Cinco mitos del 9 de abril
Hace 75 años fue asesinado Jorge Eliecer Gaitán. El magnicidio dejó consecuencias y heridas que aún se evidencian en Colombia. La plataforma Señal Memoria, de RTVC, hace un trabajo de investigación y restauración en torno a cinco mitos relacionados con esta fecha.
Javier Hernández Cruz - Señal Memoria
Cada año con las conmemoraciones en torno al líder liberal se habla de los hechos, cuya distancia en el tiempo y la multiplicidad de versiones al respecto, alimentan mitos de lo que pasó esa tarde de abril de 1948. ¿El tranvía fue destruído? ¿Sólo hubo incidencias en Bogotá y por eso se le llama El Bogotazo? El tiempo ha permitido que se extiendan esos mantos de duda. Algunos documentos sonoros y las fuentes bibliográficas ayudan a desvanecer estos mantos que año tras año se repiten como un mantra entre propios y extraños.
Bogotazo
El voz a voz, sin mediar pesquisas serias en torno a los hechos, ha permitido que se extienda el mito de que solo hubo una incidencia en la capital del país.
Sin embargo, la muerte de Gaitán generó levantamientos en otras regiones del país, de los cuales poco se habla. Este mito ha sido alimentado por el hecho de que las imágenes más extendidas en estos 75 años, fueron tomadas en Bogotá y principalmente en el centro de la ciudad.
Lo cierto es que en Valle, Antioquia, Boyacá o los Santanderes también se vivieron jornadas intensas de levantamientos populares que también dejaron miles de víctimas. Algunos de estos levantamientos se extendieron incluso por semanas, hasta que el gobierno conservador de Mariano Ospina Pérez, tomó nuevamente control de la situación.
La trascendencia internacional de los hechos fue ampliamente difundida, no solo por la magnitud de los destrozos, sino por la presencia de toda una tropa de medios internacionales que se encontraban en Bogotá cubriendo las incidencias de la IX Conferencia Panamericana, cuyas sesiones se llevaban a cabo en el Congreso de la República. A partir de esto surge ese término de “Bogotazo”. Pero sería más correcto dar el nombre de “Colombianazo”.
Para el historiador Felipe Arias en su artículo sobre el “Soviet” de Barrancabermeja: “En las capitales departamentales, municipios intermedios y pueblos, se manifestó la rabia de liberales y gaitanistas contra las sedes del poder, al cual acusaban de asesinar a su jefe. Esa misión contaba con el aliento de la radio, debido a la confusa información emitida en las primeras horas en la capital, así como a la ocupación de los estudios por parte de algunos grupos rebeldes”.
El tranvía fue destruído el 9 de abril
De la misma forma que las protestas populares en la actualidad indican la saña de los manifestantes en contra de los transportes masivos como Transmilenio en Bogotá o el MIO en Cali, las imágenes surgidas del 9 de abril muestran un amplio destrozo de vehículos de transporte.
Este medio se inauguró en 1884. Inicialmente eran impulsados por mulas y en sus últimos años de circulación ya eran eléctricos. La última flota llegó a la ciudad en 1938. A los vehículos se les daba el apelativo de ‘Lorencitas’, por su techo plateado en honor a la esposa del expresidente Eduardo Santos, Lorencita Villegas, cuyo pelo era rubio platinado.
Este fue el último modelo de carrocería ensamblado en el país para el sistema. Tenía una capacidad de 47 sillas. Se impulsaba por un motor eléctrico conectado a las líneas de energía. Transitaba principalmente por la carrera séptima y contaba con más de 110 vehículos en pleno funcionamiento.
Tras los destrozos, este medio de transporte siguió operando en Bogotá hasta el 30 de junio de 1951, cuando por iniciativa del alcalde Fernando Mazuera, fue reemplazado por buses de servicio público. Si hubo afectaciones. 28 tranvías fueron quemados por la turba de “nueveabrileños”. Para 1948, este sistema de transporte ya vivía su periodo de decadencia y su reemplazo por buses era inevitable.
