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Cuando salió al aire el primer capítulo de El Desafío, el 20 de abril de 2004, las expectativas eran altas, sin embargo poco se sospechó que el formato tuviera una acogida tan fuerte. Este año el programa cumple 20 años en el horario prime de la tv colombiana.
Dos décadas en las que los participantes se han enfrentado a, entre otras cosas, pruebas retadoras, victorias, y saboreado la amargura de la carencia absoluta cobijados por los conceptos de Playa Alta, Playa Media y Playa Baja, tres conceptos que, incluso, hacen parte del dialecto popular.
El Desafío ha tenido varias locaciones a lo largo de estos años. En Colombia, Panamá, República Dominicana, El Salvador, Senegal, Marruecos, India y Trinidad y Tobago se han escrito los capítulos de una historia que está lejos de un punto final. Entre sus presentadoras ha tenido a figuras reconocidas como Margarita Rosa de Francisco y Andrea Serna, dos mujeres que vivieron en carne propia y durante varios años los retos detrás y delante de las cámaras.
La preparación no es solo física.
Si hay algo que ha quedado claro en estos 20 años, es que las pruebas del Desafío no son para todo el mundo. La exigencia y la dificultad son dos factores que con el tiempo se han ido ajustando cada vez más, los participantes se enfrentan no solo a obstáculos físicos, también mentales.
“La preparación para El Desafío siempre es muy retadora y fascinante. Hablando de la parte física, desde que me embarqué en este proyecto también asumí el reto de estar en sintonía con lo que siente un atleta cuando se prepara para una gran competencia y por eso lo tomo de esa manera”, comentó Andrea Serna a El Espectador. Un reto que la presentadora asume más allá de la apariencia ante las cámaras.
“También está la preparación mental, que tiene que ver con entender que este lugar se convierte en nuestra casa, y las personas que habitan en él son nuestra familia. No solo lo pensamos nosotros, sino también el equipo de producción de más de 200 personas que están detrás de todo”.
Para las presentadoras, equipo de producción y participantes, hay un reto adicional: separarse de sus familiares y tener que convivir con desconocidos.
La convivencia, como en la mayoría de los realities, es un obstáculo. Y en este programa los colombianos han visto cómo los altibajos emocionales han sido motivo del retiro de varios participantes.
El municipio de Tobia, Cundinamarca, es el centro de operaciones desde el 2021. En la profundidad de sus montañas se ha internado el equipo. Allí crearon el set que hemos visto desde los últimos años, una herencia de la emergencia generada por el COVID-19.
“Evolucionar y cambiar hace parte de la historia de este formato. Ralmente en Tobia nos ha ido muy bien, nos sentimos cómodos, crecimos, superamos una barrera muy grande que fue la del Covid-19 así que hay unos lazos y unos sentimientos grandes hacia esta locación que nos abrió sus puertas”, dijo Sebastián Martino, productor ejecutivo del programa.
Desafío XX, una celebración
Luego de tres años en Tobia, la edición 2024 tendrá varias novedades, entre ellas, su nueva presentadora: María Fernanda Aristizábal. Junto con Andrea Serna, que conoce de pies a cabeza el formato, serán las encargadas de conducir El Desafío XX.
Luego de recibir la noticia de su selección, la modelo y exseñorita Colombia recordó que su admiración por Andrea Serna nació hace más de una década.
“Tenía que compartirles estas dos fotos porque en realidad significan mucho para mí, pues si van a la segunda foto la historia empieza 12 años atrás con una sonrisa inmensa porque Andrea estaba en Armenia presentando un evento y llena de admiración pude pedirle una foto; ese sentimiento no ha cambiado desde entonces”, escribió en un post que publicó en su cuenta de Instagram.
Según Juan Esteban Sampedro, vicepresidente de Entretenimiento de Caracol Televisión, este formato es uno de los más consumidos por los colombianos, y desde sus inicios tiene algo que lo caracteriza. “La gente a veces pregunta por qué se sigue llamando Playa Baja y Playa Alta si no hay playa, y la respuesta es precisamente porque el programa nació en las playas y fue un término que se quedó en el tiempo… playa baja ha habido en desierto, en monte, en selva, en cuevas, en peladeros, y se sigue llamando así porque hace parte de la esencia del formato”, comentó.
Los participantes
Aunque un se desconoce la identidad de las personas que harán parte de esta edición, existen varias teorías. Una de ellas apunta a que será un reencuentro entre varios exparticipantes de ediciones anteriores de El Desafío, y otra a que son rostros nuevos.
Sin embargo, está confirmado que la selección incluye a participantes de todas las regiones del país, que una vez más se enfrentarán a sus contrincantes, pero también a ellos mismos.
“Vemos las evoluciones de los participantes en las pistas de El Desafío, y a mí me impacta muchísimo ver cómo llegan y avanzan. Luego de unos pocos días ellos van encontrando la manera de ganar más confianza, hay momentos de la competencia donde siento que los admiro a todos porque logran cosas que solo los súper humanos podrían lograr”, concluye Andrea Serna.