Helen Mirren recibe el premio de honor en la Berlinale 2020
"Cada película que haces representa un periodo de tu vida, pasas mucho tiempo con el reparto y el equipo, por lo que esas decisiones son muy importantes", dijo la artista en el festival cinematográfico.
EFE
Helen Mirren recibió en Berlín el Oso de Oro Honorario de la Berlinale como premio a toda una carrera cinematográfica que, según ha confesado durante una rueda de prensa, no empezó por su amor a la gran pantalla: "yo no tenía ningún interés en el cine, quería ser actriz de teatro".
Helen Mirren nació a las afueras de Londres, en una casa en la que "no teníamos televisión, y ni siquiera íbamos al cine", algo que le empujó hacia el mundo del teatro.
En su carrera en el escenario cosechó rápidamente varios éxitos, logrando convertirse a los 22 años en una de las personas más jóvenes en unirse a la prestigiosa Royal Shakespeare Company.
No fue hasta más adelante cuando empezó a interesarse por el cine, algo que reconoció como "una forma increíble de contar historias". También ha admitido que al dar el salto desde el escenario al set de rodaje "era completamente ignorante respecto al mundo del cine".
"Al principio yo sólo quería hacer películas", recordó la artista, siendo esta pasión por actuar la que le llevaría a "aceptar todos los papeles" que le ofrecían.
Desde que su carrera está más consolidada, aseguró, mira más atentamente qué proyectos escoge a la hora de trabajar: "Cada película que haces representa un periodo de tu vida, pasas mucho tiempo con el reparto y el equipo, por lo que esas decisiones son muy importantes".
Una de estas decisiones la llevó a aceptar el papel de Reina Isabel II en "La Reina" (2006). Sobre este personaje, que le valió un Oscar, un Globo de Oro y un Bafta a mejor actriz, recuerda su reticencia inicial a contar una historia sobre personajes reales, que ha aclarado sólo aceptó una vez hubo leído el guion.
"Tuve que asegurarme de que se trataba todo de forma humana", dijo Helen Mirren, que a pesar de considerarse republicana quería tratar con delicadeza este retrato de la reina de Inglaterra.
También habló sobre otros de sus trabajos más recordados, aunque por motivos distintos. "Calígula" se estrenó en 1979 con numerosas críticas negativas por sus escenas sexuales completamente explícitas, recordó la actriz británica.
Incluso, añadió, la cinta no se proyectaba en cines convencionales, sino que había quedado relegada a "cines eróticos".
Sin embargo, la recepción de la película ha cambiado a lo largo de los años, algo que la actriz esperaba. "Cuando se estrenó esta película dije que en 20 años tendríamos escenas iguales o peores en la televisión".
"Tenía razón", afirmó, ya que ahora "tenemos Juego de Tronos".
Esta carrera tan amplia y diversa es lo que le ha merecido el reconocimiento del Oso de Oro de Honor en este 70 aniversario de la Berlinale, un premio que en años anteriores han ganado Charlotte Rampling (2019), Willem Dafoe (2018) o Milena Canonero (2017), entre otros.
Helen Mirren recibió en Berlín el Oso de Oro Honorario de la Berlinale como premio a toda una carrera cinematográfica que, según ha confesado durante una rueda de prensa, no empezó por su amor a la gran pantalla: "yo no tenía ningún interés en el cine, quería ser actriz de teatro".
Helen Mirren nació a las afueras de Londres, en una casa en la que "no teníamos televisión, y ni siquiera íbamos al cine", algo que le empujó hacia el mundo del teatro.
En su carrera en el escenario cosechó rápidamente varios éxitos, logrando convertirse a los 22 años en una de las personas más jóvenes en unirse a la prestigiosa Royal Shakespeare Company.
No fue hasta más adelante cuando empezó a interesarse por el cine, algo que reconoció como "una forma increíble de contar historias". También ha admitido que al dar el salto desde el escenario al set de rodaje "era completamente ignorante respecto al mundo del cine".
"Al principio yo sólo quería hacer películas", recordó la artista, siendo esta pasión por actuar la que le llevaría a "aceptar todos los papeles" que le ofrecían.
Desde que su carrera está más consolidada, aseguró, mira más atentamente qué proyectos escoge a la hora de trabajar: "Cada película que haces representa un periodo de tu vida, pasas mucho tiempo con el reparto y el equipo, por lo que esas decisiones son muy importantes".
Una de estas decisiones la llevó a aceptar el papel de Reina Isabel II en "La Reina" (2006). Sobre este personaje, que le valió un Oscar, un Globo de Oro y un Bafta a mejor actriz, recuerda su reticencia inicial a contar una historia sobre personajes reales, que ha aclarado sólo aceptó una vez hubo leído el guion.
"Tuve que asegurarme de que se trataba todo de forma humana", dijo Helen Mirren, que a pesar de considerarse republicana quería tratar con delicadeza este retrato de la reina de Inglaterra.
También habló sobre otros de sus trabajos más recordados, aunque por motivos distintos. "Calígula" se estrenó en 1979 con numerosas críticas negativas por sus escenas sexuales completamente explícitas, recordó la actriz británica.
Incluso, añadió, la cinta no se proyectaba en cines convencionales, sino que había quedado relegada a "cines eróticos".
Sin embargo, la recepción de la película ha cambiado a lo largo de los años, algo que la actriz esperaba. "Cuando se estrenó esta película dije que en 20 años tendríamos escenas iguales o peores en la televisión".
"Tenía razón", afirmó, ya que ahora "tenemos Juego de Tronos".
Esta carrera tan amplia y diversa es lo que le ha merecido el reconocimiento del Oso de Oro de Honor en este 70 aniversario de la Berlinale, un premio que en años anteriores han ganado Charlotte Rampling (2019), Willem Dafoe (2018) o Milena Canonero (2017), entre otros.