Le invitamos a leer: “El Bogotazo”, la tarde que cambió la fisonomía de la capital colombiana
Bogotá fue semidestruida el 9 de abril
Es común ver en portadas de los principales diarios del país en los días posteriores al asesinato del líder liberal, los escandalosos titulares a ocho columnas que anunciaban la destrucción de Bogotá. Sin embargo, y sin minimizar las consecuencias del levantamiento popular, la muerte de Gaitán, si bien trajo la devastación de cientos de predios del centro de Bogotá como entidades públicas, construcciones religiosas, comercios y viviendas, gran parte de la ciudad no se vio afectada por esa destrucción.
Ahora, Bogotá no era la gran metrópoli de la actualidad, pero tampoco era una pequeña ciudad que se viera afectada en su totalidad por el levantamiento. Los estragos se limitaron al centro. Ni Chapinero, ni La Cabrera al norte; ni los nacientes y populosos barrios del sur y occidente de la ciudad se vieron perjudicados. Si hubo una afectación en cuanto a las entidades e infraestructura del Estado, que funcionaba en en el centro.
Lo cierto es que los destrozos contribuyeron con la renovación arquitectónica de ese sector de la ciudad. También consolidó la descentralización de la misma y el traslado de los sectores más pudientes hacia el norte de Bogotá.
Además: De ‘El Bogotazo’ a las violencias actuales, un tour por la memoria en Bogotá
Gaitán y Laureano eran enemigos a muerte
Los relatos surgidos de esa época dan fe de una lucha a muerte entre miembros de los partidos Conservador y Liberal. Sin embargo, dicha pugna no trascendió en 1948 plenamente y de forma física a las altas esferas del poder. Un audio que reposa en el Archivo Señal Memoria, por ejemplo, da cuenta de la admiración que Gaitán sentía por Laureano Gómez, aunque no por sus ideas.
Por supuesto, otra era la situación en las zonas rurales y en las demás regiones de Colombia, donde los campos eran asolados por una lucha fratricida por el poder que dejaba miles de víctimas. De la misma forma, el asesinato de Gaitán sí llevó estos hechos violentos posteriormente a las altas esferas. Así lo evidencia el asesinato de Vicente Echandía, hermano del expresidente Darío Echandía o el tiroteo en el Congreso de la República en 1949, entre tantos otros hechos luctuosos similares en el resto del país.
“La Violencia” comenzó el 9 de abril
El fenómeno de la Violencia en Colombia ha tenido puntos álgidos en distintos momentos de su historia y con diferentes denominaciones dependiendo de su época. “La Violencia” es uno de esos periodos surgido después de la muerte de Gaitán. El liberalismo se vio sometido a un exterminio por parte de sectores afectos al Partido Conservador, en consonancia con sectores de las fuerzas militares como la policía —de filiación conservadora— y algunos sectores del ejército.
No obstante determinar el fenómeno violento en Colombia se puede remontar hasta la época de las guerras bipartidistas del siglo XIX e incluso hasta el periodo de la Independencia. La violencia en el país no comenzó el 9 de abril, pero el fenómeno sí se acrecentó tras la muerte de Gaitán y se denominó académicamente como “La Violencia”.
La verdad de los mitos
Estos y otros mitos del 9 de abril se han alimentado de diversas formas, especialmente gracias al voz a voz de aquellos que vivieron la época y que han añadido detalles al respecto dependiendo de su visión política. También gracias a los medios del momento, caracterizados por una visión parcializada acorde con su tendencia política.
Si a esto le añadimos los testimonios audiovisuales tomados de diversas fuentes, generalmente sin un contexto mayor que el levantamiento popular, puede dar la impresión de un Bogotazo con tendencia a desdibujarse a medida que pasa el tiempo.
Solo los libros que estudian este fenómeno, con una amplia gama de fuentes y bien contextualizados, pueden dar una noción más acertada de lo que pasó ese día y sus consecuencias.
