![Martin Scorsese y Michael Powell en el set de "El rey de la comedia" (1981).](https://www.elespectador.com/resizer/v2/TGB44P635ZERDFTKFZPMFVACVI.png?auth=7d32998cf0bde520a40b6acc5af14405ca57acf26972d111f31a441c3cd302a1&width=920&height=613&smart=true&quality=60)
Martin Scorsese y Michael Powell en el set de "El rey de la comedia" (1981).
Foto: Cortesía MUBI
A mediados de 1940 el asma le impidió a un pequeño Martin Scorsese jugar y correr como los otros niños. La condición médica convirtió la sala de su casa y un televisor de 16 pulgadas, que solo emitía imágenes en blanco y negro, en su principal fuente de entretenimiento y, sin saberlo, en sus primeras lecciones de cine. La distribución de películas por televisión de la época llevó a Scorsese a conocer el cine británico antes que el estadounidense.
![Mateo Medina Escobar](https://www.elespectador.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Felespectador%2F864be260-a049-4eae-9c12-2dd69ccb8c57.png?auth=55a1d5e8bfb4bb6202c42c82a7ccb54b325b6d0cb8d10fcc629fb8c69dc20d58&width=140&height=140&smart=true&quality=60)
Por Mateo Medina Escobar
Profesional en Medios Audiovisuales. Fue periodista y colaborador audiovisual en la Unidad de Investigación Periodística del Politécnico Grancolombiano. Es coautor del libro “Entre Periodistas”.@tamdemesmmedinae@elespectador.com