Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Eduardo Minett tuvo un debut envidiable en las grandes ligas del cine. El actor mexicano puede darse el lujo de decir que su primera cinta internacional la realizó al lado de Clint Eastwood, una leyenda viva en el ámbito del celuloide.
Minett, quien nació en México en 2006, no solo tuvo a Eastwood como compañero de reparto, sino que también aprendió de la experiencia del consagrado director en la cinta Cry Macho, que se estrena en Colombia este jueves 16 de septiembre.
(Le puede interesar: “Only Murders in the Building” confirma segunda temporada en Star+)
Los seriados unitarios en su país Como dice el dicho y La rosa de Guadalupe fueron las escuelas de formación para Eduardo Minett, quien ha logrado vincular la actuación con la música, ya que es un inquieto guitarrista que, no en vano, es portador de un contrato importante con la marca Gibson.
Para obtener el papel de Rafo en la película Cry Macho, el actor mexicano tuvo que competir contra muchos jóvenes aspirantes de distintas nacionalidades. Su origen, la facilidad de interacción con animales, especialmente con gallos, y su actitud fueron determinantes para que los productores se inclinaran a su favor y optaran por mostrarle su talento al mundo a través de Hollywood.
En esta cinta ambientada en México a finales de la década del 70, Clint Eastwood asume el rol de Mike Milo, un hombre desorientado en la búsqueda de segundas oportunidades que va estrechando vínculos con Rafo, un personaje en plena etapa de transición entre la infancia y la adultez que no confía sino en su gallo.
(Puede leer: Christopher Nolan cambia de casa: se va de Warner y llega a Universal)
Eduardo Minett asegura que, además de las libertades que recibió para construir a Rafo, lo que más le gustó de la experiencia de debutar en Hollywood fue el hecho de representar sin el menor asomo de vergüenza su origen mexicano. Para él, que la lupa del cine mundial esté en su país es más que un privilegio.
Conversamos con el joven actor mexicano sobre la cinta Cry Macho, sus expectativas y la experiencia de compartir líneas con una celebridad como el veterano Clint Eastwood.
¿Como fue trabajar con Clint Eastwood en la película “Cry Macho”?
Bueno, es un sueño. Es totalmente un sueño. Nunca imaginé trabajar con Clint Eastwood, ¿sabes? Es una leyenda. Me encanta que el ambiente fuera relajado, feliz, toda la gente se ríe porque confían plenamente en su liderazgo. Y trabajar con Clint Eastwood me hizo sentir cómodo. Hace bromas todo el tiempo.
Cuéntenos un poco sobre el personaje que interpreta Clint Eastwood en la cinta, Mike Milo.
Mike es un hombre que no tiene una dirección en su vida, está en busca de una segunda oportunidad y tiene un gran corazón. Clint logra darle mucha autenticidad a ese personaje. Mike es Clint, así de sencillo, es auténtico y tiene muchos años de experiencia.
¿Cómo podría definir a Rafo, su personaje en “Cry Macho”?
Cuando leí el guion, mi pensamiento inicial sobre el personaje de Rafo fue que su personalidad era negativa, ¿sabes? Porque su vida es dura. Todavía es un niño y las cosas por las que pasó con la mamá y con Aurelio fueron difíciles. Rafo no perdió su inocencia, no la tenía que perder. Cuando conocemos a Rafo en la película, conocemos a un chico sospechoso. No confía en nadie. Él se cuida a sí mismo. Tiene este gallo (Macho) que le importa, pero tiene que volver a generar confianza con la gente para evolucionar.
Para un actor mexicano como Eduardo Minett, ¿qué es un “macho”?
Para mí “macho” significa tener un corazón fuerte, una mente fuerte, un espíritu fuerte. No es tener un cuerpo fuerte, no es ser cruel con la gente y mal intencionado con los demás. Creo que Rafo tiene que ver que Mike, finalmente, es un hombre con un gran corazón.
¿Cómo fue trabajar su experiencia al tener que compartir escenas con animales, especialmente gallos?
¡Me encantó el gallo! Su nombre era Jet y era hermoso. Fue una locura trabajar con gallos, pero me encantaba especialmente Jet. Lo maravilloso de trabajar con animales es que nunca se dispersa el factor sorpresa y eso para los actores resulta muy retador.
¿Cómo podría describir el escenario de un país como México en la década de los 70?
No conocí el México de los 70, pero he visto muchas fotos de restaurantes, autos, ropa, la comida y los dulces de aquella época. Todo lo que hizo la producción para lograr una ambientación similar a los pueblitos que yo vi en las fotos fue increíble. En cada escena, yo sentía que realmente estaba pisando el suelo de México en los años 70.
¿Cuáles fueron las libertades que le dio el director Clint Eastwood para que pudiera explorar mejor a su personaje Rafo?
Pude explorar por mi cuenta quién era Rafo, en lugar de que él me mandara como director y me diera indicaciones claras y contundentes; tuve la oportunidad de tener a un tipo como Clint Eastwood como un guía en este camino. Lo que más me gustó es que durante todo el rodaje siempre me puso a hacer cosas con las que yo me sentía cómodo como actor.
Una de las características de Rafo es su aspecto, su indumentaria, que cambia constantemente. ¿Cuál fue su atuendo favorito en la película “Cry Macho”?
¡Amé todas las pintas de Rafo en Cry Macho! Sin embargo, mi favorita fue cuando usé las botas de vaquero, una camisa verde tejana en una escena muy importante de la cinta. Me sentí como todo un vaquero.
¿Cómo se sintió al representar en la gran pantalla a su ancestro mexicano?
No solo para mí fue una gran experiencia, sino para todo el equipo de la producción realizar este trabajo vinculado con el entorno latino. Montar a caballo, actuar junto a Clint, conocer su ética de trabajo. Pero, por encima de todo, estar trabajando en otro país y representar a México, para mí es lo mejor que me ha pasado a lo largo de mi trayectoria artística.