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Héctor Abad Gómez nació en Jericó, Medellín, en 1921. Médico salubrista, apasionado por los derechos humanos y la salud pública, líder social comprometido con su país, que dejó un legado irrefutable en Colombia. Fue asesinado el 25 de agosto de 1987, luego de recibir constantes amenazas por denunciar a grupos paramilitares.
Casi dos décadas después de su muerte, su único hijo hombre, el escritor y periodista Héctor Abad Faciolince, publicó el libro El olvido que seremos, una historia que muestra de cerca la admiración que siente por su padre, por su trabajo y su compromiso… La obra, traducida en 12 lenguas y vendida en más de 20 países, se convirtió en película. La cinta, dirigida por el español Fernando Trueba y producida por Dago Producciones, que fue seleccionada en Cannes 2020 y ganó el Goya a Mejor película iberoamericana, llegará a las salas de cine en junio de este año.
Para llevar a la pantalla grande la vida de un personaje tan importante como Héctor Abad Gómez se necesitaba la dirección de un grande. Por eso, Gonzalo Córdoba, presidente de Caracol Televisión, pensó en Fernando Trueba para esta tarea, que no sería nada fácil. Pero, ¿por qué Trueba? El director, productor y guionista español ha tenido una carrera cinematográfica exitosa y dentro de su catálogo reposan más de 10 películas que han sido galardonadas en repetidas ocasiones.
Pero más allá de su éxito, Córdoba pensó en él para dirigir esta historia llena de matices gracias al tiempo que compartieron juntos en el Hay Festival. Allí lo conoció, y cuando surgió la idea de llevar a cabo este proyecto, basado en su libro homónimo, Gonzalo Córdoba no dudó en viajar a Madrid para proponerle al director español participar en la película.
Para Trueba, que había leído el libro El olvido que seremos hace tiempo, no fue nada fácil aceptar la propuesta. “Mi respuesta fue: ‘Me encanta y me halaga que me ofrezcan esto, dirigir un libro que me gusta tanto y que tantas veces he regalado a mis amigos, e incluso a mi madre, pero no se puede hacer… no es posible’, esa fue mi primera opinión”, confiesa el director, haciendo énfasis en el cariño y respeto que sentía por la historia.
“Gonzalo (Córdoba), con su elegancia particular, me convenció. Escuchó todas mis razones, las entendió y al final me preguntó si estaba dispuesto a leer el libro de nuevo para encontrarle un ángulo por el que, cinematográficamente, la película pudiera funcionar. Le contesté que sí”, concluye Trueba.
La relectura no lo hizo cambiar de opinión, pero sí le ayudó a plantearse una posibilidad de plasmar toda la esencia de la obra en una película que no obviara ningún detalle importante en la vida del médico Héctor Abad Gómez, interpretado por el actor español Javier Cámara, así que planteó una propuesta: concentrar toda la historia en dos momentos. En primer lugar, la infancia, y en segundo, los sucesos alrededor de la muerte. El director pensó que si era posible organizar la historia de esa forma, tal vez había una posibilidad de contarla de manera audiovisual.
Hubo algo más que motivó a Trueba a realizar este proyecto, y fue su protagonista. El hecho de contar una historia que hablara de un personaje con tanta fortaleza en sus convicciones y valentía para entregar su vida por el bien de los demás, fue otro de los factores que influyeron fuertemente en el criterio del director.
“Siempre digo que el cine es mucho más que las historias de psicópatas, asesinos, criminales, superhéroes... si tienes la oportunidad de contar una historia de un hombre decente, de un tipo que fue un humanista, que dedicó su vida a hacer cosas por los demás, ¿por qué no?”, afirma Trueba. “Sabía que si no lo hacía, a lo mejor me iba a arrepentir toda la vida. No puedes estar cuestionando por qué siempre se cuentan las mismas cosas en el cine, y no hacer la diferencia”, concluye.
Esta premisa también la tenía clara su hermano David Trueba, guionista de El olvido que seremos, juntos fueron un gran equipo y llegaron a las conclusiones pertinentes para sacar adelante la historia y obtener al resultado final. “Con David ya había trabajado antes, pero en este proyecto, una vez le propuse que escribiera el guion y tuvimos algunas conversaciones previas sobre mi punto de vista, él hizo su adaptación, la leímos juntos, corregimos cosas, pero el trabajo lo hizo él, lo que para mí, que siempre he trabajado mis guiones, fue una manera de descubrir que me daba una especie de libertad muy grande como director”, comenta.
Aunque la película fue rodada antes de la pandemia, la dirección de El olvido que seremos representó varios retos para Trueba, quien había aceptado contar la historia de un colombiano y adaptarla a la época de un país que no era el suyo. “Lo más difícil fue asimilar que estaba jugando con un equipo nuevo, actores nuevos, en una cultura y una ciudad que no son las mías, con unos acentos y una forma de hablar que no eran los míos”, comenta Trueba, que además manifestó que tuvo que ser muy humilde a la hora de escuchar a todos los que lo rodeaban en la producción.
No había mejor época para llevar esta película a los cines que la actual. Si por algo se caracterizó la labor de Héctor Abad Gómez, fue por su insistencia con el lavado de manos para mantener la sanidad y prevenir enfermedades e incluso pandemias. Fue una gran coincidencia que justo cuando se terminó el rodaje empezaba a expandirse el coronavirus por todo el mundo.
“La pandemia le da una actualidad dramática a El olvido que seremos, y es irónico pensar en cómo el personaje del doctor Abad, que era un hombre higienista, que peleaba por las vacunas, es justamente el hombre al que honramos en la película”, agrega Trueba, quien ahora está convencido de que esa historia en papel debía llevarse al cine, por los valores que defiende, por lo que hace sentir y porque, según el director, a todos nos afecta. “La vida de Héctor Abad Gómez debe ser contada y recontada”, afirma.
La película, que llegará a las salas de cine en junio, cuenta con un reparto conformado por Patricia Tamayo, Javier Cámara, Juan Pablo Urrego, Laura Londoño, María Teresa Barreto, Kami Zea, Elizabeth Minotta, Luciana Echeverry, Camila Zárate, Whit Stillman y Nicolás Reyes.