Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
En las calles de la Medellín el director de cine Víctor Gaviria, conocido por “La vendedora de rosas” y “La mujer del animal”, está en frente del volante y las cámaras. Al cineasta lo dirigió Theo Montoya para Anhell69, su opera prima. Un recuerdo y un homenaje al cine y la juventud de la ciudad que no tuvo futuro.
En 2017 Theo Montoya hizo una audición para encontrar el protagonista de su primera cinta de ficción, sin saber que su proyecto se convertiría en ‘Anhell69′. El filme, un documental, como es referido por muchos, pero una película sin género, como su creador prefiere enmarcarla, se estrenó el 27 de julio en Colombia. El Espectador habló con el director.
Aunque Montoya no tuvo una formación académica en el cine, se ha convertido en una voz para su generación, que como él mismo relata, es una generación aniquilada. Durante el casting de su cinta de ficción encontró a su protagonista, un joven llamado Camilo Najar, que para sorpresa de todos falleció una semana después de la audición.
Le invitamos a leer: Oppenheimer, un ladrón de fuego
“Escribí la película para que salieran mis amigos y en esa cinta tenía que ver con una Medellín distópica, donde los muertos ya no cabían en los cementerios y esos fantasmas empezaban a deambular por la ciudad”, comenta Montoya sobre la sinopsis original de ‘Anhell69′. En la historia, su historia, se multiplica un virus llamado espectrofilia, una enfermedad que ocasionaba atracción sexual hacia los fantasmas.
Con los años la historia de Camilo se convirtió en un cortometraje llamado ‘Son of Sodom’, que estuvo en el Festival de Cine de Cannes. “Fue un cortometraje que estrené en el 2020 y es un apéndice de ‘Anhell69′, es una exploración solamente de la vida de Camilo (…) El nombre de las dos películas eran sus apodos en redes sociales”, recuerda Theo. Explica que ‘Anhell69′, el nombre de la película, es una palabra complicada, pues se puede leer como “ángel” y también como “an hell”, una traducción de “un infierno”.
‘Anhell69′ es una película sin género. “La cinta es una crítica a los modelos establecidos de cómo entendemos el cine (…) dicen que no basta que exista de esta manera híbrida, sino que las personas siempre piensan que debe existir en ficción o en documental.
Además: Oppenheimer, un ladrón de fuego
Esa ficción se empieza a volver realidad. La película habla del cine trans y es un poco la deconstrucción de los seres humanos, que ahora llegan con más frecuencia cine. Un realizador cree que su máximo es hacer ficción y que lo otro son maneras para alcanzar ese ideal, pero nunca han entendido que esas otras maneras de hacer cine son muy válidas, incluso superiores a esa idea que están teniendo del cine”, dice el director.
La cinta tardó cinco años en hacerse. “Fue una película que se reescribió y que se entendió mucho en el montaje. Yo creo que esa fue la parte más importante”, destaca el director. Apichatpong Weerasethakul (Tailandia), Harmony Korine (Estados Unidos), Carlos Reygadas (México) y Víctor Gaviria (Colombia), son algunos de los cineastas que influenciaron el trabajo de Montoya.
“Todo el conocimiento que aprendí del cine verdaderamente fue Desvío Visual, laboratorio audiovisual que cree hace más de 10 años. Lo hice para imitar directores que me gustaban mucho. Ser director de cine nunca me lo había cuestionado seriamente. Estaba rodeado de gente muy interesante, ellos no querían coger la cámara y me tocó a mí”.
Víctor Gaviria, que hace una aparición especial en la cinta, tuvo hace poco una retrospectiva en la Cinemateca de Bogotá. “Yo no le expliqué tanto de que iba mi película, sino que le dije lo que él iba a hacer. Yo te quiero rendir un homenaje a vos, yo quiero que vos salgas en la película”. Montoya recuerda que el maestro del trabajo con actores naturales, no es tan buen actor.
Además de las influencias cinematográficas, el director de ‘Anhell69′habla de sus influencias literarias. Gonzalo Arango, fundador del Nadaismo, Fernando Vallejo, también nacido en Medellín y autor de ‘La Virgen de los Sicarios’ y ‘El Desbarrancadero’ y Juan Rulfo, considerado por muchos el padre del realismo mágico en la literatura.