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¿Cómo ha sido para usted asumir el rol de directora este año?
Me siento nerviosa porque este es un gran reto, pero lo recibo con mucho orgullo por la confianza con la que se me entrega. Fue un proyecto familiar desde el inicio, soy cofundadora del festival y he estado involucrada desde la primera edición, y eso hace que esté familiarizada con la organización, la estructura, con nuestra manera de hacer las cosas. La reacción de las personas ante la noticia ha sido positiva y concuerdan en que el festival no pudo quedar en mejores manos; solo espero que Toto, desde donde esté, esté de acuerdo.
¿Cómo ha sido retomar el festival sin Toto Vega?
Es una experiencia agridulce porque implica volver a un montón de cosas sin él, y sentir la ausencia de una manera muy real; pero también somos conscientes de que emprender este trabajo es darle importancia a su legado, continuar con su misión del festival, de lo que él quería darle al público, porque esa era una visión que compartíamos los tres. Es seguir con el proyecto y no dejarlo ir con él, pero también revuelve varias emociones con el tema del duelo.
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¿Cómo se ha desarrollado el trabajo junto a su madre, Nórida Rodríguez, quien ahora es la gerente de la RTVC?
La dirección pasó a mis manos, mi mamá en este momento está alejada de la organización porque está enfrentando nuevos retos. Lo que ha pasado es que he asumido varios roles que en su momento eran de Toto y el de ella, más adelante buscaré a alguien que asuma mi rol como productora. Ha sido un cambio y nos estamos adaptando a los nuevos retos cada una, ella en RTVC y yo, en Festiver, pero afortunadamente, nosotras somos amigas muy cercanas, contamos la una con la otra, seguimos compartiendo nuestras visiones, nuestros conflictos y nuestras cosas. Puede ser que como directora de la organización no la tenga al lado, pero como mamá, cuento con ella todos los días.
¿Con qué criterio escogen las películas?
Para este año no tenemos aún películas definidas, porque nuestra convocatoria todavía se encuentra abierta hasta el 30 de junio. Nuestras categorías son: Largo nacional, Largo internacional, Corto nacional, Corto internacional y Animación nacional e internacional. Participar para los directores colombianos es gratuito, todos los términos y condiciones se encuentran en nuestra página web. No hago parte del comité de selección, pero sí te puedo decir que dentro de nuestra definición de cine verde, es el cine que habla de la relación del hombre y el medio ambiente, y esto es un criterio que cubre tantas cosas, que nosotros hemos tenido todo tipo de películas: ficción, documental y cortos de todo tipo. Lo importante es nuestra relación con la naturaleza desde todos los puntos de vista.
Festiver es gratuito, ¿cómo consiguen a los patrocinadores del festival?
Nosotros estamos en gestión de recursos todo el tiempo con entidades públicas y privadas, estamos en ese trabajo todo el año. La gestión cultural no es fácil, especialmente, en cuestión de recursos, porque gente que quiere hacer cosas en el festival hay bastante, pero el tema es conseguir el dinero para hacerlo realidad.
“El cine para la paz, la paz para la vida”, es el eslogan de este año, ¿cambia con cada edición?
Nosotros durante los últimos años hemos estado cambiando de eslogan en cada edición, es más que todo un mensaje que queremos dar a través del festival, pero no afecta el tema, ni las películas, ni las actividades que se van a realizar, pero si es pensar a qué mensaje le queremos dar importancia en esa edición.
Teniendo en cuenta su formación en Diseño de Modas, ¿ha encontrado la forma de implementarlo en este nuevo rol?
Sí, estudié Diseño de Modas, pero lo que me pasó trabajando en el festival es que me peleé con la industria de la moda porque es la segunda industria más contaminante del mundo, pero como es algo que me sigue gustando y sigo teniendo amigos en ese sector, de lo que me he dado cuenta es de que no solamente en la industria de la moda, sino que en general en todas las industrias, así como hay organizaciones que hacen todo mal y aportan al problema, también hay muchas personas que son conscientes de los conflictos. Conozco diseñadores y organizaciones en la industria de la moda que saben que la sostenibilidad es un tema importante, ponen de su parte.
¿Cuál es su opinión frente al actual Ministerio de Cultura?
Creo que como a todo el sector artístico en Colombia, estoy atenta a la designación de un ministro de Cultura; desde el festival, lo que estamos esperando es un Ministerio que piense en todas las artes y con quien llegue, estaremos encantados de trabajar para buscar el bienestar del sector cultural del país.
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¿Han considerado trasladar el festival de Barichara a otras ciudades de Colombia?
Es algo que hemos tenido en mente, hacer la edición en otro lugar como un festival itinerante, pero hasta el momento no se han dado las cosas para que termine sucediendo; por ahora, el festival se hará en Barichara. Siempre hemos querido hacer actividades en otros lados, hemos tenido muestras en otros municipios. Sí nos gustaría que a medida que se vaya expandiendo el festival se convierta en un movimiento en todo el país, pero por ahora no hay planes concretos para movernos.
¿Cuál es el legado que han dejado Toto Vega y Nórida Rodríguez en el festival?
Hacerlo. Es difícil resumir el legado en una frase o en una palabra, creo que el reflejo más real de Toto, que ya no está, y de mi mamá, que está asumiendo un nuevo cargo, es hacer el festival, llevar el cine a Barichara, llevarle todo lo que le queremos dar al público y ojalá que muchas personas tengan la oportunidad de aprovecharlo, de verlo, de vivirlo y de llevarse todo esto a sus casas.