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“La maté en un cementerio. Murió sin que yo me diera cuenta. Quise hacerlo… se sentía bien”. Esa es una de las confesiones de Samuel Little que se escucha en Confronting a Serial Killer (Enfrentando a un asesino en serie), que se estrena el 18 de abril de 2021 en la plataforma Starzplay.
Este documental dividido en cinco episodios presenta el trabajo investigativo de Jillian Lauren, periodista y autora de libros como Some Girls: My Life in a Harem, en el que narra sus días de fiestas —entre 1992 y 1995— al lado del príncipe Jefri Bolkiah, hermano del sultán de Brunéi. Más allá de contar cuánto le pagaban o qué hacía cada día, Lauren lleva al espectador a un viaje personal en el que se reconoce como mujer adoptada hasta que decide conocer a su madre biológica.
Esta historia, que ha sido traducida a 18 idiomas, dio paso al libro Everything You Ever Wanted, que cuenta cómo vivió el proceso de adopción de su hijo junto a su esposo Scott Shriner, bajista de la agrupación Weeze.
Jillian Lauren ha encontrado en la escritura la terapia perfecta para enfrentar episodios oscuros de su vida, como la prostitución, la adicción a las drogas y la violencia que soportó de su exnovio. Eso la motivó a investigar y trabajar por las mujeres a las que el sistema judicial y moral ignora, como las víctimas de Little, que fueron siempre mujeres vulnerables, pertenecientes a lo que se llama minorías.
La autora supo de Samuel Little en 2017, cuando adelantaba una exploración sobre diversos crímenes para la novela de misterio que quería escribir. En ese tiempo, el hombre estaba en prisión pagando tres cadenas perpetuas por el asesinato de tres mujeres en Los Ángeles.
Entonces, este victimario no era considerado un asesino serial, pues no se sabía que había matado a otras 93 mujeres, de las cuales la justicia estadounidense ya identificó entre cincuenta y sesenta, pues, durante décadas, ignoró el historial de más de cien páginas que desde 1975 establecía que había sido arrestado más de veinte veces por robo, intento de violación, fraude y ataques a oficiales del gobierno. Incluso, en 1982 fue investigado por el asesinato de una mujer, pero lo declararon no culpable.
Este personaje también fue conocido como Samuel McDowell y murió en prisión, el 30 de diciembre de 2020. Llegó a la cárcel casi que por justicia divina: en 2012 fue detenido en una redada de drogas y fue así como la Policía de EE. UU. tuvo la suerte de rastrear los crímenes que durante décadas dejó que ocurrieran y, de paso, no investigó, pues las víctimas de Sam Little siempre fueron mujeres marginadas: prostitutas, drogadictas, hispanas, personas “no importantes”, dice Jillian Lauren en Confronting a Serial Killer.
Sin rodeos, el audiovisual sitúa al espectador en la escena del crimen mientras la autora narra cómo fueron asesinadas Carol Alford, Audrey Nelson y Guadalupe Apodaca, cuyos cuerpos fueron encontrados en contenedores de basura y en un garaje en 1987 y 1989, respectivamente.
Estos crímenes, que fueron archivados, se resolvieron en 2012 con la detención de Sam Little, quien, cuando fue condenado a tres cadenas perpetuas, gritó “¡Yo no lo hice!”, pero su ADN estaba en el cuerpo de las víctimas y eso estaba registrado en los archivos policiales.
Confronting a Serial Killer es producido y dirigido por Joe Berlinger, nominado al Óscar por Paradise Lost 3: Purgatory, ganador del Emmy por Ten Days that Unexpectedly Changed America, quien entre su filmografía cuenta con documentales sobre crímenes perpetrados por Ted Bundy, Jeffrey Epstein y uno sobre el asesinato de Jessica Chambers.
Durante el estreno de este documental realizado en el Festival South by South West (SXSW), en marzo pasado, el cineasta reconoció que lo más importante a la hora de hacer un trabajo como este es no caer en el sensacionalismo y respetar la vida de las víctimas, así como a sus familiares.
Y esa, justamente, es una de las grandes diferencias que Confronting a Serial Killer tiene con otros productos del género true crime, pues no solo presenta el perfil de las víctimas, sino el del victimario y el espiral de errores de la justicia estadounidense que permitió que este hombre cometiera más de noventa asesinatos entre 1970 y 2005.
La serie documental también presenta la relación que establecieron la periodista y el asesino, y cómo esto la afectó, pues para desenmarañar las mentiras de ese hombre tuvo que investigar, hablar con familiares de víctimas, víctimas sobrevivientes, con la Policía y con el asesino mismo, que a veces trataba de envolverla en sus mentiras.
“Mi impresión de él fue como si estuviera hablando con tres personas diferentes al mismo tiempo: había un abuelo bondadoso, luego un personaje que siempre estaba tratando de sacarme algo y después apareció el monstruo mientras hablaba de los asesinatos”, contó Lauren en SXSW, quien próximamente lanzará el libro Behold the Monster, donde recopila toda esta historia y expresa, abiertamente, cómo trabaja para no ser la última víctima de Samuel Little.