Carlos Hurtado, un “parcero en Nueva York”
El actor colombiano y protagonista de la película dirigida por Harold Trompetero, que llega a los cines este jueves 18 de agosto, confesó en entrevista lo difícil que fue rodar en la Gran Manzana a -13 grados y reveló que su personaje está construido en gran parte gracias a sus experiencias personales.
“Un parcero en Nueva York” cuenta la historia de Armando Pulido, un maestro de obra sencillo de buen corazón, trabajador, rebuscador y buen amigo, cansado de la grave crisis económica que vive en Colombia, decide irse a buscar el sueño americano a Nueva York, para esto intentan diversas formas de conseguir la visa americana hasta que lo logra de la manera menos pensada posible, al llegar a la gran manzana el hombre se ve enfrentado a rebuscársela con todo el ingenio. Al final logrará su sueño americano, pero le hará falta todo lo maravilloso que tenía en Colombia.
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“Un parcero en Nueva York” cuenta la historia de Armando Pulido, un maestro de obra sencillo de buen corazón, trabajador, rebuscador y buen amigo, cansado de la grave crisis económica que vive en Colombia, decide irse a buscar el sueño americano a Nueva York, para esto intentan diversas formas de conseguir la visa americana hasta que lo logra de la manera menos pensada posible, al llegar a la gran manzana el hombre se ve enfrentado a rebuscársela con todo el ingenio. Al final logrará su sueño americano, pero le hará falta todo lo maravilloso que tenía en Colombia.
Inspirado en sus propias vivencias como inmigrante en la Gran Manzana, el cineasta colombiano Harold Trompetero realizó esta película, una comedia con la que explora la queja de muchos extranjeros en Estados Unidos de que el “sueño americano no es como lo pintan”.
“Todos venimos con ese deseo de triunfar, de buscar un espacio. El problema es que cuando llegamos nos damos cuenta de que las cosas no son como las pintan”, advierte Trompetero, de 51 años, que emigró a Estados Unidos tras ganar en Cannes el máximo premio en publicidad en el año 2000.
En entrevista exclusiva con El Espectador, el actor confesó lo difícil que fue rodar en la Gran Manzana a -13 grados y reveló que su personaje está construido en gran parte gracias a sus experiencias personales.
¿Cómo llega usted a ser el “parcero en Nueva York”?
Hace más de 3 años largos, ya casi 4, antes de pandemia me llamó Harold Trompetero, por cosas de la vida y del destino yo estaba pintando mi apartamento, mi hijo me grabó el casting y no fue difícil. La gente sabe que yo soy un “ñerito” del 20 de julio y que toda la vida me he pagado el estudio de actuación con la pintada de las academias, me quedó muy bueno y chévere el casting, basado en todos los oficios que hace mi familia como la ebanistería, el sentar baldosín y pintar, por eso me gané la audición
¿Como fue la experiencia de grabar en la Gran Manzana?
La gente sabe que para ir a rodar se necesitan muchos permisos, tuvimos una muy buena producción con Arcob Services, estábamos a 13 grados bajo cero, con una sensación térmica de 15 bajo cero, entonces fue muy difícil. También recuerdo que nos tocó una tormenta de nieve, Harold nos decía: “bueno muchachos, en Nueva York si no se mueve el tren ni el metro quiere decir que es grave, pero si vamos y el metro está funcionando, rodamos”. Fueron 12 días, a un ritmo implacable, yo pienso que yo era uno de los más sorprendidos y descrestados con rodar en Nueva York, y eso también me ayudaba mucho para el personaje.
¿Cómo crea a Armando Pulido?
La verdad es que la mitad del personaje está hecho de mis vivencias… mientras que la parte “gomela” son las experiencias de Harold Trompetero, quien vivió 7 años en Nueva York como publicista. Queríamos mostrar esa soledad tan grande que se siente al tener dinero y esa sensación de que siempre falta algo, por eso también juntamos a un parcero del Quiroga con un parcero del 20 de Julio para mostrar una historia de la vida real alejada de los estereotipos y mostrar esos héroes que tiene esos oficios invisibles, como los lustrabotas, las personas del aseo, los ebanistas, etc.
¿Recuerda alguna anécdota que haya vivido durante el rodaje de la película en Nueva York?
En el Centrar Park una vez Harold me puso a vender chatarra, ese día estábamos a 13 grados bajo cero y salí a correr. Solo tenia una chaqueta de jean… me entró el frio a la nariz y los pulmones y no pude seguir. Pensé que me iba a morir y que tendrían que repatriar mi cuerpo, también pensé “bueno ,me morí haciendo mi película, mi protagónico acá en Nueva York”.