Discovery Channel presenta el Santo Sudario
El programa busca aclarar el misterio sobre el paño que envolvió el cuerpo de Jesús.
El Espectador
El sudario de Turín es uno de los grandes misterios de todos los tiempos, cuya autenticidad ha sido objeto de debate a lo largo de los años. Muchos están convencidos de que se trata del paño de entierro que envolvió el cuerpo de Jesús, así como el único enlace físico a él, mientras otros mantienen la postura de que simplemente es la prueba de una broma muy elaborada.
Concretamente, en 1988 un grupo de científicos especializados en la técnica del carbono 14 concluyó que se trataba de una farsa, datando el sudario de tiempos de la Edad Media (1290-1360), bastante más tarde de que Jesús fuera crucificado.
Con la transmisión del Santo Sudario, Discovery Channel revivirá esta historia el próximo domingo 5 de abril a las 9 de la noche. Dando un giro inesperado, el especial Santo Sudario combina ciencia, fe y la evidencia indiscutible de que todo aquello que observamos y analizamos no siempre es lo que parece.
En la hora de duración presenta la historia de Ray Rogers, un respetado químico del Laboratorio Nacional de Los Álamos de Nuevo México, que en su día formó parte del equipo original de científicos que examinaron el sudario.
Rogers leyó una carta redactada por un matrimonio de Columbus, Ohio, que mantenía que la datación del sudario realizada en 1988 era inexacta. De acuerdo a esta pareja, la muestra utilizada para el análisis había sido obtenida de una sección del sudario restaurada en el siglo XVI, alterando como consecuencia de ello los resultados.
Esperando demostrar la equivocación de la pareja, Rogers volvió a examinar la muestra del sudario que él mismo había analizado años antes. Lo que encontró resultó revelador y sorprendente. Batallando contra el cáncer en sus últimos días, Rogers realizó un video que nunca había salido a la luz pública hasta ahora, en el que detallaba todas sus conclusiones.
Grabado enteramente en alta definición, el programa analiza los hallazgos de Rogers, a la vez que explica cómo sus conclusiones podrían aclarar de una vez por todas este misterio de miles de años de antigüedad.
El sudario de Turín es uno de los grandes misterios de todos los tiempos, cuya autenticidad ha sido objeto de debate a lo largo de los años. Muchos están convencidos de que se trata del paño de entierro que envolvió el cuerpo de Jesús, así como el único enlace físico a él, mientras otros mantienen la postura de que simplemente es la prueba de una broma muy elaborada.
Concretamente, en 1988 un grupo de científicos especializados en la técnica del carbono 14 concluyó que se trataba de una farsa, datando el sudario de tiempos de la Edad Media (1290-1360), bastante más tarde de que Jesús fuera crucificado.
Con la transmisión del Santo Sudario, Discovery Channel revivirá esta historia el próximo domingo 5 de abril a las 9 de la noche. Dando un giro inesperado, el especial Santo Sudario combina ciencia, fe y la evidencia indiscutible de que todo aquello que observamos y analizamos no siempre es lo que parece.
En la hora de duración presenta la historia de Ray Rogers, un respetado químico del Laboratorio Nacional de Los Álamos de Nuevo México, que en su día formó parte del equipo original de científicos que examinaron el sudario.
Rogers leyó una carta redactada por un matrimonio de Columbus, Ohio, que mantenía que la datación del sudario realizada en 1988 era inexacta. De acuerdo a esta pareja, la muestra utilizada para el análisis había sido obtenida de una sección del sudario restaurada en el siglo XVI, alterando como consecuencia de ello los resultados.
Esperando demostrar la equivocación de la pareja, Rogers volvió a examinar la muestra del sudario que él mismo había analizado años antes. Lo que encontró resultó revelador y sorprendente. Batallando contra el cáncer en sus últimos días, Rogers realizó un video que nunca había salido a la luz pública hasta ahora, en el que detallaba todas sus conclusiones.
Grabado enteramente en alta definición, el programa analiza los hallazgos de Rogers, a la vez que explica cómo sus conclusiones podrían aclarar de una vez por todas este misterio de miles de años de antigüedad.