“Nahir”, la historia de un crimen que conmocionó a Argentina
La película de ficción, basada en el crimen por el cual condenaron a Nahir Galarza, la mujer más joven de Argentina en recibir cadena perpetua, se estrena este 22 de mayo. Valentina Zenere, César Bordón y Mónica Antonópulos, tres de los intérpretes, hablaron para El Espectador.
Mateo Medina Escobar
Sarah Gutiérrez
La madrugada del 29 de diciembre de 2017, Fernando Gabriel Pastorizzo fue asesinado. El crimen ocurrió en Gualeguaychú, una ciudad situada a más de 200 kilómetros de Buenos Aires. Nahir Galarza, con 19 años, se convirtió en la mujer más joven de Argentina en recibir cadena perpetua por el asesinato de Pastorizzo. El caso fue primera plana de los medios nacionales e internacionales. Después de la condena, Galarza cambió su versión y acusó a su padre de ser el culpable.
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La madrugada del 29 de diciembre de 2017, Fernando Gabriel Pastorizzo fue asesinado. El crimen ocurrió en Gualeguaychú, una ciudad situada a más de 200 kilómetros de Buenos Aires. Nahir Galarza, con 19 años, se convirtió en la mujer más joven de Argentina en recibir cadena perpetua por el asesinato de Pastorizzo. El caso fue primera plana de los medios nacionales e internacionales. Después de la condena, Galarza cambió su versión y acusó a su padre de ser el culpable.
La justicia argentina desestimó la acusación, determinando que el hecho ya había sido tratado y analizado en varias instancias judiciales. Nahir Galarza fue condenada a 35 años de prisión, la máxima condena posible en el país sudamericano. Este 22 de mayo se estrena la película “Nahir”, basada en el mediático caso.
“El equipo de la película ha investigado muchísimo. Me han dado un montón de cosas que ellos estuvieron investigando”, contó durante el rodaje la actriz Valentina Zenere, quien interpreta a Nahir Galarza. El Espectador hizo parte de un recorrido en el set de la película. Durante la visita hablamos con Zenere, y con los actores César Bordón y Mónica Antonópulos, quienes interpretan a los padres de la protagonista.
“Siempre es un privilegio hacer una película de esta naturaleza, con un caso tan resonante. Me parece que lo que hay que hacer es disfrutar y procurar estar a la altura del conflicto (...) Requiere de conciencia y de mucho entendimiento del caso para poder encararlo”, aseguró Bordón sobre el caso de Nahir Galarza. “Hernán Guerschuny es un director que está muy atento a cosas muy pequeñas e importantes”, agregó.
“Es un proyecto basado en un caso real que fue abordado con respeto y sin tomar juzgamiento desde el primer momento, cuando nos encontramos el guion, después la manera que se contó y cómo cada uno lo fuimos interpretando. Nunca nos encontramos en el medio del proceso con estar tomando partido o siendo acondicionados. Creo que eso también puntualizó el director, su mirada fue fundamental todo el tiempo”, explicó Antonópulos.
La película se centra en las diferentes versiones que dio Nahir Galarza sobre el asesinato de Fernando Pastorizzo, interpretado por Simón Hempe. “Nahir es un personaje supremamente complejo. A mí obsesiona mucho la mente humana, me dan muchas ganas de entender por qué hacemos cada cosa que hacemos y por qué cada uno decide obrar desde su lugar. Esta historia era tan complicada que me ofrecieron el papel dije: ‘obvio que la quiero hacer’”, explica Zenere, quien para entonces estaba grabando la quinta temporada de “Élite”.
Los padres de la joven, Marcelo Galarza y Yamina Kroh, tienen un papel importante durante el desarrollo del caso y en la adaptación cinematográfica. “Me parece interesante del guion es que no toma ningún partido, es sincero. La película está basada con respeto a la información que tienen y que investigaron los creadores”, asegura Antonópulos, que encarna a la madre, una mujer que, según ella, fue un personaje que la incomodó desde el primer momento.
“Es un personaje que está siempre a la sombra de su marido. Es una incógnita. Cuando buscas material sobre este personaje hay muy poco. Es incómodo interpretar esos personajes que se omiten todo el tiempo (...) pero cuando me pregunté por qué me quería meter a esto, creo que fue desde mi lugar como mujer y artista. El proyecto me convocó porque siento que nos convoca a volver a preguntarnos cómo fue juzgado y más allá de la condena, es un caso realmente analizable. Quiero aportar desde este pequeño lugar”, puntualiza la actriz.
“Ha sido un trabajo arduo y difícil. Antes del rodaje tuvimos unos meses de ensayo (...) Uno intenta entender la psiquis de los personajes, en este caso me toca a ella (Nahir Galarza) que es un poco más complicada de entender, brindo mi cuerpo y mi alma al proyecto, en eso estuvimos en un camino largo”, cuenta Zenere.
César Bordón dice que “en definitiva la tarea del actor en este caso es representar a esa familia y tratar de buscar los esquemas de la misma (...) Nosotros nos concentramos en eso, en cómo es esta relación de los personajes. Lo demás es un motivo de especulación, que está fantástico, pero no trabajamos sobre eso, lo hacemos sobre el vínculo”, explica el actor con relación al papel biográfico de la película.
La cinta no pretende ser un retrato exacto de lo que pasó, pero sí ahonda en varios de los factores alrededor del caso. “Yo creo que el juicio no tuvo perspectiva de género. Eso es algo que es así y me parece que esta película lo que hace es que no quites la mirada de ese aspecto”, asegura la protagonista. El mánager de medios Jorge Zonzini, exvocero de Galarza y, autor del libro “El Silencio de Nahir, Crónica de un Linchamiento Mediático”, aseguró que el filme “no es tendencioso y tiene final abierto. El que decide quién fue el ejecutor del crimen es el espectador”.
Zonzini tuvo un papel relevante en el manejo de la imagen de la acusada ante los medios y el público durante el desarrollo del caso. El mánager estuvo de cerca durante el juicio y conoció de primera mano a la familia de la joven. “El caso Nahir se convirtió en un fenómeno audiovisual sin precedentes por múltiples factores, pero, fundamentalmente, porque comprende un revelador ensayo psicosocial nutrido de padres narcisistas y violentos, madres sumidas en violencia de género y dos chicos muy jóvenes como chivos expiatorios”.