“Cien años de soledad”: la segunda parte mostrará la masacre de las bananeras
La cineasta Laura Mora dirigió tres capítulos de la primera parte de la serie “Cien años de soledad”, basada en la novela del Nobel de Literatura Gabriel García Márquez. La directora habló para El Espectador sobre su trabajo en la producción, los retos que asumió al adaptar el clásico literario y lo que se viene en la segunda parte de la serie.
Mateo Medina Escobar
Durante el rodaje de la serie Cien años de soledad, Laura Mora ratificó la creencia que tenía de que la literatura es un lenguaje superior. “La imagen que creas en tu mente es directamente proporcional a tu capacidad de imaginar algo, mientras que la imagen ya te invita a poner eso en un lugar”, dice la directora en entrevista para El Espectador. La cineasta dirigió los episodios 4, 5 y 6 de la primera parte de la serie y ya prepara otros cinco capítulos de la segunda parte.
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Durante el rodaje de la serie Cien años de soledad, Laura Mora ratificó la creencia que tenía de que la literatura es un lenguaje superior. “La imagen que creas en tu mente es directamente proporcional a tu capacidad de imaginar algo, mientras que la imagen ya te invita a poner eso en un lugar”, dice la directora en entrevista para El Espectador. La cineasta dirigió los episodios 4, 5 y 6 de la primera parte de la serie y ya prepara otros cinco capítulos de la segunda parte.
En marzo de 2019 se confirmó que Netflix había adquirido los derechos para adaptar la obra cumbre de Gabriel García Márquez. Mora, que por esa época había estrenado su película Matar a Jesús (2017) y preparaba Los reyes del mundo (2022), escuchó la posibilidad de que la llamaran para dirigir algunos episodios de la producción macondiana. “En ese momento ni me llamaron y yo dije mejor que no me llamen, porque yo tengo clara mi respuesta y es no”, recuerda la cineasta.
Dirigir la adaptación de una de las novelas más importantes de Colombia y la literatura universal no es algo que una cineasta como Laura Mora se tome a la ligera. “Después de Los reyes del mundo, ya me buscaron de manera más concreta y tuve la osadía de pensármelo. Creo que lo que me convenció fue empezar a ver hacia dónde iba esta adaptación”.
Mora vio que colegas que admira y con los que ha trabajado fueron llamados para participar en la producción. Entre las guionistas encargados de la adaptación estaban Natalia Santa y María Camila Arias, esta última con quien Mora escribió Los reyes del mundo. “El rigor de la producción y el respeto hacia la obra, la decisión de hacerla en Colombia, en español y luego también una clara postura de los productores, desde Netflix y Dynamo, de abrazar la voz de los directores”, fue lo que finalmente convenció a la cineasta de aceptar la labor.
A la colombiana se sumó el argentino Alex García López, que contaba con experiencia en la dirección episodios de series y que, además, han sido, en su mayoría, de adaptaciones de otros medios, como Daredevil, The Punisher, The Witcher y Cowboy Bebop. “Somos dos directores muy distintos, que venimos de lugares muy distintos. La idea no era homogeneizar esas voces, sino precisamente exaltar esas diferencias”, explicó Mora.
Desde el inicio de la producción de la serie, ambos directores estuvieron detrás de la visión creativa. Tomaron juntos decisiones de casting y estética. “Ya he hecho series en oportunidades pasadas y es normal trabajar con otros directores. Desde el principio se establecen unas líneas gramaticales visuales que amarran de alguna manera el lenguaje audiovisual de la serie”.
Los episodios de la directora comienzan con la generación mayor de José Arcadio Buendía y Úrsula Iguarán, así como con la llegada de Apolinar Moscote. “Es una parte del libro que a mí me parece muy apasionante, porque pasa de la utopía al realismo, a la llegada a la injerencia política y a lo que empieza a pasar entre liberales y conservadores. A mí me interesa y me gusta mucho estudiar la historia política del país. Esto fue otra excusa para revisitar, no solo la historia del país, sino del Caribe y del continente”.
La cineasta, que en sus películas ubica las historias en su natal Medellín, se adentró en el calor de la cultura costeña que le imprime Gabriel García Márquez en sus libros. “Me parece que el Caribe es como una suerte de estado del alma. Me gustaría ser más Caribe y obviamente he tenido que estudiarlo. Estudiar sus formas de lenguaje, sus formas de habitar. Entender de dónde viene esa lectura bella y poética que Gabriel García Márquez hace del mundo y que está dotada de esa calidez y humor caribeño”.
La directora también explicó que la serie que grabaron tiene un estilo más cinematográfico, que televisivo. “Estilísticamente, vengo un poco más del mundo del cine, y uno más autoral e independiente. No estoy acostumbrada a rodar con varias cámaras, entonces filmó casi toda a una sola cámara. Me interesa mucho la experiencia poética que es tan intensa en el libro, como ser capaces de llevar un poco de esa belleza a esos tres capítulos, en donde pasan cosas tan turbulentas. Creo que ahí va apareciendo un poco la voz del cine, que ha sido mi manera de dialogar con el mundo”.
Los creadores de la serie se arriesgaron por hacer planos largos y exigentes para el espectador. “En un mundo en el que estás tan bombardeado de imágenes cortas, la serie invita a hacer una pausa (...) Una de las cosas que a mí más me apasiona es la construcción de la imagen dotada de una belleza, símbolos y de subtexto que puedan cargarla de emoción. Eso es de lo que he podido hacer en los tiempos de rodaje”.
Laura Mora continúa trabajando en Cien años de soledad, esta vez en la segunda parte, en la que dirigirá cinco episodios. Carlos Moreno, conocido por películas como Perro come perro (2008), Todos tus muertos (2011) y Lavaperros (2020), dirigirá los otros tres episodios. “Estoy metida, clavada de lleno, en esta segunda entrega, los últimos ocho capítulos. Es muy apasionante, porque también vienen muchos de los momentos icónicos del libro, el ascenso de Remedios, Mauricio Babilonia, las bananeras”, concluye la directora.