“El único y gran Iván”: el precio de la libertad
Esta historia basada en el libro de Katherine Applegate, sobre un gorila que vivió en un circo hasta que fue llevado a un zoológico, reflexiona sobre el valor de la libertad, la familia, la amistad y la felicidad.
El valor que tiene la libertad está al alza desde hace un año, cuando el coronavirus obligó a la mayoría de la población mundial a quedarse en casa para evitar el contagio y la propagación de la enfermedad. (Le puede interesar: Paul Bettany: “‘WandaVision’ tendrá más efectos especiales que ‘Endgame’”).
Cuando este privilegio se fue perdiendo, poco a poco, en los primeros meses de 2020, muchas personas se alteraron al ver condicionados o restringidos sus derechos.
Esta es una de las muchas reflexiones que trata El único y gran Iván, una película que Disney lanza en Latinoamérica este 22 de enero en su plataforma de streaming.
La historia sigue a Iván, un gorila de espalda plateada que vive en el centro comercial Big Top con varios animales, con quienes anima el circo del señor Mack, personaje encarnado por Bryan Cranston.
La vida de Iván es relativamente tranquila hasta que aparece Ruby, una elefante bebé que se convierte en el centro de atracción del circo.
Según el actor Sam Rockwell, quien presta su voz a Iván en la versión original, el filme tiene grandes semejanzas con la vida de hoy impuesta por el COVID-19.
“Es una historia real. En el mundo actual se relaciona mucho con la soledad. Es un drama que rompe el corazón”, dijo el artista en agosto pasado, cuando la película estuvo disponible en Disney+ en Estados Unidos.
El único y gran Iván es la adaptación del libro homónimo escrito por Katherine Applegate, lanzado en 2013, que se basa en la vida real de un gorila que nació en África central en 1962 y, tras ser salvado de los cazadores, fue llevado a Estados Unidos, donde vivió con una familia de humanos hasta los tres años.
El único y gran Iván es dirigida por Thea Sharrock, recordada por Yo antes de ti, quien tuvo la responsabilidad de llevar a la pantalla esta historia que mezcla la animación con la acción real, la técnica que Disney usa desde hace años para renovar sus clásicos infantiles.
Sharrock se esforzó por “no realizar un documental sobre el gorila”, sino una historia típica de Disney en la que los sentimientos son importantes, por lo que trabajó detalladamente la emoción y la expresión de cada personaje con cada uno de los actores (Helen Mirren, Ariana Greenblatt y Brooklynn Prince, entre otros).
En este filme, que no cuenta con una versión anterior, la vida de Iván se estremece cuando llega Ruby, pues ella se convierte en la estrella del circo y porque, al extrañar la vida junto a su familia, remueve los recuerdos del gorila.
Lo más valioso de esta historia adaptada por Mike White es que, a pesar de hablar de los derechos de los animales, se aleja de los radicalismos y nadie es completamente bueno o malo, y ningún sitio es mejor que otro. Si los humanos fueron los responsables de alejar a Iván de su entorno, también fueron quienes le dieron la oportunidad de ser feliz junto a otros animales.
Así mismo, el encierro del circo le permitió conocer grandes amigos, como el perro Bob (que en la versión original tiene la voz de Danny DeVito), quien sostiene que “el valor y la importancia de las amistades y del círculo cercano se pusieron a prueba durante la pandemia”.
La amistad entre Ruby e Iván es el pretexto perfecto para que el espectador conozca cómo el gorila llegó a vida de Mack y por qué fue tan importante para el circo, un espacio que en los últimos años ha perdido popularidad.
Durante este viaje, el espectador puede conocer los sentimientos de cada personaje. Bryan Cranston, por ejemplo, sostiene que Mack es un hombre que “piensa que está haciendo bien las cosas porque lo abrazó y le dio un hogar”. Poco a poco fue descubriendo nuevas realidades y entendió que Iván tuvo otras necesidades, por lo que el poder de “dejar ir” a quien se ama solo se supera con la “esperanza”, según el artista.
De hecho, el amor y la esperanza son lo que motiva a Iván a buscar un cambio en su vida, impulsado también por los consejos del perro Bob, por llevar a Ruby a su hogar y cumplir con la promesa que le hizo a su vieja amiga Stella (Angelina Jolie).
El único y gran Iván llega a la parrilla de Disney+ en una época apropiada. Tal vez la sensibilidad generada por la incertidumbre y el encierro le dé un tono extraordinario al filme más allá de la entretención porque, aunque Ruby e Iván quieren un cambio, la diferencia está en que la elefante se reencontrará con su familia, mientras que al gorila no lo espera nadie; y son esas diferencias que hacen que cada uno tenga un concepto distinto de felicidad y hogar.
