Anderson Ballesteros, en las entrañas de un villano
El actor, que interpreta a “Patoco” en la bionovela “Arelys Henao, canto para no llorar”, cuenta cómo fue el proceso para asumir un personaje oscuro y violento.
¿Cómo llegó a esta producción de “Arelys Henao: canto para no llorar”?
Era un proyecto necesario desde la parte profesional, laboral y económica. Llevaba más de un año sin actuar. Me encuentro viviendo en Nueva York y me llegó la invitación para hacer la audición. Hice el casting y me salió terrible porque no pude prepararme muy bien. No pude hacer una propuesta de maquillaje y vestuario, algo que me estaban pidiendo. Sin embargo, después de eso me llamó mi mánager a decirme que los diálogos habían estado muy flojos, pero que a los directores les había gustado mucho mi perfil. El personaje que yo planteé en el casting no fue el Patoco que se hizo. Seguramente ya estando con los actores y teniendo las reacciones de ellos me ayudó muchísimo, porque ya tenían la idea de ese Patoco que se necesitaba para este universo narrativo.
(Le recomendamos: HBO Max anuncia que “Amsterdam”, su nueva serie original, llegará en marzo)
¿Cuál fue el proceso para meterse en la piel de este villano?
Comencé con la lectura de los libretos, y a partir de ahí me daba una idea de quién era Patoco. Tuve que entender y comprender todo lo que estaba pasando en Antioquia en ese momento, ese contexto político-social. Entender los grupos armados que había y quién era el personaje dentro de este entorno. Este es un hombre violento que fue criado dentro de una sociedad violenta, ahí ya lo fui entendiendo. También fue un poco de escuchar reportajes, de escuchar a personas que se han salido de la guerra. Me apoyé mucho en entrevistas y luego ya los directores me dijeron lo que querían ver. Todos los días me tenía que encomendar al padre de la vida y siempre le decía: “No me sueltes porque este personaje está muy pesado y yo soy muy frágil y sensible”.
¿Cuál fue el reto más grande que tuvo para desarrollar a “Patoco”?
Era un sufrimiento pensar en todo lo que hacía, porque yo no soy así. Siempre trato de tener una buena palabra para un niño. Pero al final pensaba que algo tenía que aprender de él y por algo había llegado a mi vida y mi misión era prestarle mi cuerpo. Con eso ya me sentía más tranquilo, también tuve que entender que Patoco fue un resultado de la sociedad, de la educación, del gobierno, de estar en estos lugares donde el agua llega con sed y todo es tan inhóspito.
(Puede leer: “Obi-Wan Kenobi”: Filtrado el regreso de otro personaje en la serie de “Star Wars”)
¿Qué le queda a usted de ese universo oscuro del personaje?
De esto me quedan los amigos con los que trabajé, que tal vez los había ya escuchado, pero no los conocía. Todo lo que recibí, todo lo que se hizo fue para mí lo más valioso de hacer parte de esta producción.
¿Desarrolló algún ritual en especial para soltar el personaje?
Yo llegaba y me tocaba tomar baños para poder soltarme y en mi habitación siempre tenía velones prendidos. Llegaba, me sentaba a rezar y agradecer. Lo hacía todos los días sin falta. Este personaje hizo que me doliera la vida, que me doliera Colombia, el maltrato hacia la mujer. Me llevó a viajar hacia unos inframundos que fueron muy dolorosos. Había días en que no quería hacer algunas escenas porque eran muy fuertes, pero entonces me decía: “Debe pararse derecho y hágale”.
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¿Por qué es importante contar la historia de Arelys Henao?
Me parece muy bien que se cuente, porque hoy día estamos pegados a un celular donde vemos que las personas suben a sus redes lo bonito, donde todo el mundo muestra su mejor versión para mostrar una realidad que a veces no viven. Y esta historia busca rescatar lo que vivimos y lo que somos. La historia nos invita a que hagamos algo con ese des olvido que se tiene hacia las poblaciones más vulnerables.
¿Volvería a interpretar un villano de este tipo?
En este momento no. Hace poco me mandaron un casting para un personaje violento y dije que no. Tal vez después, no todos los villanos son cortados con la misma tijera; pero ahora no me sentiría bien de hacer algo del mismo estilo.
¿Qué proyectos tiene en mente?
Ahora estoy haciendo un proyecto muy bueno. Es un soldado secuestrado, que prácticamente es el héroe de la historia. Eso una película dirigida por Andrés Roa. En esta película me estoy dando la oportunidad de ser productor también., así que es una nueva faceta de mi vida. Actualmente me encuentro en España grabando una película de vampiros donde participa también talento colombiano como Yuri Vargas y Johanna Fadul. Entonces esta es la cuota colombiana, porque ya hay talento peruano y mexicano.