Las cifras
Aproximadamente 3000 personas muertas sólo en Bogotá.
136 edificios incendiados.
28 tranvías quemados.
Cada año con las conmemoraciones en torno al líder liberal se habla de los hechos, cuya distancia en el tiempo y la multiplicidad de versiones al respecto, alimentan mitos de lo que pasó esa tarde de abril de 1948. ¿El tranvía fue destruído? ¿Sólo hubo incidencias en Bogotá y por eso se le llama El Bogotazo? El tiempo ha permitido que se extiendan esos mantos de duda. Algunos documentos sonoros y las fuentes bibliográficas ayudan a desvanecer estos mantos que año tras año se repiten como un mantra entre propios y extraños.
Bogotazo
El voz a voz, sin mediar pesquisas serias en torno a los hechos, ha permitido que se extienda el mito de que solo hubo una incidencia en la capital del país.
Sin embargo, la muerte de Gaitán generó levantamientos en otras regiones del país, de los cuales poco se habla. Este mito ha sido alimentado por el hecho de que las imágenes más extendidas en estos 75 años, fueron tomadas en Bogotá y principalmente en el centro de la ciudad.
Lo cierto es que en Valle, Antioquia, Boyacá o los Santanderes también se vivieron jornadas intensas de levantamientos populares que también dejaron miles de víctimas. Algunos de estos levantamientos se extendieron incluso por semanas, hasta que el gobierno conservador de Mariano Ospina Pérez, tomó nuevamente control de la situación.
La trascendencia internacional de los hechos fue ampliamente difundida, no solo por la magnitud de los destrozos, sino por la presencia de toda una tropa de medios internacionales que se encontraban en Bogotá cubriendo las incidencias de la IX Conferencia Panamericana, cuyas sesiones se llevaban a cabo en el Congreso de la República. A partir de esto surge ese término de “Bogotazo”. Pero sería más correcto dar el nombre de “Colombianazo”.
Para el historiador Felipe Arias en su artículo sobre el “Soviet” de Barrancabermeja: “En las capitales departamentales, municipios intermedios y pueblos, se manifestó la rabia de liberales y gaitanistas contra las sedes del poder, al cual acusaban de asesinar a su jefe. Esa misión contaba con el aliento de la radio, debido a la confusa información emitida en las primeras horas en la capital, así como a la ocupación de los estudios por parte de algunos grupos rebeldes”.
El tranvía fue destruído el 9 de abril
De la misma forma que las protestas populares en la actualidad indican la saña de los manifestantes en contra de los transportes masivos como Transmilenio en Bogotá o el MIO en Cali, las imágenes surgidas del 9 de abril muestran un amplio destrozo de vehículos de transporte.
Este medio se inauguró en 1884. Inicialmente eran impulsados por mulas y en sus últimos años de circulación ya eran eléctricos. La última flota llegó a la ciudad en 1938. A los vehículos se les daba el apelativo de ‘Lorencitas’, por su techo plateado en honor a la esposa del expresidente Eduardo Santos, Lorencita Villegas, cuyo pelo era rubio platinado.
Este fue el último modelo de carrocería ensamblado en el país para el sistema. Tenía una capacidad de 47 sillas. Se impulsaba por un motor eléctrico conectado a las líneas de energía. Transitaba principalmente por la carrera séptima y contaba con más de 110 vehículos en pleno funcionamiento.
Tras los destrozos, este medio de transporte siguió operando en Bogotá hasta el 30 de junio de 1951, cuando por iniciativa del alcalde Fernando Mazuera, fue reemplazado por buses de servicio público. Si hubo afectaciones. 28 tranvías fueron quemados por la turba de “nueveabrileños”. Para 1948, este sistema de transporte ya vivía su periodo de decadencia y su reemplazo por buses era inevitable.
