Los retos para hacer cine de terror en Colombia
En el marco de una muestra de cine de terror que se hizo en Colombia, hablamos con varias fuentes sobre la salud de este género cinematográfico en el país, el menos explorado en la cinematografía nacional.
Mateo Medina Escobar
De acuerdo a Cine en Cifras, entre 2011 y 2020, las películas de terror y suspenso representaron el 7% del total de películas colombianas estrenadas en el país, convirtiendo a este género en el menos explorado del cine nacional. En diálogo para El Espectador, el docente e investigador del audiovisual, Jerónimo Rivera, dijo “el cine de terror no es tan frecuente, ni es tan popular. En Colombia el género más popular es el drama”.
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De acuerdo a Cine en Cifras, entre 2011 y 2020, las películas de terror y suspenso representaron el 7% del total de películas colombianas estrenadas en el país, convirtiendo a este género en el menos explorado del cine nacional. En diálogo para El Espectador, el docente e investigador del audiovisual, Jerónimo Rivera, dijo “el cine de terror no es tan frecuente, ni es tan popular. En Colombia el género más popular es el drama”.
Hablamos también con Alejandra Rocas, realizadora y curadora de cine independiente que recientemente llevó el terror nacional e internacional a la Cinemateca de Bogotá con la muestra “Todos los colores de la oscuridad”. Según dice, “el panorama del cine nacional siempre ha sido muy social”. Temas de conflicto, comedia o drama mandan la parada y el terror se ha visto relegado.
Rivera considera que “el drama está muy por encima de los otros géneros. En un segundo renglón estaría la comedia, que se sabe es un género que le gusta mucho al público y en un tercer lugar está el terror, con un número de títulos bastante inferior a los dos primeros”.
El Espectador también conversó con el director de cine Jorge Navas que coincide con Rocas y Rivera en que hay prejuicio de hacer cine de terror en Colombia. “En el país está establecida la idea de que se debe hacer un cine intelectual, alejado de la forma de hacer cine de Hollywood, de las películas comerciales y del cine de género”.
Alejandra Rocas dice “si uno se pone a ver el cine colombiano siempre se ha hablado de las desapariciones, de las violencias, de todo lo horrible, ahí es donde ya decae el género y él mismo se niega a darse, ¿para qué darle más terror a lo terrorífico?”. Rivera agrega que películas como “La mujer del animal”, dirigida por Víctor Gaviria, se van al terror sin que esa sea su intención inicial. Así que aunque el género es escaso, pareciera que el terror siempre ha estado en el cine colombiano.
Este tipo de películas en el país tuvieron sus inicios con el cineasta nacido en Cali Jairo Pinilla, considerado el padre del terror, el suspenso y la ciencia ficción en Colombia. En 1977 estrenó su primer largometraje titulado “Funeral siniestro”, cinta de terror considerada como la primera de serie b de este género en el país. La película tuvo buena acogida ya que estuvo tres meses en las salas de cine. Pinilla, que continuó realizando largometrajes de ficción, cortos y documentales, se convirtió en un director de cine de culto, poco conocido por las audiencias de la actualidad.
Mientras que Jorge Navas menciona a Luis Ospina y Carlos Mayolo con las películas “Pura sangre” y “Carne de tu carne”, como apuestas del género en Colombia a inicios de la década los 80, Jerónimo Rivera destaca contados realizadores que se arriesgaron a hacer este tipo de cine en años recientes. Enfatizó a los hermanos Juan Felipe y Esteban Orozco con “Al final del espectro”, así como los directores Andrés Beltrán (Llanto maldito) y David Bohórquez (Calibán).
Los prejuicios
Alejandra Rocas mencionó sobre el género que: “siempre se ha pensado que parte de lo barato, de lo poco serio, que a veces puede ser banal y que puede ser tan banal que a la gente no le interesan ese tipo de representaciones”. La curadora agrega que aspectos como los efectos visuales de mala calidad, las actuaciones poco logradas, un mal guion y el hecho de que el filme que pretende dar miedo de risa en su lugar, han sumado prejuicios al género de terror.
Rocas también dice que la visualización insuficiente que han tenido las cintas de terror colombianas en las salas de cine ha sumado a la percepción negativa del género. “La mayoría de las producciones que he visto de terror siempre me han confrontado con cosas que yo nunca había tenido en cuenta. Es que eso sí, todo el cine es político, pero para mí el terror es más político que cualquier cine”.
La curadora también menciona la necesidad de un cine de terror más desde lo femenino, “el cine de terror ha sido una construcción fantasiosa y perversa frente al cuerpo de la mujer y las mujeres, pero el cine de género se ha reformulado desde la mirada femenina, ya es otra realización que tiene que ver con lo mismo, pero desde otra perspectiva”.
Jerónimo Rivera asegura que el cine de terror funciona muy bien en la taquilla colombiana. “Todos los meses hay estrenos de terror. En octubre hay por lo menos tres o cuatro películas en salas”. El investigador dice que el género tiene una gran ventaja frente a los demás, “cuando tiene un buen guion, buenos actores y está bien manejada, realmente funciona bien sin necesidad de invertir mucho dinero”.
El docente asegura que localmente se deben desarrollar todos los tipos de cine: “Yo pienso que cualquier país, incluyendo Colombia, necesita una multiplicidad de voces, de miradas, de géneros, de temáticas, porque justamente eso es lo que va a sacar del imaginario del público de que el cine colombiano es como un género, como que todas las películas son igualitas”.
Cabe resaltar, que el fondo de desarrollo cinematográfico del estado, FDC, así como los fondos regionales para la realización de cine, no cuentan al cine de género como parte central de sus convocatorias, por lo que tampoco ha impulsado su desarrollo. Navas y Rivera coinciden en que los jóvenes realizadores suelen ser los que están libres de los prejuicios de hacer este tipo de cine, y son los que más han hecho proyectos en el país.
El terror que no fue: Las luces apagadas de Jaime Osorio
Jorge Navas y Jerónimo Rivera mencionan a Jaime Osorio Márquez como el director que más estaba explorando la temática del terror en sus proyectos audiovisuales. La ópera prima del cineasta fue la película de terror psicológico “El páramo”, la cual Rivera opina es una de las mejores cintas del género hechas en Colombia. Su segundo largometraje, “Siete cabezas”, explora temáticas cercanas al terror. También fue co-creador de la primera serie de televisión colombiana hecha para HBO Max, “Mil Colmillos”. Lastimosamente Osorio falleció en 2021 a los 46 años después de combatir una larga enfermedad y dejando pendiente una carrera en la cinematografía nacional.