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“Nosotros no pedimos que apoyen el cine colombiano. Pedimos que lo vean, lo disfruten, lo odien, lo critiquen”, es el mensaje que envía María Fernanda Céspedes, directora ejecutiva de la Academia Colombiana de Artes y Ciencias Cinematográficas, organización que desde hace una década trabaja para difundir el cine nacional.
El objetivo a largo plazo es que la gente decida ir a ver una película colombiana, pero para lograrlo es necesario que el espectador “sepa que el cine colombiano no es un género”, sino que en las producciones nacionales puede encontrar historias de terror, comedia y diversos paisajes cinematográficos.
“Nuestra labor como academia es apoyar a productores para que lleguen a los espectadores a través de otras actividades”, dice Céspedes, en referencia a la gestión cultural y programas que adelantan sobre investigación, promoción y formación de público, o como ella los llama, “provocaciones para que la gente se acerque poco a poco a la cinematografía nacional”.
Entre los proyectos se destaca una investigación sobre la participación de la mujer en la industria cinematográfica en Iberoamérica y un Manual de funciones, cargos y créditos del cine colombiano para que los profesionales de la industria sepan cuáles son las funciones de cada área de trabajo, algo que ni en las universidades está claro, porque nuestra industria sigue siendo muy informal y muchas producciones se hacen entre amigos y por amor al arte.
“La idea es que el Manual sea una base para los estudiantes, para los que están empezando y para la gente de la industria que no sabe las diferencias, por ejemplo, entre un compositor y un arreglista”, explica.
Entre tanta oferta audiovisual que existe hoy en día, la Academia Colombiana de Artes y Ciencias Cinematográficas tiene claro que debe buscar al espectador con estrategias que superen la exhibición de una película en las salas comerciales.
Entre las iniciativas se destacan los cine-conciertos que realizaron este año en el Festival de Cine de Cartagena y en Medellín, en donde el público vio fragmentos de once películas nacionales acompañados por un viaje sonoro de diversos estilos musicales hechos por compositores colombianos.
También organizan en distintas regiones los Semilleros Macondo, charlas con los nominados en diferentes categorías para que las personas que quieren estudiar o trabajar en la industria audiovisual se inspiren y sepan qué camino seguir.
Pero, tal vez, el proyecto más grande para poner en boca de todos el cine nacional es el Premio Macondo, un evento que nació hace ocho años y que este 2019, por primera vez, deja su sede en Bogotá para trasladarse a Medellín.
“La idea es precisamente descentralizar los procesos culturales. Para nosotros, llevar los premios a otra ciudad es una excusa para que la gente los conozca, hable de ellos y viva los procesos que hacemos, porque no es solo una noche de premiación, hacemos Rumbo a los Macondo, que es exhibir todas las películas que participan”, explica Maria Fernanda Céspedes, quien también es directora general de la Federación Iberoamericana de Academias de Cine (Fiacine), una institución que reúne las academias de España, Portugal, México, Colombia, Venezuela, Argentina, Chile, Paraguay, Brasil y Ecuador.
Como parte del fortalecimiento cinematográfico, desde este año los Premios Macondo reconocerán la mejor película iberoamericana, una categoría en la que participarán, entre otras, Roma, de Alfonso Cuarón (México), y Campeones, de Javier Fesser (España).
La idea de fortalecer estos lazos es que la gente conozca otros nombres además de Alejandro González Iñárritu, Guillermo del Toro o Pedro Almodóvar, y sepa que hay una directora mexicana que se llama Lila Avilés cuya película La camarista fue postulada al Óscar 2020.
Con esta nueva categoría también se pretende dar a conocer los premios más allá de la frontera, pues cada vez más medios de comunicación se encargarán de informar sobre el evento cinematográfico. Eso sucede, dice Céspedes, cuando los productores de Roma, aun habiendo ganado el premio más importante del cine (el Óscar), deciden participar en los Macondo, algo que bien puede llamar la atención en diferentes países; y se refuerza cuando las otras academias invitan a Colombia a participar en sus premios.
Este 2019, por ejemplo, Pájaros de verano, de Cristina Gallego y Ciro Guerra, fue galardonada como la mejor película iberoamericana en los Premios Ariel (México) y la producción Monos, de Alejandro Landes, fue postulada por Colombia para representar al país en los Premios Goya (España) y en los Óscar.
Premios Macondo 2019
Los galardones del cine colombiano se realizarán en la Caja de Madera de Plaza Mayor, en Medellín, el próximo 9 de noviembre. Son 25 las películas nacionales, de géneros como drama, comedia y documental, que aspiran a un cupo en algunas de las 18 categorías existentes.
Las producciones postuladas fueron estrenadas comercialmente en salas de cine entre el 1° de julio de 2018 y el 30 de junio de 2019, y en la lista se encuentran ¿Cómo te llamas?, de Ruth Caudeli; Candelaria, de Jhonny Hendrix; El Piedra, de Rafael Martínez; El sendero de la anaconda, de Alessandro Angulo; En el taller, de Ana Salas; La mujer de los siete nombres, de Daniela Castro y Nicolás Ordónez; ¡Pa’ las que sea, papá!, de Harold Trompetero; Pájaros de verano, de Cristina Gallego y Ciro Guerra; Pelucas y rokanrol, de Mario Duarte; Somos calentura, de Jorge Navas, y Yo no me llamo Rubén Blades, de Abner Benaim.
Además de las categorías tradicionales, como dirección e interpretación, las películas podrán ganar el premio del público.