Le invitamos a leer: “El Bogotazo”, la tarde que cambió la fisonomía de la capital colombiana
Bogotá fue semidestruida el 9 de abril
Es común ver en portadas de los principales diarios del país en los días posteriores al asesinato del líder liberal, los escandalosos titulares a ocho columnas que anunciaban la destrucción de Bogotá. Sin embargo, y sin minimizar las consecuencias del levantamiento popular, la muerte de Gaitán, si bien trajo la devastación de cientos de predios del centro de Bogotá como entidades públicas, construcciones religiosas, comercios y viviendas, gran parte de la ciudad no se vio afectada por esa destrucción.
Ahora, Bogotá no era la gran metrópoli de la actualidad, pero tampoco era una pequeña ciudad que se viera afectada en su totalidad por el levantamiento. Los estragos se limitaron al centro. Ni Chapinero, ni La Cabrera al norte; ni los nacientes y populosos barrios del sur y occidente de la ciudad se vieron perjudicados. Si hubo una afectación en cuanto a las entidades e infraestructura del Estado, que funcionaba en en el centro.
Lo cierto es que los destrozos contribuyeron con la renovación arquitectónica de ese sector de la ciudad. También consolidó la descentralización de la misma y el traslado de los sectores más pudientes hacia el norte de Bogotá.
Además: De ‘El Bogotazo’ a las violencias actuales, un tour por la memoria en Bogotá
Gaitán y Laureano eran enemigos a muerte
Los relatos surgidos de esa época dan fe de una lucha a muerte entre miembros de los partidos Conservador y Liberal. Sin embargo, dicha pugna no trascendió en 1948 plenamente y de forma física a las altas esferas del poder. Un audio que reposa en el Archivo Señal Memoria, por ejemplo, da cuenta de la admiración que Gaitán sentía por Laureano Gómez, aunque no por sus ideas.
Por supuesto, otra era la situación en las zonas rurales y en las demás regiones de Colombia, donde los campos eran asolados por una lucha fratricida por el poder que dejaba miles de víctimas. De la misma forma, el asesinato de Gaitán sí llevó estos hechos violentos posteriormente a las altas esferas. Así lo evidencia el asesinato de Vicente Echandía, hermano del expresidente Darío Echandía o el tiroteo en el Congreso de la República en 1949, entre tantos otros hechos luctuosos similares en el resto del país.
“La Violencia” comenzó el 9 de abril
El fenómeno de la Violencia en Colombia ha tenido puntos álgidos en distintos momentos de su historia y con diferentes denominaciones dependiendo de su época. “La Violencia” es uno de esos periodos surgido después de la muerte de Gaitán. El liberalismo se vio sometido a un exterminio por parte de sectores afectos al Partido Conservador, en consonancia con sectores de las fuerzas militares como la policía —de filiación conservadora— y algunos sectores del ejército.
No obstante determinar el fenómeno violento en Colombia se puede remontar hasta la época de las guerras bipartidistas del siglo XIX e incluso hasta el periodo de la Independencia. La violencia en el país no comenzó el 9 de abril, pero el fenómeno sí se acrecentó tras la muerte de Gaitán y se denominó académicamente como “La Violencia”.
La verdad de los mitos
Estos y otros mitos del 9 de abril se han alimentado de diversas formas, especialmente gracias al voz a voz de aquellos que vivieron la época y que han añadido detalles al respecto dependiendo de su visión política. También gracias a los medios del momento, caracterizados por una visión parcializada acorde con su tendencia política.
Si a esto le añadimos los testimonios audiovisuales tomados de diversas fuentes, generalmente sin un contexto mayor que el levantamiento popular, puede dar la impresión de un Bogotazo con tendencia a desdibujarse a medida que pasa el tiempo.
Solo los libros que estudian este fenómeno, con una amplia gama de fuentes y bien contextualizados, pueden dar una noción más acertada de lo que pasó ese día y sus consecuencias.
Las cifras
Aproximadamente 3000 personas muertas sólo en Bogotá.
136 edificios incendiados.
28 tranvías quemados.