En 2017 hubo 53 periodistas asesinados y 336 encarcelados en el mundo
El informe anual de Reporteros Sin Fronteras exhibió la profunda crisis que atraviesan los periodistas en el ejercicio de su trabajo a nivel mundial.
Agencia Anadolu
El informe anual de Reporteros Sin Fronteras (RSF) constató la crisis generalizada que deben afrontar los periodistas en el mundo. Según la organización, en el 2017 fueron asesinados 54 periodistas; 336, encarcelados y 54, secuestrados.
El presidente de RSF, Alfonso Armada, agregó que desde el 2012, la cantidad de periodistas asesinados se ha reducido cada año.
Pero también recordó que en los últimos 15 años murieron violentamente cerca de 1.000 periodistas en todo el mundo. Armada subrayó que una de las novedades del informe del 2017 es que las mujeres periodistas asesinadas duplican a las de 2016. Eso quiere decir que 10 mujeres fueron ultimadas el año pasado en comparación con las cinco del 2016.
Armada manifestó que “China se mantiene como la mayor cárcel del mundo de periodistas” y Oriente Medio es el peor escenario para ejercer este oficio, debido a la amenaza de los grupos terroristas como Daesh y los Talibanes.
El presidente de RSF manifestó su preocupación por el peligro que corren los comunicadores que informan sobre el éxodo y limpieza étnica de los rohinyás en el sudeste asiático y los encarcelamientos en Corea del Norte.
En cuanto a Europa, Armada dijo que “legitimar el espionaje de las comunicaciones de los periodistas lleva tiempo siendo un objetivo del poder en Europa. Reino Unido, Alemania y Francia han encabezado en 2017 una ofensiva legislativa con gravísimas consecuencias para el periodismo”.
Mientras tanto, las cifras en América son desalentadoras. México volvió a ser el país más letal para los medios de comunicación y sus trabajadores. En 2017, 11 periodistas mexicanos fueron asesinados. Solo Siria superó esa cifra por una sola víctima mortal.
El informe agregó que el clima de hostilidad contra los medios impulsado por Donald Trump aumentó la coerción de la libertad de prensa en los países de occidente.
En ese sentido, la periodista de la cadena SER, Pepa Bueno, aseguró que “cada dato favorable contenido en el informe es compensado por una realidad negativa que subyace bajo él. El aumento de las suscripciones a la prensa en Estados Unidos se debe a un presidente que odia a la prensa y que gobierna a base de tuits enloquecidos, en parte contra ella. La mejora en las cifras de asesinatos obedece a un descenso en las coberturas de la prensa extranjera y local. Con cada alegría, un dolor”.
Según datos recabados por US Press Freedom Tracker, en 2017, unos 19 periodistas fueron arrestados en EEUU mientras realizaban su trabajo y por lo menos 10 enfrentan procesos judiciales.
El informe anual de Reporteros Sin Fronteras (RSF) constató la crisis generalizada que deben afrontar los periodistas en el mundo. Según la organización, en el 2017 fueron asesinados 54 periodistas; 336, encarcelados y 54, secuestrados.
El presidente de RSF, Alfonso Armada, agregó que desde el 2012, la cantidad de periodistas asesinados se ha reducido cada año.
Pero también recordó que en los últimos 15 años murieron violentamente cerca de 1.000 periodistas en todo el mundo. Armada subrayó que una de las novedades del informe del 2017 es que las mujeres periodistas asesinadas duplican a las de 2016. Eso quiere decir que 10 mujeres fueron ultimadas el año pasado en comparación con las cinco del 2016.
Armada manifestó que “China se mantiene como la mayor cárcel del mundo de periodistas” y Oriente Medio es el peor escenario para ejercer este oficio, debido a la amenaza de los grupos terroristas como Daesh y los Talibanes.
El presidente de RSF manifestó su preocupación por el peligro que corren los comunicadores que informan sobre el éxodo y limpieza étnica de los rohinyás en el sudeste asiático y los encarcelamientos en Corea del Norte.
En cuanto a Europa, Armada dijo que “legitimar el espionaje de las comunicaciones de los periodistas lleva tiempo siendo un objetivo del poder en Europa. Reino Unido, Alemania y Francia han encabezado en 2017 una ofensiva legislativa con gravísimas consecuencias para el periodismo”.
Mientras tanto, las cifras en América son desalentadoras. México volvió a ser el país más letal para los medios de comunicación y sus trabajadores. En 2017, 11 periodistas mexicanos fueron asesinados. Solo Siria superó esa cifra por una sola víctima mortal.
El informe agregó que el clima de hostilidad contra los medios impulsado por Donald Trump aumentó la coerción de la libertad de prensa en los países de occidente.
En ese sentido, la periodista de la cadena SER, Pepa Bueno, aseguró que “cada dato favorable contenido en el informe es compensado por una realidad negativa que subyace bajo él. El aumento de las suscripciones a la prensa en Estados Unidos se debe a un presidente que odia a la prensa y que gobierna a base de tuits enloquecidos, en parte contra ella. La mejora en las cifras de asesinatos obedece a un descenso en las coberturas de la prensa extranjera y local. Con cada alegría, un dolor”.
Según datos recabados por US Press Freedom Tracker, en 2017, unos 19 periodistas fueron arrestados en EEUU mientras realizaban su trabajo y por lo menos 10 enfrentan procesos judiciales.