"Juego de Tronos": ¿Qué significa el caballo blanco al final del quinto capítulo?
A pesar del sonido de las campanas en la capital de Poniente, que significaban la rendición de la ciudad ante las fuerzas de Daenerys, la Madre de Dragones no dudó en arrasar y reducir todo a cenizas a lomos de Drogon.
-Agencia Europa Press
El quinto episodio de la última temporada de "Juego de Tronos" llevó la guerra total hasta Desembarco del Rey. Pero, además del intenso enfrentamiento entre las tropas de Cersei Lannister y las hordas de Daenerys Targaryen, que fue una auténtica carnicería, el final del capítulo dejó detalle que podría revelar muchas pistas del esperado desenlace de la exitosa serie de HBO.
ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS
Y es que, a pesar del sonido de las campanas en la capital de Poniente, que significaban la rendición de la ciudad ante las fuerzas de Daenerys, la Madre de Dragones no dudó en arrasar y reducir todo a cenizas a lomos de Drogon. Después de un baño de sangre y fuego, Desembarco del Rey quedó prácticamente destruida, y, con ella, desaparecieron Cersei, Jaime y otros tantos personajes claves de la ficción televisiva.
Una de las que sobrevivió fue Arya Stark, que había viajado junto a Sandor Clegane en busca de venganza contra la reina regente. Sin embargo, gracias a la intervención del Perro, la letal asesina cesó sus aspiraciones y decidió no ir en busca Cersei, mientras que Clegane avanzó decidido para luchar contra su hermano zombificado, la terrible Montaña, en el duelo más esperado de Poniente que se saldó con la muerte de ambos.
Mientras Daenerys arrasaba con Desembarco del Rey, Arya observó en primera persona la muerte y destrucción que la Khaleesi sembró a su paso, con un odio creciente hacia la que ahora se postula como poseedora del Trono de Hierro. Al final del capítulo, ya con la calma asentada, la joven Stark, avanza herida entre montañas de cadáveres de inocentes, ve a un caballo blanco al que monta para partir... ¿hacia dónde?
Este momento, algo surrealista, podría ser clave en el final de la serie, ya que muestra correspondencias con la profecía de Quaithe a Daenerys, sólo presente en los libros. El misterioso personaje apareció en el séptimo episodio de la segunda temporada, titulado 'Hombre sin honor', cuando Daenerys y Jorah Mormont buscaban a los dragones de ésta, y la inquietante Quaithe se encontraba con Jorah.
La profecía del personaje a la Madre de Dragones, que también podría haber adelantado la traición de Varys, que le costó la vida también, advierte: "Las velas de vidrio están ardiendo. Pronto vendrá la yegua pálida, y luego de ella los otros. Kraken y llama oscura, león y grifo, el hijo del sol y el dragón del titiritero. No confíes en ninguno. Recuerda a los Eternos. Desconfía del senescal perfumado".
Y, precisamente, esa yegua pálida es la que monta Arya al final del episodio, con lo que la profecía se podría referir a la Stark, además de otros tantos personajes de Juego de Tronos: "el senescal perfumado" con la Araña, los Greyjoy con el "Kraken", los Martell con "el hijo del sol" en referencia a ese nuevo Príncipe que ahora rige en Dorne.
OTROS SIGNIFICADOS DEL CABALLO PÁLIDO
La otra reminiscencia que destaca en la escena final del quinto capítulo de la octava temporada de Juego de Tronos es bíblica, y se refiere a un pasaje del Apocalipsis:
"Y miré, y he aquí un caballo pálido; y el que estaba sentado sobre él tenía por nombre Muerte; y el infierno le seguía. Y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra".
Este fragmento hace alusión a los cuatro jinetes del apocalipsis, y, más en concreto, a la Muerte, que cabalga un caballo blanco y pálido, tal y como Arya hace tras la desolación en Desembarco del Rey. Así, la joven asesina sería la representación de la muerte, y, por tanto, sería la encargada de cesar la vida de Daenerys antes de que se convirtiera, definitivamente, en una tirana como su padre.
De ser esto cierto, también se cumpliría otra profecía de "Juego de Tronos" que Melisandre declara a Arya en el primer encuentro de éstas. "Ojos marrones, ojos verdes, ojos azules. Ojos que cerrarás para siempre", dijo la Bruja Roja a la Stark.
Arya acabó primero con Walder Frey, de ojos marrones, y, tras la Larga Noche y la cruenta Batalla de Invernalia, acabó con el Rey de la Noche, de ojos azules, con lo que podría haberse convertido en el 'Príncipe' que fue Prometido y salvó a la humanidad de un invierno eterno.
Aunque se especuló con que la posible asesina de Cersei fuese Arya a raíz de los ojos verdosos de la reina, esto quedó descartado tras la presunta muerte de la Lannister en el derrumbamiento de la Fortaleza Roja. Y ahora, todo parece indicar que la visión de Melisandre se cerrará con la muerte de Daenerys, también de ojos verdes, los últimos que Arya cerraría.