¿Cómo llegó a esta producción de “Arelys Henao: canto para no llorar”?
Era un proyecto necesario desde la parte profesional, laboral y económica. Llevaba más de un año sin actuar. Me encuentro viviendo en Nueva York y me llegó la invitación para hacer la audición. Hice el casting y me salió terrible porque no pude prepararme muy bien. No pude hacer una propuesta de maquillaje y vestuario, algo que me estaban pidiendo. Sin embargo, después de eso me llamó mi mánager a decirme que los diálogos habían estado muy flojos, pero que a los directores les había gustado mucho mi perfil. El personaje que yo planteé en el casting no fue el Patoco que se hizo. Seguramente ya estando con los actores y teniendo las reacciones de ellos me ayudó muchísimo, porque ya tenían la idea de ese Patoco que se necesitaba para este universo narrativo.
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¿Cuál fue el proceso para meterse en la piel de este villano?
Comencé con la lectura de los libretos, y a partir de ahí me daba una idea de quién era Patoco. Tuve que entender y comprender todo lo que estaba pasando en Antioquia en ese momento, ese contexto político-social. Entender los grupos armados que había y quién era el personaje dentro de este entorno. Este es un hombre violento que fue criado dentro de una sociedad violenta, ahí ya lo fui entendiendo. También fue un poco de escuchar reportajes, de escuchar a personas que se han salido de la guerra. Me apoyé mucho en entrevistas y luego ya los directores me dijeron lo que querían ver. Todos los días me tenía que encomendar al padre de la vida y siempre le decía: “No me sueltes porque este personaje está muy pesado y yo soy muy frágil y sensible”.
¿Cuál fue el reto más grande que tuvo para desarrollar a “Patoco”?
Era un sufrimiento pensar en todo lo que hacía, porque yo no soy así. Siempre trato de tener una buena palabra para un niño. Pero al final pensaba que algo tenía que aprender de él y por algo había llegado a mi vida y mi misión era prestarle mi cuerpo. Con eso ya me sentía más tranquilo, también tuve que entender que Patoco fue un resultado de la sociedad, de la educación, del gobierno, de estar en estos lugares donde el agua llega con sed y todo es tan inhóspito.
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¿Qué le queda a usted de ese universo oscuro del personaje?
De esto me quedan los amigos con los que trabajé, que tal vez los había ya escuchado, pero no los conocía. Todo lo que recibí, todo lo que se hizo fue para mí lo más valioso de hacer parte de esta producción.
¿Desarrolló algún ritual en especial para soltar el personaje?
Yo llegaba y me tocaba tomar baños para poder soltarme y en mi habitación siempre tenía velones prendidos. Llegaba, me sentaba a rezar y agradecer. Lo hacía todos los días sin falta. Este personaje hizo que me doliera la vida, que me doliera Colombia, el maltrato hacia la mujer. Me llevó a viajar hacia unos inframundos que fueron muy dolorosos. Había días en que no quería hacer algunas escenas porque eran muy fuertes, pero entonces me decía: “Debe pararse derecho y hágale”.
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¿Por qué es importante contar la historia de Arelys Henao?
Me parece muy bien que se cuente, porque hoy día estamos pegados a un celular donde vemos que las personas suben a sus redes lo bonito, donde todo el mundo muestra su mejor versión para mostrar una realidad que a veces no viven. Y esta historia busca rescatar lo que vivimos y lo que somos. La historia nos invita a que hagamos algo con ese des olvido que se tiene hacia las poblaciones más vulnerables.
¿Volvería a interpretar un villano de este tipo?
En este momento no. Hace poco me mandaron un casting para un personaje violento y dije que no. Tal vez después, no todos los villanos son cortados con la misma tijera; pero ahora no me sentiría bien de hacer algo del mismo estilo.
¿Qué proyectos tiene en mente?
Ahora estoy haciendo un proyecto muy bueno. Es un soldado secuestrado, que prácticamente es el héroe de la historia. Eso una película dirigida por Andrés Roa. En esta película me estoy dando la oportunidad de ser productor también., así que es una nueva faceta de mi vida. Actualmente me encuentro en España grabando una película de vampiros donde participa también talento colombiano como Yuri Vargas y Johanna Fadul. Entonces esta es la cuota colombiana, porque ya hay talento peruano y mexicano.