El valor que tiene la libertad está al alza desde hace un año, cuando el coronavirus obligó a la mayoría de la población mundial a quedarse en casa para evitar el contagio y la propagación de la enfermedad. (Le puede interesar: Paul Bettany: “‘WandaVision’ tendrá más efectos especiales que ‘Endgame’”).
Cuando este privilegio se fue perdiendo, poco a poco, en los primeros meses de 2020, muchas personas se alteraron al ver condicionados o restringidos sus derechos.
Esta es una de las muchas reflexiones que trata El único y gran Iván, una película que Disney lanza en Latinoamérica este 22 de enero en su plataforma de streaming.
La historia sigue a Iván, un gorila de espalda plateada que vive en el centro comercial Big Top con varios animales, con quienes anima el circo del señor Mack, personaje encarnado por Bryan Cranston.
La vida de Iván es relativamente tranquila hasta que aparece Ruby, una elefante bebé que se convierte en el centro de atracción del circo.
Según el actor Sam Rockwell, quien presta su voz a Iván en la versión original, el filme tiene grandes semejanzas con la vida de hoy impuesta por el COVID-19.
“Es una historia real. En el mundo actual se relaciona mucho con la soledad. Es un drama que rompe el corazón”, dijo el artista en agosto pasado, cuando la película estuvo disponible en Disney+ en Estados Unidos.
El único y gran Iván es la adaptación del libro homónimo escrito por Katherine Applegate, lanzado en 2013, que se basa en la vida real de un gorila que nació en África central en 1962 y, tras ser salvado de los cazadores, fue llevado a Estados Unidos, donde vivió con una familia de humanos hasta los tres años.
El único y gran Iván es dirigida por Thea Sharrock, recordada por Yo antes de ti, quien tuvo la responsabilidad de llevar a la pantalla esta historia que mezcla la animación con la acción real, la técnica que Disney usa desde hace años para renovar sus clásicos infantiles.
Sharrock se esforzó por “no realizar un documental sobre el gorila”, sino una historia típica de Disney en la que los sentimientos son importantes, por lo que trabajó detalladamente la emoción y la expresión de cada personaje con cada uno de los actores (Helen Mirren, Ariana Greenblatt y Brooklynn Prince, entre otros).
En este filme, que no cuenta con una versión anterior, la vida de Iván se estremece cuando llega Ruby, pues ella se convierte en la estrella del circo y porque, al extrañar la vida junto a su familia, remueve los recuerdos del gorila.
Lo más valioso de esta historia adaptada por Mike White es que, a pesar de hablar de los derechos de los animales, se aleja de los radicalismos y nadie es completamente bueno o malo, y ningún sitio es mejor que otro. Si los humanos fueron los responsables de alejar a Iván de su entorno, también fueron quienes le dieron la oportunidad de ser feliz junto a otros animales.
Así mismo, el encierro del circo le permitió conocer grandes amigos, como el perro Bob (que en la versión original tiene la voz de Danny DeVito), quien sostiene que “el valor y la importancia de las amistades y del círculo cercano se pusieron a prueba durante la pandemia”.
La amistad entre Ruby e Iván es el pretexto perfecto para que el espectador conozca cómo el gorila llegó a vida de Mack y por qué fue tan importante para el circo, un espacio que en los últimos años ha perdido popularidad.
Durante este viaje, el espectador puede conocer los sentimientos de cada personaje. Bryan Cranston, por ejemplo, sostiene que Mack es un hombre que “piensa que está haciendo bien las cosas porque lo abrazó y le dio un hogar”. Poco a poco fue descubriendo nuevas realidades y entendió que Iván tuvo otras necesidades, por lo que el poder de “dejar ir” a quien se ama solo se supera con la “esperanza”, según el artista.
De hecho, el amor y la esperanza son lo que motiva a Iván a buscar un cambio en su vida, impulsado también por los consejos del perro Bob, por llevar a Ruby a su hogar y cumplir con la promesa que le hizo a su vieja amiga Stella (Angelina Jolie).
El único y gran Iván llega a la parrilla de Disney+ en una época apropiada. Tal vez la sensibilidad generada por la incertidumbre y el encierro le dé un tono extraordinario al filme más allá de la entretención porque, aunque Ruby e Iván quieren un cambio, la diferencia está en que la elefante se reencontrará con su familia, mientras que al gorila no lo espera nadie; y son esas diferencias que hacen que cada uno tenga un concepto distinto de felicidad y hogar.