El quinto episodio de la última temporada de "Juego de Tronos" llevó la guerra total hasta Desembarco del Rey. Pero, además del intenso enfrentamiento entre las tropas de Cersei Lannister y las hordas de Daenerys Targaryen, que fue una auténtica carnicería, el final del capítulo dejó detalle que podría revelar muchas pistas del esperado desenlace de la exitosa serie de HBO.
ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS
Y es que, a pesar del sonido de las campanas en la capital de Poniente, que significaban la rendición de la ciudad ante las fuerzas de Daenerys, la Madre de Dragones no dudó en arrasar y reducir todo a cenizas a lomos de Drogon. Después de un baño de sangre y fuego, Desembarco del Rey quedó prácticamente destruida, y, con ella, desaparecieron Cersei, Jaime y otros tantos personajes claves de la ficción televisiva.
Una de las que sobrevivió fue Arya Stark, que había viajado junto a Sandor Clegane en busca de venganza contra la reina regente. Sin embargo, gracias a la intervención del Perro, la letal asesina cesó sus aspiraciones y decidió no ir en busca Cersei, mientras que Clegane avanzó decidido para luchar contra su hermano zombificado, la terrible Montaña, en el duelo más esperado de Poniente que se saldó con la muerte de ambos.
Mientras Daenerys arrasaba con Desembarco del Rey, Arya observó en primera persona la muerte y destrucción que la Khaleesi sembró a su paso, con un odio creciente hacia la que ahora se postula como poseedora del Trono de Hierro. Al final del capítulo, ya con la calma asentada, la joven Stark, avanza herida entre montañas de cadáveres de inocentes, ve a un caballo blanco al que monta para partir... ¿hacia dónde?
Este momento, algo surrealista, podría ser clave en el final de la serie, ya que muestra correspondencias con la profecía de Quaithe a Daenerys, sólo presente en los libros. El misterioso personaje apareció en el séptimo episodio de la segunda temporada, titulado 'Hombre sin honor', cuando Daenerys y Jorah Mormont buscaban a los dragones de ésta, y la inquietante Quaithe se encontraba con Jorah.
La profecía del personaje a la Madre de Dragones, que también podría haber adelantado la traición de Varys, que le costó la vida también, advierte: "Las velas de vidrio están ardiendo. Pronto vendrá la yegua pálida, y luego de ella los otros. Kraken y llama oscura, león y grifo, el hijo del sol y el dragón del titiritero. No confíes en ninguno. Recuerda a los Eternos. Desconfía del senescal perfumado".
Y, precisamente, esa yegua pálida es la que monta Arya al final del episodio, con lo que la profecía se podría referir a la Stark, además de otros tantos personajes de Juego de Tronos: "el senescal perfumado" con la Araña, los Greyjoy con el "Kraken", los Martell con "el hijo del sol" en referencia a ese nuevo Príncipe que ahora rige en Dorne.
OTROS SIGNIFICADOS DEL CABALLO PÁLIDO
La otra reminiscencia que destaca en la escena final del quinto capítulo de la octava temporada de Juego de Tronos es bíblica, y se refiere a un pasaje del Apocalipsis:
"Y miré, y he aquí un caballo pálido; y el que estaba sentado sobre él tenía por nombre Muerte; y el infierno le seguía. Y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra".
Este fragmento hace alusión a los cuatro jinetes del apocalipsis, y, más en concreto, a la Muerte, que cabalga un caballo blanco y pálido, tal y como Arya hace tras la desolación en Desembarco del Rey. Así, la joven asesina sería la representación de la muerte, y, por tanto, sería la encargada de cesar la vida de Daenerys antes de que se convirtiera, definitivamente, en una tirana como su padre.
De ser esto cierto, también se cumpliría otra profecía de "Juego de Tronos" que Melisandre declara a Arya en el primer encuentro de éstas. "Ojos marrones, ojos verdes, ojos azules. Ojos que cerrarás para siempre", dijo la Bruja Roja a la Stark.
Arya acabó primero con Walder Frey, de ojos marrones, y, tras la Larga Noche y la cruenta Batalla de Invernalia, acabó con el Rey de la Noche, de ojos azules, con lo que podría haberse convertido en el 'Príncipe' que fue Prometido y salvó a la humanidad de un invierno eterno.
Aunque se especuló con que la posible asesina de Cersei fuese Arya a raíz de los ojos verdosos de la reina, esto quedó descartado tras la presunta muerte de la Lannister en el derrumbamiento de la Fortaleza Roja. Y ahora, todo parece indicar que la visión de Melisandre se cerrará con la muerte de Daenerys, también de ojos verdes, los últimos que Arya cerraría.