué llegaron a ser de esa forma y cómo se movían entre ellos, entre los bandos, y cómo se mueve esto del narcotráfico”.
“Esta fue una historia que quisimos contar también de otra manera, porque la idea de esto era como contar cómo se desmoronó toda esa historia de la mafia en Colombia”, aseguró por su parte Camilo Sáenz, también productor de la serie. Y agregó: “La gente siempre veía la mafia como de cierta manera con plata, triunfaron y están allá. Y aquí en realidad muestra que es como que en realidad eso al final siempre termina mal. Entonces creo que también ese mensaje queda como implícito en todo lo que hicimos y eso para nosotros pues también era muy importante no dejarlo tampoco como un héroe, sino en realidad que la gente también lo viera y entendiera como termina esta gente”.
“Fue muy importante representar una historia como esta, porque, tal como lo dice Shakespeare en Hamlet, “los actores somos cronistas de nuestro tiempo” y de alguna manera tenemos esa responsabilidad de retratar, de poner como ante un espejo la realidad que nos atraviesa. Y eso es lo bello de esta profesión. Ya el espectador, reconociéndose en esas historias y en esos personajes, hará los juicios propios que le competen como ciudadano, como colombiano, en este caso”, dijo Ramos en la conferencia.
Luego de haber cumplido parte de su condena en la Cárcel de Cómbita, Boyacá (Colombia), “Popeye” obtuvo la libertad condicional por buen comportamiento y fue finalmente liberado el 26 de agosto de 2014, después de 23 años y 3 meses en prisión. En 2018 Velásquez volvió a la cárcel por delitos de extorsión y el 6 de febrero de 2020 murió, a los 57 años, en el Instituto Nacional de Cancerología de Bogotá donde estaba internado por un cáncer de esófago.
En entrevista exclusiva con El Espectador, Amparo Grisales reveló cómo fue para ella interpretar a Mónica Machado.
En esta producción se puede decir que usted es la abogada del diablo, ¿cómo fue interpretar a Mónica?
Aunque parezca fácil, no lo fue. No estaba interpretando a una abogada que está representando a un cliente normal... Mónica fue la abogada de la maldad defendiendo lo indefendible. Investigué muchísimo y le di al personaje una fuerte dosis de frialdad y valentía al tener que enfrentarse a personajes tan macabros, porque ella no solo representó a JJ sino que al mismo tiempo, tal vez sin que él se diera cuenta, también representó a los Rodríguez, del cartel de Cali. Es una mujer temeraria.
¿Qué hubiese hecho usted en la posición de Mónica representando a delincuentes de ese calibre?
Curioso que lo preguntes porque tengo una anécdota al respecto, antes de entrar al mundo de la actuación yo quería estudiar derecho... hice un semestre en la Universidad Libre cuando llegué de Manizales y me la pasaba en la cafetería porque he sido muy analítica desde pequeña, siempre he creído en el tema de las energías, y eso fue lo que me hizo caer en cuenta de que esa carrera no era para mí, porque el hecho de tener que venderse para defender algo que claramente no tiene ninguna justificación, no era algo que yo estuviera dispuesta a hacer. No me gustó ni cinco estudiar eso.