Bogoshorts revela imagen oficial de su edición número 21, un homenaje al tatuaje

La condición humana es corporal. Asunto de identidad tanto individual como colectiva, el cuerpo es el espacio para que los demás lo lean y lo interpreten. La piel es, ante todo, prueba de presencia en el mundo, y al mismo tiempo es la frontera, la puerta de entrada al cuerpo.

Como dice David Le Breton en su libro El tatuaje “A través de la piel se nos reconoce, se nos nombra, se nos identifica. Envuelve y encarna a la persona, asemejándola a otras o diferenciándola.. Su textura, su tez, sus cicatrices, sus rasgos particulares (lunares, arrugas, etc.) dibujan un paisaje único. La huella en la piel es un signo de identidad, más aún cuando llega por elección”.

Representar el cuerpo a través del tatuaje podría parecer contradictorio, el tatuaje llega a la piel, al cuerpo, desde afuera, no viene con él; sin embargo son los tatuajes uno de los caminos a través de los cuales nos apropiamos de nuestro cuerpo, una de las formas de hacer que la historia propia nunca se olvide. Nos tatuamos para definirnos y no permitirle a la memoria que juegue con nosotros y nos permita olvidar quienes somos, que hemos vivido, como queremos vernos y ser vistos o a donde pertenecemos.

El póster de la edición 21 de Bogoshorts, diseñado por Juan Esteban Duque del estudio MOTTIF, bajo el desarrollo conceptual de Jaime E. Manrique, fundador y director de toda la Plataforma Bogoshorts (Movimiento, festival y agencia de distribución) explora a través de un tatuaje lleno de símbolos pertenecientes a muchas culturas y momentos históricos, con la Santa Lucía, símbolo del festival, como centro, la apropiación del cuerpo.

Según Manrique, “El ejercicio de pensamiento sobre cada póster del festival no es una labor de marketing o una exploración simplemente visual, ha sido durante los últimos 10 años para Bogoshorts un trabajo de reflexión sobre el festival que somos, la sociedad en la que vivimos y las audiencias que nos importan: sus estados de ánimo, sus miedos y sus búsquedas. No hacemos un afiche para invitar a la gente a un festival de cine, claro que eso también lo hacemos para dejar una huella en el tiempo que nos permita entender ¿de dónde venimos y para dónde vamos? El afiche de un festival de cine es una decisión tan profunda y tan llena de significado como la elección misma de las secciones que lo componen y las películas que se proyectan. Y en ese sentido creo que este es uno de los afiches más especiales y coherentes que hemos tenido. Y todas mis reflexiones y pensamientos serían imposibles de plasmar sin el talento de Juan Esteban Duque”.

La condición humana es corporal. Asunto de identidad tanto individual como colectiva, el cuerpo es el espacio para que los demás lo lean y lo interpreten. La piel es, ante todo, prueba de presencia en el mundo, y al mismo tiempo es la frontera, la puerta de entrada al cuerpo.

Como dice David Le Breton en su libro El tatuaje “A través de la piel se nos reconoce, se nos nombra, se nos identifica. Envuelve y encarna a la persona, asemejándola a otras o diferenciándola.. Su textura, su tez, sus cicatrices, sus rasgos particulares (lunares, arrugas, etc.) dibujan un paisaje único. La huella en la piel es un signo de identidad, más aún cuando llega por elección”.

Representar el cuerpo a través del tatuaje podría parecer contradictorio, el tatuaje llega a la piel, al cuerpo, desde afuera, no viene con él; sin embargo son los tatuajes uno de los caminos a través de los cuales nos apropiamos de nuestro cuerpo, una de las formas de hacer que la historia propia nunca se olvide. Nos tatuamos para definirnos y no permitirle a la memoria que juegue con nosotros y nos permita olvidar quienes somos, que hemos vivido, como queremos vernos y ser vistos o a donde pertenecemos.

El póster de la edición 21 de Bogoshorts, diseñado por Juan Esteban Duque del estudio MOTTIF, bajo el desarrollo conceptual de Jaime E. Manrique, fundador y director de toda la Plataforma Bogoshorts (Movimiento, festival y agencia de distribución) explora a través de un tatuaje lleno de símbolos pertenecientes a muchas culturas y momentos históricos, con la Santa Lucía, símbolo del festival, como centro, la apropiación del cuerpo.

Según Manrique, “El ejercicio de pensamiento sobre cada póster del festival no es una labor de marketing o una exploración simplemente visual, ha sido durante los últimos 10 años para Bogoshorts un trabajo de reflexión sobre el festival que somos, la sociedad en la que vivimos y las audiencias que nos importan: sus estados de ánimo, sus miedos y sus búsquedas. No hacemos un afiche para invitar a la gente a un festival de cine, claro que eso también lo hacemos para dejar una huella en el tiempo que nos permita entender ¿de dónde venimos y para dónde vamos? El afiche de un festival de cine es una decisión tan profunda y tan llena de significado como la elección misma de las secciones que lo componen y las películas que se proyectan. Y en ese sentido creo que este es uno de los afiches más especiales y coherentes que hemos tenido. Y todas mis reflexiones y pensamientos serían imposibles de plasmar sin el talento de Juan Esteban Duque”.